CONCLUSIÓN PRÁCTICA
El trastorno explosivo intermitente se asocia a una probabilidad significativamente mayor de presentar comorbilidades psiquiátricas, neurológicas y somáticas, y el 96 % de los pacientes tiene al menos un diagnóstico psiquiátrico adicional, según se ha observado en un nuevo estudio.
DISEÑO DEL ESTUDIO
En el análisis se incluyeron datos de historias clínicas electrónicas de 117,7 millones de pacientes (edad media: 26 años; el 70 % hombres) de 87 organizaciones sanitarias de Estados Unidos hasta enero de 2024.
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Los investigadores identificaron a 30.357 pacientes con trastorno explosivo intermitente y los emparejaron 1:1 con personas demográficamente similares sin trastorno explosivo intermitente en función de la edad, el sexo, la raza, el grupo étnico y la región del Censo de Estados Unidos.
La duración media del seguimiento fue de 4,8 años.
RESULTADOS
Un total del 96 % de los pacientes con trastorno explosivo intermitente presentaba otra afección psiquiátrica, con más probabilidades de trastorno por consumo de sustancias (hazard ratio [HR]: 2,1; intervalo de confianza del 95 %: 2,0-2,2) y trastornos de la personalidad y la conducta del adulto (HR: 76,6; intervalo de confianza del 95 %: 65,4-89,6) en comparación con el grupo de control.
Entre las afecciones neurológicas, las enfermedades neurodegenerativas (HR: 5,0; intervalo de confianza del 95 %: 4,1-6,1) y la epilepsia (HR: 4,9; intervalo de confianza del 95 %: 4,3-5,6) mostraron las asociaciones más fuertes con la trastorno explosivo intermitente.
También se hallaron asociaciones significativas entre el trastorno explosivo intermitente y las afecciones somáticas, como la obesidad (HR: 1,6; intervalo de confianza del 95 %: 1,5-1,7), la hiperlipidemia (HR: 1,5; intervalo de confianza del 95 %: 1,4-1,5), la hipertensión (HR: 1,6; intervalo de confianza del 95 %: 1,5-1,7) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (HR: 1,7; intervalo de confianza del 95 %: 1,7-1,9).
Un total del 38 % de los pacientes con trastorno explosivo intermitente frente al 5 % de los controles presentaban diagnósticos de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y alrededor del 15 % de los pacientes con trastorno explosivo intermitente frente al 4 % de los controles tenían trastornos relacionados con el alcohol.
CONCLUSIONES
"Con estos hallazgos se pone de relieve la gran comorbilidad entre el trastorno explosivo intermitente y los trastornos psiquiátricos, neurológicos y somáticos, lo que subraya la necesidad de enfoques integrados de diagnóstico y tratamiento que aborden tanto los aspectos psicológicos como físicos del trastorno explosivo intermitente", afirman los investigadores.
FUENTE
El estudio fue dirigido por la Dra. en Medicina Yanli Zhang-James, del Norton College of Medicine, SUNY Upstate Medical University, Siracusa, Nueva York. Se publicó en línea el 22 de enero en la revista JAMA Psychiatry.
LIMITACIONES
El estudio se basó en historiales médicos, lo que puede haber dado lugar a imprecisiones en el diagnóstico y a diferencias con las muestras de entrevistas estructuradas. La baja prevalencia del trastorno explosivo intermitente en el conjunto de datos suscitó preocupaciones sobre la clasificación errónea, lo que podría diluir los hallazgos. La alta comorbilidad psiquiátrica y las bajas tasas de diagnóstico de trastorno explosivo intermitente fueron limitaciones adicionales.
DECLARACIÓN DE INTERESES
El estudio no recibió financiación directa. Uno de los investigadores declaró poseer acciones en varias empresas farmacéuticas y ser propietario de una empresa psicoeducativa al margen del trabajo presentado, mientras que otro declaró recibir subvenciones, honorarios por consultoría, honorarios y regalías y poseer acciones de varias empresas farmacéuticas y sanitarias, además de apoyo para viáticos. La información al completo se puede encontrar en el artículo original.
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