El objetivo del presente trabajo es analizar si determinados factores psicológicos y/o biológicos pueden incidir en la recuperación postoperatoria. La muestra de nuestro estudio está compuesta por 42 pacientes ingresados en el Servicio de Cirugía del hospital Infanta Cristina de Badajoz y que van a ser intervenidos quirúrgicamente. La edad de los pacientes está comprendida entre 25-70 años y en todos los casos se comprobó que no tuvieran alteradas sus capacidades cognitivas. El día previo a la intervención se administró el Test de ansiedad Estado/Rasgo de Spielberger (1980) y se tomó una muestra de cortisol en saliva a primera hora de la mañana.
La variable recuperación se codificó como buena o mala en base a los criterios descritos por Moix et al. (1995). Los datos fueron analizados mediante el programa estadístico SPSS 12. 0. Encontramos diferencias significativas en el nivel de cortisol relacionado con la ansiedad y la recuperación de los pacientes (F = 5. 13, p = 0. 047). Los sujetos que puntúan de forma elevada en el Test ansiedad Estado/Rasgo, presentan un mayor nivel de cortisol en saliva y su recuperación fue peor en comparación con aquellos otros pacientes con baja ansiedad. En base a diversos estudios sobre los efectos negativos de la ansiedad sobre la salud (Biondi, 2001), consideramos que es necesaria una intervención para reducir el nivel de ansiedad de aquellas personas que van a ser sometidas a una operación quirúrgica.
Nivel de ansiedad y recuperación postoperatoria.
M. J Cardoso Moreno; M. I Ramos Fuentes; M. D Torres Asensio; N. Fernández Sánchez; L. Rodríguez Santos; E. Peñas Lledó.
Facultad de Medicina; Universidad de Extremadura.
Resumen
El objetivo del presente trabajo es analizar si determinados factores psicológicos y/o biológicos pueden incidir en la recuperación postoperatoria. La muestra de nuestro estudio está compuesta por 42 pacientes ingresados en el Servicio de Cirugía del hospital Infanta Cristina de Badajoz y que van a ser intervenidos quirúrgicamente. La edad de los pacientes está comprendida entre 25-70 años y en todos los casos se comprobó que no tuvieran alteradas sus capacidades cognitivas. El día previo a la intervención se administró el Test de ansiedad Estado/Rasgo de Spielberger (1980) y se tomó una muestra de cortisol en saliva a primera hora de la mañana. La variable recuperación se codificó como buena o mala en base a los criterios descritos por Moix et al. (1995). Los datos fueron analizados mediante el programa estadístico SPSS 12. 0. Encontramos diferencias significativas en el nivel de cortisol relacionado con la ansiedad y la recuperación de los pacientes (F = 5. 13, p = 0. 047). Los sujetos que puntúan de forma elevada en el Test ansiedad Estado/Rasgo, presentan un mayor nivel de cortisol en saliva y su recuperación fue peor en comparación con aquellos otros pacientes con baja ansiedad. En base a diversos estudios sobre los efectos negativos de la ansiedad sobre la salud (Biondi, 2001), consideramos que es necesaria una intervención para reducir el nivel de ansiedad de aquellas personas que van a ser sometidas a una operación quirúrgica.
Introducción
La ansiedad preoperatoria en poblaciones de individuos pendientes de cirugía ha sido un tema de intenso estudio en las últimas décadas. El proceso quirúrgico supone un desafío generalizado para el organismo y una situación de estrés agudo. Es sabido que la respuesta de estrés deprime el sistema inmunológico a través de la hiperactivación del eje hipotálamo hipofisiario incrementando la vulnerabilidad a enfermedades (Kudielka & Kirschbaum, 2001) y consecuentemente las complicaciones posquirúrgicas. En este sentido, el modelo psicofisiológico de adaptación a cirugía predeciría una asociación entre a) mayor ansiedad autoinformada prequirúrgica y respuesta neuroendocrina; b) respuesta neuroendocrina y complicaciones posquirúrgicas y c) ansiedad prequirúrgica y recuperación posquirúrgica.
A partir del modelo psicofisiológico de adaptación a cirugía, el principal objetivo de este estudio fue examinar si la ansiedad preoperatoria en personas que fueron sometidas a una intervención se relacionaba con el proceso de recuperación. Para ello, se tomaron dos medidas un día antes de la operación, la ansiedad autoinformada del paciente a través del cuestionario ansiedad Estado-Rasgo (STAI; Spielberger, 1981) y una medida neuroendocrina del nivel de cortisol en saliva (Aardal & Holm, 1995). La recuperación posquirúrgica se definió de acuerdo a los criterios descritos por Moix et al. (1995).
Como otros factores tales como la recepción de adecuada información sobre el proceso quirúrgico se sabe que ayudan a disminuir los niveles de ansiedad prequirúrgica y por tanto facilita la recuperación (Moix et al. , 1995), se aseguró que todos los pacientes participantes mostraran su satisfacción y conformidad con la información recibida.
Material y método
Muestra
En el presente trabajo participaron de forma voluntaria los pacientes ingresados para ser intervenidos en el servicio de Cirugía del hospital Infanta Cristina de Badajoz. De los 42 pacientes (16 hombres y 26 mujeres) que componen la muestra, 22 iban a ser sometidos a una intervención de carácter leve (colecistitis) y 20 a una operación de carácter grave (extirpación de un tumor). La edad de los sujetos estaba comprendida entre 25 y 70 años y al menos poseían un nivel educativo básico. Se comprobó que ninguno presentaba alteración cognitiva y que no habían sido operados anteriormente de la misma patología.
Instrumentos
Cuestionario de ansiedad Estado Rasgo (STAI) El cuestionario de ansiedad Estado Rasgo (STAI) es considerado un instrumento para estudiar la ansiedad mediante una autoevaluación de dos conceptos independientes de la misma. El objetivo principal de este cuestionario es evaluar la ansiedad Estado y la ansiedad Rasgo tanto en población normal como en pacientes de diversos grupos clínicos.
La ansiedad Estado (A/E) se conceptualiza como una condición emocional transitoria caracterizada por tensión, aprensión e hiperactivación del Sistema nervioso Autonómico. Puede variar en intensidad y fluctuar a lo largo del tiempo. El sujeto contesta a cada Items valorando entre 0 y 3 como se siente en ese momento. En las instrucciones se aclara que unas respuestas no son más correctas que otras.
La ansiedad Rasgo (A/R) se caracteriza por una propensión ansiosa de forma estable debido a la tendencia por parte del sujeto a percibir las situaciones cotidianas como amenazadoras, provocando así un aumento del grado de ansiedad. El sujeto contesta a cada Items valorando entre 0 y 3 como se siente en general.
El cuestionario de ansiedad Estado Rasgo ha sido diseñado para ser autoaplicado y puede ser administrado individual o colectivamente. Se recomienda aplicar primero la parte ansiedad Estado (A/E) que consta de 20 Items y luego la parte ansiedad Rasgo (A/R) formada por 20 Items. Diversos estudios han constado la fiabilidad (Bermúdez, 1978) y la validez del cuestionario.
Cortisol
Para el radioinmunoanálisis de los niveles de cortisol se utilizó el Kit Coat-A-Count Cortisol. Esta es una prueba diseñada para medir cuantitativamente los niveles de cortisol (hidrocortisona, Compuesto F).
El procedimiento Coat-A-Count es un radioinmunoanálisis en fase sólida, en el cual el cortisol marcado radiactivamente con 125l compite, durante un tiempo determinado, con el cortisol en la muestra del paciente, por los sitios de unión de los anticuerpos. Debido a que el anticuerpo está inmovilizado en la pared de tubo de polipropileno, la decantación del sobrante es suficiente para terminar la competencia y aislar la fracción unida al anticuerpo del cortisol marcado. El tubo se cuenta en un contador gama y da un número que, mediante una curva de calibración, se convierte en una medida de cortisol presente en la muestra del paciente.
Procedimiento
Los sujetos aceptaban participar en el estudio de forma voluntaria firmando el consentimiento informado.
El día antes de la operación se tomaba una muestra de saliva. Se pedía al paciente que se enjuagara la boca y que depositara la saliva en un tubo de fondo redondo de polipropileno de 5 ml. Se tuvo en cuenta que el paciente no estuviera tomando ninguna medicación que pudiera alternar los niveles de cortisol en saliva. La recogida de saliva siempre se efectuaba entre las 8 y las 10 de la mañana. Diversos estudios indican que los niveles de cortisol fluctúan a lo largo del día, siendo éstos mayores durante la mañana (Aardal E. y Holm AC. , 2005; Kudielka BM et al. , 2004). La saliva se conservaba a una temperatura de –32 ºC. Posteriormente fue centrifugada y analizada con la técnica de inmunoensayo. A continuación, se pasaba el cuestionario de ansiedad Estado Rasgo (STAI).
Tras la intervención, se registraba diariamente la evolución del paciente. Se controlaba si se alimentaba de forma correcta, si tenía dolor, si descansaba de forma adecuada, si tenía fiebre u otras complicaciones (Moix et al. , 1995).
Resultados
Los datos obtenidos fueron analizados a través del programa SPSS 12. 0. Las puntuaciones obtenidas en el STAI se dividieron en dos grupos. En el primer grupo, denominado “ansiedad elevada”, se incluyeron los pacientes cuyas puntuaciones en el STAI superaban la media. En el segundo grupo, denominado “ansiedad baja”, se incluyeron los pacientes cuyas puntuaciones en el STAI se encontraban por debajo de la media.
La variable “recuperación” se categorizó como buena o mala en base a los criterios establecidos por Moix et al. (1995). En el grupo “recuperación buena” se incluyeron los pacientes que no presentaron ninguna complicación tras la intervención. En el grupo “recuperación mala” se incluyeron los sujetos que tras la operación presentaron algún tipo de complicación (fiebre, infección, falta de apetito, dificultad para dormir, dolor excesivo etc…).
Para el análisis de datos realizamos una comparación de media con tres variables. La primera variable se denominó ansiedad y tenía dos niveles: “ansiedad baja” y “ansiedad alta”. La siguiente variable se denominó recuperación y también tenía dos niveles: “recuperación buena” y “recuperación mala”. La tercera variable contenía los valores de cortisol obtenido por los pacientes.
Los resultados mostraron diferencias en la escala de ansiedad Rasgo en función de la recuperación y del nivel de cortisol. Encontramos diferencias significativas en el nivel de cortisol relacionado con la ansiedad y la recuperación de los pacientes (F = 5. 13, p = 0. 047). Los sujetos que puntúan de forma elevada en el Test ansiedad Rasgo, presentan un mayor nivel de cortisol en saliva y su recuperación fue peor en comparación con aquellos otros pacientes con baja ansiedad. (Gráficas 1 y 2).
Gráfica 1. En la siguiente gráfica se muestran las puntuaciones de cortisol en función del nivel de ansiedad en la escala de ansiedad Estado (STAI) y la recuperación. ** p<0. 01 * p<0. 05
Gráfica 2. En la siguiente gráfica se muestran las puntuaciones de cortisol en función del nivel de ansiedad en la escala de ansiedad Rasgo (STAI) y la recuperación. ** p<0. 01 * p<0. 05
Discusión
Ante situaciones que provocan ansiedad en el sujeto, se produce una activación del Sistema nervioso Central (Humber, 1986; Ganong, 1992; Medina, 2002), así como, una activación autonómica (Valdés & de Flores, 1990; Carlson, 1996) y neuroendocrina (Humber, 1986; Valdés & de Flores, 1990; Carlson, 1996; Leng & russell, 1998). Estos tres sistemas se retroalimentan de forma constante incrementando, manteniendo o disminuyendo la activación producto de la ansiedad.
Diversos trabajos han establecido como objetivo estudiar los efectos perjudiciales de un alto grado de ansiedad sobre la salud. Cohen et al. (2003) llevaron a cabo un estudio para comprobar si el estilo emocional del sujeto repercute sobre la vulnerabilidad ante determinadas enfermedades de tipo infeccioso. Los datos mostraron que los sujetos con un estilo emocional positivo presentaron menos síntomas relacionados con la enfermedad (resfriado común) y menores niveles de epinefrina, norepinefrina y cortisol.
Posteriormente, Känel et al. (2005) comprobaron que durante una situación de estrés, se produce un incremento de cortisol causado por la activación del Sistema nervioso Simpático y del eje HPA (hipotalámico-pituitario-adrenal). A su vez, observaron un aumento de TNF-ß (factor de necrosis tumoral) durante situaciones de ansiedad elevada.
Al igual que los estudios anteriormente citados, nuestros resultados indican una relación entre factores psicológicos y vulnerabilidad ante la enfermedad. Los datos obtenidos muestran una peor recuperación en aquellos pacientes que manifiestan un mayor grado de ansiedad Rasgo antes de someterse a una intervención. Además, encontramos que los pacientes que puntúan más alto en la escala de ansiedad Rasgo presentan mayores niveles de cortisol en saliva. En base a estos datos, consideramos que es necesaria una intervención para reducir el nivel de ansiedad de aquellas personas que van a ser sometidas a una operación quirúrgica.
Bibliografía
Aardal E, Holm AC (1995). Cortisol in saliva-reference ranges and relation to cortisol in serum. Eur J Clin Chem Clin Biochem 1995; 33:927-932.
Bermúdez J (1978). ansiedad y rendimiento en tareas intelectuales. Revista de psicología General y Aplicada, 151.
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Ganong W (1992) Fisiología Médica. (13ª Edición). México, D. F. : Manual Moderno.
Humber G (1986). Stress y conflicto. Madrid: Parainfo.
Känel R, Kudielka BM, Hanebuth D, Preckel D, Fisher JE (2005). Different contribution of interleukin-6 and cortisol activity to total plasma fibrin concentration and to acute mental stress-induced fibrin formation. Clinical Science 109, 61–67.
Kudielka B. M. & Kirschbaum C. (2001). Stress and health research. In: N. J. Smelser & P. B. Baltes, The international encyclopedia of the social and behavioral sciences (Vol. 22, pp. 15170-15175). Oxford, England:
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Kudielka BM, Kern S (2004). Cortisol day profiles in victims of Mobbing (bullying at the work place): preliminary results of a first psychobiological field study. Journal of Psychosomatic Research, 56:149-150.
Leng G, russell A (1998). Learning to cope with repeated stress. The Journal of Physiology. 510 (2), 331-331.
Medina J, Marcos E, Pérez-Iñigo J, Robles J, Gómez-Trigo J (2002). Variables implicadas y respuesta de estrés en situaciones de amenaza. Interpsiquis. 2002.
Moix J (1995) Efectos de la ansiedad prequirúrgica en la recuperación. Clínica y Salud, 6(2), 203-215.
Valdés M, De Flores T (1990) psicobiología del estrés. Barcelona: Martínez Roca.
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