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Abordamos un caso de inadaptación a la nueva estructura familiar que está provocando conductas anormales en una niña de 8 años. Para ello se ha elegido, por un lado, la terapia conductual mediante reforzamiento positivo, y por otro lado, un tratamiento racional-emocional con el que se pretende alcanzar la aceptación de la situación. Acorde con la literatura, los celos se caracterizan por temor a la pérdida, ansiedad, desconfianza y enojo (Parrot & Smith, 1993). La madre acude a nosotros cuando los problemas hacen la vida familiar insostenible y nos hace saber que comienzan tras divorciarse pero que se ven acentuados cuando su actual pareja se traslada al domicilio familiar. La paciente rechaza al nuevo miembro de la familia y lo expresa abiertamente, así como mediante episodios de celos y rabietas . Su rendimiento escolar se ve afectado y se produce una regresión en su evolución. La aplicación del dibujo de la familia permite observar gran confusión en la paciente; el cuestionario de depresión infantil (CDI) muestra muy bajos niveles de ánimo, alegría y autoestima, así como una gran preocupación por la muerte; por su parte, el test del árbol muestra gran inestabilidad emocional, apego a la madre- los seres humanos conservamos una figura de apego durante toda la vida (Bowlby, 1958)- y lucha por la independencia. Los resultados del test de la figura humana confirman la ausencia de retraso intelectual (CI 103). En poco tiempo se ha conseguido una notable mejoría, por lo que auguramos buenos resultados a corto plazo.