Introducción El síndrome de Brugada es una enfermedad cardíaca genética rara asociada con un mayor riesgo de arritmias y muerte súbita cardíaca, especialmente en presencia de ciertos medicamentos concomitantes, incluidos varios psicofármacos. Este hecho complica significativamente el abordaje clínico del tratamiento de la depresión e...
Informe de un caso sobre la seguridad y eficacia del aripiprazol para la depresión en el síndrome de Brugada

Artículo revisado por nuestra redacción
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
Introducción
El síndrome de Brugada es una enfermedad cardíaca genética rara asociada con un mayor riesgo de arritmias y muerte súbita cardíaca, especialmente en presencia de ciertos medicamentos concomitantes, incluidos varios psicofármacos.
Este hecho complica significativamente el abordaje clínico del tratamiento de la depresión en pacientes con este síndrome, dado que muchos antidepresivos de primera línea deben ser evitados.
Entre los tratamientos disponibles, aripiprazol, un antipsicótico atípico aprobado para la terapia de potenciación en trastorno depresivo mayor, no tiene una recomendación formal específica respecto a su uso en pacientes con Brugada, lo que genera incertidumbre clínica.
Objetivo del caso
Este informe de caso describe la evolución de un paciente masculino con antecedentes de síndrome de Brugada, quien fue referido a un programa intensivo ambulatorio por un empeoramiento de síntomas depresivos crónicos. El caso ilustra un enfoque de toma de decisiones compartida multidisciplinario que condujo a la incorporación de aripiprazol en el esquema terapéutico, a pesar de la limitada evidencia disponible sobre su seguridad en este contexto específico.
Métodos y evolución clínica
El paciente, que ya estaba recibiendo bupropión y duloxetina, comenzó tratamiento con aripiprazol como terapia de potenciación. Durante aproximadamente 4 semanas de tratamiento, se monitoreó de forma continua la seguridad mediante electrocardiogramas (ECG) seriados.
- No se observaron cambios electrocardiográficos significativos en comparación con el ECG basal.
- El paciente reportó una mejoría subjetiva en sus síntomas depresivos, que fue corroborada por una mejoría objetiva en la puntuación total del Inventario Rápido de sintomatología Depresiva (QIDS), pasando de síntomas moderados a leves.
Resultados
A lo largo del período de seguimiento, no se documentaron eventos cardíacos adversos, no se exacerbó el patrón ECG de Brugada, ni se observaron nuevos síntomas depresivos relacionados con el tratamiento. Esto sugiere que, en este caso particular, el uso de aripiprazol fue seguro y efectivo como parte del abordaje terapéutico de la depresión en un paciente con síndrome de Brugada.
Conclusión
Este caso aporta evidencia preliminar de que el aripiprazol podría ser una opción de potenciación viable y segura en pacientes con antecedentes de Brugada que requieren tratamiento para la depresión resistente. Sin embargo, se necesitan estudios clínicos más amplios para confirmar estos hallazgos y para establecer pautas claras sobre la seguridad y eficacia del aripiprazol en esta población de alto riesgo.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://mhc.kglmeridian.com/