La inteligencia artificial (IA) se emplea cada vez más en campos de la atención médica como oncología, radiología y dermatología. Sin embargo, el uso de la IA en la atención de la salud mental y la investigación neurobiológica ha sido modesto. Dada la alta morbilidad y mortalidad en las personas con trastornos psiquiátricos, jun...
La inteligencia artificial (IA) se emplea cada vez más en campos de la atención médica como oncología, radiología y dermatología. Sin embargo, el uso de la IA en la atención de la salud mental y la investigación neurobiológica ha sido modesto. Dada la alta morbilidad y mortalidad en las personas con trastornos psiquiátricos, junto con una escasez cada vez mayor de proveedores de atención de salud mental, existe una necesidad urgente de que la IA ayude a identificar a las personas de alto riesgo y proporcione intervenciones para prevenir y tratar las enfermedades mentales.
Si bien la investigación publicada sobre IA en neuropsiquiatría es bastante limitada, existe un número creciente de ejemplos exitosos del uso de IA con registros de salud electrónicos, imágenes cerebrales, sistemas de monitoreo basados en sensores y plataformas de redes sociales para predecir, clasificar, o subgrupos de enfermedades mentales, así como problemas como el suicidio.
Este artículo es el producto de un grupo de estudio celebrado en la conferencia del American College of neuropsychopharmacology en 2019. Proporciona una descripción general de los enfoques de la IA en la atención de la salud mental, que busca ayudar con el diagnóstico clínico, el pronóstico y el tratamiento, así como con los aspectos clínicos y tecnológicos.
Aunque la IA podría ayudar a redefinir las enfermedades mentales de manera más objetiva, identificarlas en una etapa prodrómica, personalizar los tratamientos y empoderar a los pacientes en su propio cuidado, debe abordar cuestiones de prejuicio, privacidad, transparencia y otras preocupaciones éticas. Estas aspiraciones reflejan la sabiduría humana, que está más fuertemente asociado que la inteligencia con el bienestar individual y social. Por lo tanto, la futura inteligencia artificial o sabiduría artificial podría proporcionar tecnología que permita una atención más compasiva y éticamente sólida para diversos grupos de personas.
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