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Contrariamente a lo que podía suponerse, los fundamentos epistemológicos y científicos de la Psicología médica y de la Psiquiatría siguen centrando el interés de quienes amén de dar respuesta inmediata a las demandas asistenciales se plantean la misma naturaleza de la salud mental. Tanto es así, que persisten determinados componentes que constituyen la raíz de la misma salud mental, los cuales se encuentran parcialmente ocultos en el plano de la investigación científica siendo su objeto totalmente desconocido.
Dos son las cuestiones destacadas que tratamos de desgranar en este trabajo. En primer lugar, el problema de la simulación clínica y, en segundo término, el de la identificación del objeto/sujeto como objetivo de todo quehacer clínico, bien asistencial, bien docente.
Inicialmente, se pone en relieve el sentido de la llamada simulación clínica, tanto desde su faceta formativa como clínica y terapéutica. Los programas de formación en el campo de las ciencias de la salud la incorporan cada vez más y con mayor presencia, quizás desconociendo fehacientemente sus mismas limitaciones e, incluso, los riesgos que entraña.
Desde las teorías del conocimiento el carácter híbrido de la Psicología Médica no permite ignorar la singular dificultad de situar, de manera nítida, hacia donde se dirige, bien ubicándola en el ámbito de lo científico-natural, o, por el contrario, o a su vez, en el disperso escenario de lo humano y de lo social. Una vez advertido este “tándem”, y la misma naturaleza de los procedimientos a seguir, tanto desde la Medicina como de la Psicología Médica, en particular, se ha encontrado en la simulación clínica una herramienta didáctica extremadamente poderosa.
Por consiguiente, no nos referiremos exclusivamente a los más actuales y recientes modelos de simulación clínica y sus programas de formación y enseñanza en el ámbito académico, sino que del mismo modo referiremos el significado de otros procedimientos ya contrastados como la formación de técnicas de dinámica de grupo, psicodrama y técnicas de “role-playing” pedagógico, entre otros, que entrañan conceptualizaciones muy precisas con respecto a la naturaleza de la salud mental desde la misma Psicología Médica.
A resultas de todo lo anterior, se propone una análisis epistemológico riguroso de las propiedades de algunas de las vías de formación, como es el caso de la simulación clínica, dentro de un contexto más plural, donde lo objetivo/lo subjetivo facilite mejor entender la idiosincrasia de la misma salud mental, llamando la atención con respecto a sus limitaciones y sus propios retos.