Un estudio europeo, académico y multicéntrico, en el que ha participado el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), concluye que el tratamiento con depeferidona en pacientes con enfermedad de Parkinson temprana llega incluso a empeorar los síntomas motores en lugar de generar algún beneficio. Este abordaje tenía el objetivo de reducir el exceso de hierro en las zonas donde se acumula de forma anómala, aunque tras los resultados, se ha comprobado que la reducción de hierro llega a provocar un empeoramiento de la producción de dopamina, una molécula cerebral fundamental para el control de los movimientos normales del cuerpo. Ante este escenario, el consorcio Fairpark-II, formado por diferentes hospitales académicos europeos, valora iniciar otro ensayo clínico, equilibrando los niveles de dopamina y hierro, combinando ambas terapias.
El investigador de Idibaps especializado en trastornos neurodegenerativos, Yaroslau Compta, expone en Redacción Médica que los resultados del ensayo clínico realizado por el consorcio han determinado que “se decidiese optar por el mismo camino defendido hasta ahora, que no es otro que mantener la teoría de que el hierro es un factor necesario para la síntesis de la dopamina. Combinando la terapia de dopamina adaptada a las necesidades del paciente y manteniendo los niveles de hierro no debe haber un empeoramiento, ya que se habrá reposado la dopamina, logrando un equilibrio”.
Compte remarca que en este nuevo ensayo clínico se intentará mantener la filosofía del anterior estudio, “por lo que se quiere seguir apostando para que sea completamente académico. Se buscará una financiación competitiva, pero sin la industria. El ensayo contará con pacientes diferentes, pero sí que deberán sufrir la enfermedad de Parkinson en sus fases iniciales”.
"Será la combinación de ambas estrategias contra la terapia estándar la que se formulará en esta ocasión"
Como principal novedad a la hora de poder subsanar los errores cometidos en el primer estudio, el consorcio Fairpark-II no impondrá como un criterio de exclusión para participar en el ensayo el hecho de tomar medicación dopamigénica. “Será la combinación de ambas estrategias contra la terapia estándar la que se formulará en esta ocasión”, concluye el investigador.
La depeferidona, epicentro del nuevo ensayo clínico
El error no siempre es sinónimo de fracaso en la investigación, ya que Compta y el resto del equipo han decidido quedarse con el aprendizaje logrado con el ensayo realizado frente al párkinson: “Hemos aprendido que si bien, por un lado, la acumulación de hierro en las neuronas puede ser mortal, por otro, su aumento en la sustancia negra podría ser también una manera de compensar la falta de dopamina”.
Un ensayo académico con más pacientes es el reto que Compta espera llevar a cabo a lo largo de este año para corroborar esta nueva hipótesis frente al párkinson. La depeferidona volverá a ser el epicentro del ensayo, y se espera que, esta vez, se elimine la variable de confusión del déficit dopaminérgico, permitiendo evaluar de forma adecuada el potencial de la depeferidona para modificar la evolución de la enfermedad
