MADRID (EUROPA PRESS)
Una nueva intervención psicosocial, junto con orientación y apoyo, diseñada para facilitar el tratamiento del VIH y el uso de sustancias ha producido una reducción del 50 por ciento en la mortalidad de las personas que viven con el virus y además se inyectan drogas, según recoge un nuevo estudio publicado este jueves en la revista 'The Lancet'.
Además, las personas que recibieron la intervención tenían casi el doble de probabilidades de informar que estaban en tratamiento para el VIH y el uso de sustancias después de un año que aquellas que recibieron el estándar de atención. También tenían el doble de probabilidades de haber suprimido su VIH a niveles indetectables después de un año.
Las personas que se inyectan drogas a menudo tienen altas tasas de infección por el VIH, acceso deficiente y uso del tratamiento para el VIH y el uso de sustancias, así como alta mortalidad. El intercambio de agujas entre las personas que se inyectan drogas es la principal vía de transmisión del VIH en algunas partes del mundo.
"Las personas que viven con el VIH y se inyectan drogas a menudo encuentran múltiples obstáculos para comenzar y adherirse al tratamiento de la infección por VIH y el uso de sustancias. Este estudio demuestra que brindar orientación y asesoramiento puede ayudar a esas personas a superar las barreras para comenzar y permanecer el tratamiento, lo que lleva a una tasa significativamente más alta de supresión del VIH y una tasa de muerte mucho más baja", explica Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
Durante el estudio, ninguna de las pocas nuevas infecciones por VIH se produjo entre aquellas personas que recibieron la intervención. Sin embargo, los científicos no pudieron llegar a una conclusión firme sobre el impacto de la intervención en la transmisión del VIH a través del uso de drogas inyectables, porque el estudio no fue estadísticamente construido para medir ese efecto.
Esta intervención se llevó a cabo en tres países con epidemias de VIH por el uso de drogas inyectables: Indonesia, Ucrania y Vietnam. El equipo del estudio inscribió a 502 hombres y mujeres de entre 18 y 60 años con este perfil, y 806 hombres y mujeres no infectados por el VIH que se inyectan drogas con ellos. Después, los participantes del estudio fueron seguidos durante uno o dos años.
Los participantes del estudio asignados para recibir la intervención fueron derivados inmediatamente para recibir terapia anti-VIH, prevenir la transmisión sexual y, potencialment,e prevenir la transmisión del virus mediante el intercambio de agujas. Finalmente, los consejeros psicosociales les ayudaron a superar sus obstáculos psicológicos para comenzar y permanecer en el tratamiento, como la falta de interés en la terapia, la dificultad de establecer una rutina para tomar medicamentos o el estigma.
RESULTADOS DEL ESTUDIO
Al final del estudio, el 15 por ciento de los participantes con VIH que había recibido el tratamiento estándar había muerto, en comparación con el siete por ciento de los participantes con VIH que formaron parte de la intervención, lo que corresponde a una reducción del 53 por ciento en la mortalidad.
Alrededor del 26 por ciento de las muertes entre los participantes del estudio con VIH se consideraron claramente relacionadas con el virus, y el 3 por ciento se debieron a una sobredosis por drogas. Entre el 42 por ciento de las muertes con causa desconocida, el 24 por ciento se produjo entre personas cuyos sistemas inmunológicos tenían mala salud. Los eventos médicos no relacionados con el VIH causaron el 21 por ciento de las muertes en general, y el suicidio representó el 8 por ciento restante.
Después de un año, el 41 por ciento de los participantes del estudio que recibieron la intervención tenían niveles indetectables de VIH en la sangre, frente al 24 por ciento de los participantes que recibieron solo la atención estándar. Además, el 72 por ciento de los participantes del estudio que recibieron la intervención informaron estar en tratamiento para el VIH al final de un año, en comparación con el 43 por ciento de los que recibieron solo el estándar. El 41 por ciento de los participantes del estudio que recibieron la intervención estaban en tratamiento por consumo de sustancias al final de un año, en comparación con el 25 por ciento de los que recibieron solo la atención estándar.
"La intervención tuvo un impacto notablemente positivo en las personas que viven con el VIH que se inyectan drogas. Fue diseñada para ser escalable a otros entornos, y esperamos que pueda ayudar a esta población importante en todo el mundo", señala William C. Miller, profesor y presidente de la División de Epidemiología en el Colegio de Salud Pública de la Universidad Estatal de Columbus (Estados Unidos).
Dado el éxito de la intervención del estudio en reducir la mortalidad y aumentar las tasas de participación en el tratamiento y la supresión viral, los investigadores han ofrecido la intervención a todos los participantes del estudio que viven con el VIH. Además, están siendo seguidos durante un segundo año para determinar si se mantienen los efectos positivos de esta iniciativa.
