El aprendizaje provoca cambios locales en la conectividad sináptica y cambios globales coordinados que afectan muchos aspectos del comportamiento. ¿Cómo producen los cambios sinápticos locales cambios de comportamiento globales?
En el Aplusia hermafrodita del molusco, después de enterarse de que la comida no es comestible, la memoria se expresa como un sesgo para rechazar un alimento y reducir las respuestas a ese alimento. Ahora mostramos que la memoria también se expresa como un sesgo aumentado para rechazar incluso un objeto no alimentario. El aumento del sesgo al rechazo se explica en parte por los cambios en las conexiones sinápticas de las mecanoaferentes primarias a las cinco neuronas seguidoras con roles bien definidos en la producción de diferentes comportamientos de alimentación. Anteriormente, se había demostrado que estos mecanoaferentes desempeñaban un papel en la consolidación de la memoria. Los cambios de conectividad diferían para cada neurona seguidora: la probabilidad de que las células estuvieran conectadas cambió; la excitación cambió a inhibición y viceversa; y la amplitud de conexión cambió. Por lo tanto, múltiples cambios neuronales en diferentes sitios subyacen a aspectos específicos de un cambio de comportamiento coordinado.
Los cambios en la conectividad entre mecanoaferentes y sus seguidores no pueden dar cuenta de todos los cambios de comportamiento expresados después del aprendizaje, lo que indica que también se cambian los sitios sinápticos adicionales.
El acceso al circuito que controla la alimentación puede ayudar a determinar la lógica y los mecanismos celulares mediante los cuales múltiples cambios sinápticos locales producen un cambio de comportamiento integrado y global.
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