Los antipsicóticos de segunda generación se usan ampliamente, con frecuencia sin licencia, en entornos clínicos del mundo real, y son muy eficaces en una variedad de afecciones psiquiátricas (por ejemplo, prevención de recaídas en la esquizofrenia 1 y tratamiento de episodios maníacos agudos).
Sin embargo, los antipsicóticos de segunda gener...
Los antipsicóticos de segunda generación se usan ampliamente, con frecuencia sin licencia, en entornos clínicos del mundo real, y son muy eficaces en una variedad de afecciones psiquiátricas (por ejemplo, prevención de recaídas en la esquizofrenia 1 y tratamiento de episodios maníacos agudos).
Sin embargo, los antipsicóticos de segunda generación están asociados con varios eventos adversos extrapiramidales, algunos de los cuales son graves y pueden ser agudos o crónicos.
Tales eventos adversos podrían explicar, al menos en parte, la brecha de mortalidad encontrada en personas con trastornos psiquiátricos en general y esquizofrenia en particular, para los cuales los antipsicóticos de segunda generación tienen más probabilidades de estar indicados (aunque el tratamiento antipsicótico en sí parece salvar vidas entre pacientes con esquizofrenia).
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