Síndromes vinculados a la cultura: continente americano

La idea de hacer este inventario es interesante, pero discrepo en algunos puntos. En primer lugar, no comparto la noción de que todo lo inventariado en el artículo constituye una forma de trastorno mental. Por ejemplo, el consumo de ayahuasca que se ha extendido a varios países del continente, entre otros a mi país, se produce acá entre personas de las clases socio-económica media y alta que contratan a chamanes que vienen de otros lugares para dirigir ceremonias de sanación física y emocional. El problema no es esa búsqueda de sanación teñida de creencias místicas, sino las consecuencias físicas y psicopatológicas que puede tener en algunos casos el consumo de la sustancia (hemos visto más de un caso de psicosis desencadenada por esta sustancia). Tampoco se puede afirmar que quienes consumen hojas de coca en Bolivia, Perú, etc. tienen un trastorno mental. Hay razones diversas por las que se produce ese consumo y no precisamente psicopatológicas. Lo mismo puedo decir de otras creencias místicas citadas aquí como el "mal de ojo", que en Venezuela constituye simplemente una explicación que con cierta frecuencia dan las personas de clase baja y de zonas rurales a ciertos malestares físicos de los niños pequeños. Viendo la lista presentada pienso que hay mucho de desconocimiento sobre la realidad de América y de prejuicio en lo expuesto. Los consultantes habituales en hospitales y ámbitos privados no forman parte de pueblos indígenas ni presentan problemas como los reseñados.