En la actualidad correspondería a una depresión con síntomas psicóticos no congruentes con el estado de ánimo. F. Alonso Fernández explica la aparición de los delirios paranoides en la depresión por medio de tres posibles mecanismos: 1) Cuando un sujeto con personalidad paranoide tiene un cuadro depresivo leve o cuando un sujeto, también con depresión leve, se halla inmerso en una situación paranoidizante (aislamiento, injusticia, vergüenza, etc.). 2) Cuadros depresivos acentuados donde se produce lo que Scheid llamó giro de la manecilla de la culpa, el paso del autoreproche al castigo por un mecanismo de proyección. 3) Cuadros de depresiones disfóricas, caracterizados por el predominio de la irritabilidad y que pueden dar origen a elementos paranoides.