La crisis COVID nos está afectando a todos, también a los jóvenes y ahora es su momento. El de aquellos de los que presumimos por ser la generación más solidaria, los más concienciados con el medio ambiente, preocupados por el cambio climático y por un sinfín de causas globales. Sin duda todas ellas realmente importantes, a las que ahora hay que sumarle un reto global más. La pandemia COVID exige el compromiso de todos, y en esta etapa particularmente de los jóvenes, cuyo protagonismo ha pasado a primer plano y con él, la necesidad de que se protejan, para cuidarse ellos mismo, pero también para cuidar a los demás. Esos otros que somos todos y particularmente sus padres y abuelos.
No es tiempo de reivindicaciones particulares, ni tampoco de reproches colectivos y mucho menos de tambores de huelga. No es menos cierto, que probablemente han estado olvidados durante las etapas más duras del confinamiento. Abandonados a su suerte, haciendo una transición tecnológica con sus propios recursos. Es el momento de poner en valor sus competencias digitales, su flexibilidad, su capacidad de afrontamiento y sobre todo su resiliencia.
Es tiempo de sumar. Cada uno individualmente tomando sus medidas, siendo capaz de adaptarse a las, más que probablemente mejorables propuestas para seguir su formación y su crecimiento personal. Es el momento de demostrar que son la mejor generación, viviendo el peor momento. Que son capaces crecer en la adversidad, de sacar su mejor versión de una manera altruista y generosa sin pedir nada cambio. Bueno a lo mejor si se están jugando algo y es el futuro. Un futuro para todos que les pertenece a ellos. Se trata de una cuestión de actitud, de sumar o de quejarse. Tú decides.
Javier Quintero es jefe de psiquiatría en el Hospital Universitario Infanta Leonor y director de PsiKids