Casi el 60 por ciento de los sanitarios cumple todas las condiciones para tener síntomas depresivos tras la pandemia del Covid-19. Es la principal conclusión a la que ha llegado Vicente Álvarez, psiquiatra del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) en su estudio 'Efectos psicológicos de la pandemia en el personal sanitario de Pontevedra y O Salnés'.
Según Álvarez, se trata de una cifra "elevadísima" y más teniendo en cuenta que de estos profesionales, un tercio tendrían patología grave. En el caso de las depresiones se pueden clasificar en leves, moderadas y graves. En la primera, las personas están mal pero siguen haciendo cosas y llevando una vida "más o menos normal". En el siguiente grado, cuesta más y se hacen solo "las acciones más necesarias". Sin embargo, en la depresión grave puede ser que el paciente no "pueda hacer prácticamente nada o le cueste muchísimo".
De hecho, destaca que en estos casos más graves, las personas han presentado relación con enfermedades de riesgo y estrés, además de vivir con personas dependientes y jubilados. Es decir, estas situaciones han sido factores determinantes para presentar una clínica peor.
Concretamente, la muestra del estudio está formada por más de 300 personas, todas ellas son sanitarios (médicos, celadores, enfermeras, auxiliares, etc). En ella se incluye personal de Atención Primaria y hospitalaria del Sergas de Pontevedra y O Salnés y esto supone un 8 por ciento del total de trabajadores. Tal y como apunta el psiquiatra, el 80 por ciento son mujeres, un porcentaje "muy similar" al que vemos si entramos en un hospital y, por ello, se considera al sexo un posible factor de riesgo. En los participantes se han observado unos "niveles de patología psicológica muy por encima a los que serían en otro momento temporal u ocasión".
El 15% de los sanitarios ha tenido pensamientos suicidas
Este análisis se realizó a través de un cuestionario anónimo a los pocos meses de finalizar el confinamiento en 2020. El autor señala que la clínica psiquiátrica sigue "siendo tabú" y de ahí la importancia de mantener el anonimato. "No quisimos preguntar datos que podrían haber sido interesantes como el servicio en el que trabajan o la especialidad que tienen", especifica Álvarez, al tiempo que añade que "el 15 por ciento de los sanitarios ha tenido pensamientos suicidas en algún momento".
Otros datos interesantes que aparecieron en esta encuesta es que el 80 por ciento de los sanitarios se vieron sobrepasados por la situación y más del 60 por ciento considera que empeoró su situación laboral por la pandemia. "La principal preocupación de los sanitarios fue el estrés que les surgió por el miedo a contagiar a sus familiares y convivientes. El otro asunto que les inquietaba eran las condiciones laborales", afirma el psiquiatra.
Por último, reconoce que las secuelas de la pandemia del Covid-19 siguen siendo perceptibles y no solo en los sanitarios. "A nivel psiquiátrico estamos viviendo récords de desviaciones tanto de Atención Primaria como de Urgencias. Los más afectados son los pacientes jóvenes (niños y adolescentes), que acuden a nosotros con más trastornos de ansiedad, depresiones, fobias sociales, trastornos alimenticios, etc", concluye el experto.