Los trastornos alimentarios (p. ej. , anorexia nerviosa, bulimia nerviosa) se asocian con una alta mortalidad prematura y generalmente se consideran entre los más letales de todos los trastornos psiquiátricos. De manera similar, la mortalidad por trastornos por uso de sustancias por sobredosis de tabaco, el alcohol y otras drogas en numerosos estudios muestran tasas elevadas de muerte.
En la revista American Journal of Psychiatry se ha publicado une estudio que evalúa los riesgos de mortalidad por trastornos alimentarios comórbidos a los trastornos por consumo de sustancias. Este consistió en examinar subgrupos de personas con trastornos alimentarios (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastornos alimentarios no especificados) y que a la vez padecían trastornos por uso de sustancias importantes (alcohol, cannabis, drogas duras como heroína u otros opioides, cocaína u otros estimulantes, sedantes…) frente a personas control que solo padecía uno de los dos trastornos.
Cabe señalar que, en comparación con los sujetos control sin trastornos por consumo de sustancias, el riesgo de mortalidad en pacientes que padecían anorexia nerviosa y un trastorno por consumo de sustancias como alcohol era aproximadamente un 10 % mayor, y aquellos sujetos cuya combinación era con el consumo de drogas más duras, era aún mayor el riesgo, alrededor de un 20 % de mortalidad en comparación con los sujetos control.
La superposición entre los trastornos alimentarios y los trastornos por uso de sustancias se ha explicado por factores de riesgo biológicos (p. ej. genéticos), psicológicos y socioculturales compartidos que aumentan la predisposición al desarrollo de enfermedades comórbidas y la muerte.
En particular, tanto los trastornos alimentarios como los trastornos por uso de sustancias están asociados con el trastorno depresivo mayor, los trastornos de ansiedad, las tendencias suicidas, el comportamiento impulsivo y el trauma. Además, comparten una desregulación emocional que es intrínseca a la psicopatología, subyacente a un espectro de trastornos psiquiátricos.
Después de confirmar que la combinación de ambos trastornos aumenta la mortalidad, se ha sugerido como una opción de tratamiento adecuada para reducir la morbilidad y la mortalidad, un enfoque prometedor, utilizar la terapia conductual dialéctica, que ha demostrado ser eficaz para tratar simultáneamente el trastorno por consumo de alcohol comórbido, la dependencia de la nicotina y los trastornos alimentarios, ya que se centra en mejorar la regulación de las emociones y la tolerancia a la angustia.
En resumen, un factor importante de mortalidad en pacientes con trastornos alimentarios son los trastornos por uso de sustancias, que en sí mismos están asociados con un alto riesgo de mortalidad. Por separado, se ha demostrado que los trastornos alimentarios (ya sea anorexia nerviosa o trastornos alimentarios no especificados) y los trastornos por uso de sustancias se asocian con altas tasas de mortalidad, pero la combinación de trastornos alimentarios con un trastorno por uso de sustancias es particularmente importante, ya que puede llegar a ser letal porque los riesgos de muerte de uno son añadidos al otro.
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