Nuestro objetivo fue identificar si el consumo de cocaína a lo largo de la vida es un factor de riesgo de conversión de trastorno depresivo mayor (TDM) en trastorno bipolar (TB) en una muestra de pacientes ambulatorios de adultos.
Este estudio de cohorte prospectivo incluyó a 585 sujetos de 18 a 60 años que habían sido diagnosticados con TDM según la evaluación de la Mini entrevista Neuropsiquiátrica Internacional (MINI ‐ Plus) al inicio del estudio (2012-2015). Los sujetos fueron reevaluados una media de 3 años después (2017-2018) para la posible conversión a BD según la evaluación del MINI ‐ Plus. El consumo de cocaína a lo largo de la vida se evaluó mediante la prueba de detección de consumo de alcohol, tabaquismo y sustancias.
En la segunda ola, tuvimos 117 (20%) pérdidas y se reevaluó a 468 pacientes. La tasa de conversión de TDM a BD en 3 años fue del 12, 4% ( n = 58). Un análisis de regresión logística mostró que el riesgo de conversión de TDM a BD fue 3, 41 veces mayor (intervalo de confianza del 95%, 1, 11-10, 43) en sujetos que informaron consumo de cocaína de por vida al inicio del estudio en comparación con los individuos que no informaron consumo de cocaína de por vida línea de base, después de ajustar por factores de confusión demográficos y clínicos.
Estos hallazgos mostraron que el consumo de cocaína de por vida es un predictor potencial de conversión a BD en una cohorte de TDM. Se necesitan más estudios para evaluar los posibles mecanismos subyacentes que relacionan la exposición a la cocaína con la conversión de BD.
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