La vitamina D es una hormona, una molécula lipofílica con baja solubilidad acuosa que se produce en la piel bajo la acción de la radiación UV. A partir de un precursor de 7-dehidrocolesterol, este se convierte en la vitamina D3, que se conoce también como colecalciferol y es casi inactiva, y necesita activarse para poder ejercer sus acciones metabólicas.
Sus funciones principales son aumentar de forma marcada la reabsorción intestinal de calcio y en menor medida la del fósforo, aumenta la reabsorción ósea, inhibir la síntesis de PTH y aumentar la reabsorción renal de calcio y fósforo, por tanto, tiene un efecto hipercalcemiante.
Además, se sabe que la vitamina D modula la biosíntesis de neurotransmisores y factores neurotróficos e interviene en la modulación de las respuestas inflamatorias, produciendo un potencial impacto en el estado clínico de los pacientes con trastornos mentales graves. Y también se ha observado que niveles sanguíneos reducidos de vitamina D se asocian a una peor evolución de los trastornos psicóticos y afectivos.
En la revista European Psychiatry se ha publicado un estudio que evalua el desequilibrio de la homeostasis del calcio en una muestra de pacientes hospitalizados y ambulatorios, referidos al Departamento de psiquiatría para explorar los niveles de Calcio, PTH y Vitamina D y su influencia en la gravedad clínica entre estos diferentes subgrupos. A todos los pacientes se les administró la escala Breve de Calificación Psiquiátrica (BPRS) para evaluar diferentes dominios de la psicopatología, además se evaluaron los niveles de vitamina D, calcio y PTH en todos los pacientes, y las características sociodemográficas y clínicas.
Los resultados del estudio concluyeron que los pacientes con menor nivel de vitamina D tienen mayor probabilidad de presentar mayor número de recaídas y de ser hospitalizados. Finalmente, los niveles séricos de vitamina D se correlacionaron negativamente con todas las subescalas de la BPRS.
En conclusión, niveles más bajos de vitamina D se correlacionan con un peor resultado clínico de los pacientes con diferentes diagnósticos psiquiátricos. Por tanto, este análisis destaca la importancia de evaluar de forma rutinaria los niveles de PTH, Vitamina D y calcio, especialmente en pacientes hospitalizados, ya que puede influir en su evolución. En consecuencia, al observar que la vitamina D repercute en la gravedad de los trastornos, podría representar un tratamiento complementario válido para estos pacientes.
A nivel de tratamientos y suplementación con vitamina D, teniendo en cuenta que los niveles óptimos se consideran >30 ng/dl, debemos saber que entre un 20-100% de la población tienen déficits de vitamina D, y esto se debe a una exposición insuficiente al sol. Por tanto, es muy importante recordar que debemos exponernos más al sol, ya que la vida media de la vitamina D de origen solar es el doble en comparación con la vitamina D sintética (pastillas). Finalmente, recordar que esta vitamina es muy importante y la necesitamos para llevar a cabo muchas funciones vitales.