Las Direcciones Generales de Política Educativa y de Salud Mental del Gobierno de Aragón han firmado un acuerdo crucial este viernes para desarrollar actuaciones conjuntas enfocadas en garantizar el bienestar emocional del alumnado y mejorar la convivencia en las aulas, convirtiéndolas en espacios seguros para niños y jóvenes.
Este acuerdo busca establecer un marco de colaboración permanente entre las dos direcciones generales para facilitar la coordinación de acciones en los centros educativos que mejoren la atención, prevención, y promoción en materia de salud mental para la población infantil y adolescente de Aragón.
Ana Moracho, directora general de Política Educativa, destacó la importancia de la integración de la salud mental en el ámbito educativo, afirmando que la unión de los sectores de salud mental y educación puede crear un entorno más saludable e inclusivo que favorezca el desarrollo integral de los estudiantes.
La colaboración entre profesionales de la salud mental y educadores permitirá implementar programas que promuevan el bienestar socioemocional y aborden de manera preventiva problemas como la ansiedad o la depresión, además de mejorar la detección temprana de problemas emocionales y conductuales.
Manuel Corbera, director general de Salud Mental, reiteró la importancia de esta colaboración, especialmente dado el aumento en la necesidad de atención en salud mental infanto-juvenil. Según Corbera, el abordaje de la salud mental debe realizarse desde múltiples frentes y con la participación de diversos departamentos.
El acuerdo también incluye la creación de una unidad técnica de salud mental en el ámbito educativo, que trabajará en la identificación, gestión y priorización de las demandas formativas de los agentes implicados en la prevención, gestionará y seguirá los protocolos y colaborará en las intervenciones formativas de agentes externos en los centros educativos.
Este grupo de trabajo mixto se encargará también de la evaluación de las actuaciones de promoción de la salud mental implementadas y elaborará informes anuales que recojan el seguimiento de los datos y su análisis.
El fin último del acuerdo es mejorar los procesos de detección e intervención existentes en los centros educativos, ayudando de manera más efectiva al alumnado que atraviesa situaciones complicadas y fortaleciendo la salud mental y el bienestar emocional en los centros educativos de la Comunidad Autónoma de Aragón.