La multinacional japonesa Otsuka vislumbra la posibilidad de subir posiciones en el ranking internacional y español, y pasar del puesto número 21 de la clasificación global a estar entre las 5 mayores farmacéuticas del mundo, y escalar en España de la posición número 28 a una entre las 10 primeras, todo en 10 a 15 años.

Para ello, Otsuka mantendrá sus dos pilares actuales -sistema nervioso central (SNC) y productos hospitalarios-, y los reforzará con nuevas áreas en las que empieza a trabajar: oncología, dispositivos médicos y soluciones digitales. "Tenemos que ser proveedores, no sólo de medicamentos, sino también de servicios", comenta Concha Cadenilla, recién llegada a la dirección general en España, y añade que este es un objetivo fundamenta para relacionarse con las administraciones. "Debemos ser capaces de ganarnos la confianza de todos los implicados para ofrecer una sanidad de calidad, formando parte de la solución y no del problema". Pese a todo, Caudevilla comenta que hay obstáculos, como los plazos de aprobación en España, "más lentos que en Europa" -cuando el reloj para el vencimiento de una patente empieza con la aprobación de la EMA- y la enorme fragmentación del mercado, que en la práctica produce inequidades en el acceso a medicamentos.

Con todo, Otsuka dispone de activos para lograr sus objetivos. En SNC cuenta con su producto estrella Abilify -aripiprazol-, para la esquizofrenia, y espera la próxima llegada de Abilify Maintena -formulación inyectable mensual de liberación prolongada- a la espera de precio y reembolso por el Ministerio de Sanidad, con lo que previsiblemente llegará al mercado en los próximos meses.

También en SNC, tiene un acuerdo de codesarrollo y comarketing con Lundbeck por el que colaborarán con cinco moléculas de psiquiatría y neurología: Abilify Maintena, otro antipsicótico agonista parcial de la dopamina que espera lanzar hacia 2018 en distintas indicaciones, dos moléculas para Alzheimer y otra aún por elegir del pipeline de Lundbeck.

El otro pilar actual es su Unidad Hospitalaria, compuesta por algunos productos nicho que pretenden cubrir lagunas terapéuticas, como es el caso tolvaptán, un antagonista selectivo del receptor de la vasopresina indicado para normalizar los niveles de sodio en la secreción inadecuada de la hormona. Además, tolvaptán está a la espera de la aprobación regulatoria de la EMA -que llegará a principios de 2015- para la policistosis renal autosómica dominante, "una enfermedad huérfana en la que los pacientes no tienen otra opción que la diálisis a la espera de trasplante, por lo que es un producto enormemente prometedor".

En este área la compañía también tiene una columna de granulocitoféresis para la enfermedad inflamatoria intestinal -Adacolumn-, la molécula cilostazol para la claudicación intermitente, licenciada a Ferrer, y el test del aliento UBT para la detección de helicobacter pylori.


Por último, Otsuka está entrando en oncología, primero con la molécula Sprycel -dasatinib-, un inhibidor de la tirosincinasa para la leucemia mieloide crónica desarrollado por Bristol-Myers Squibb y que comercializan conjuntamente. Esta primera incursión en oncología tiene como fin construir el conocimiento suficiente en el área para convertirla en otro de los pilares de la japonesa. A esto responde también la reciente adquisición de Astex, especializada en oncohematología y con un proyecto avanzado está en fase III.