Presentamos el caso de un paciente cubano de 21 años de edad de ocupación estudiante universitario con antecedentes de salud hasta el año anterior en que presentó gastroduodenitis y desde el mes de septiembre del 2000 comienza a presentar cuadros de desvanecemiento con entumecimiento de extremedidades, constatándose cifras elevadas de tensión arterial de forma permanente, por lo que es ingresado en el CIREN durante 12 días
para su observación y estudio. En dicho ingreso no se reportaron antecedentes familiares no hábitos tóxicos, los complementarios que incluyeron indispensables hemoquímicos, PTG, Ionograma, Lipidograma, filtrado glomerular, Ultrasonido abdominal, TAC helicoidal de cráneo Gammagrafía renal normal, Test con Captopril ECG l EEG Con Ligero e intermitente trastorno de la actividad cerebral fueron negativos y el exámen físico también negativo ecepto la T.A. 150/100 que se controló con diuréticos sedantes e inhibidores de la enzima convertasa.
A su egreso reaparece el cuadro clínico de desvanecimiento pero sin la aparición de cifras tensionales elevadas, aún cuando el paciente dejó de tomar los medicamentos antihipertensivos, luego de la crisis de desvanecimiento el paciente presenta en varias ocasiones agitación psicomotora con disociación de la conciencia, alucinaciones
visuales y tactiles seguidas de huellas de arañazos en espalda y abdomen con testigos aparentes de que no fueron autoprovocados. Le es realizada una RMN que resultó normal.
La investigación psiquiátrica incluyó, estudio psicométrico, entrevistas en estado vigil e hipnótico por la que lo concluimos como un trastorno facticio. Realizamos las consideraciones resultantes de la revisión del tema.