Aunque la investigación sobre inteligencia Artificial (IA) se remonta a varias décadas, se ha vuelto cada vez más prominente en los últimos años debido a la aparición de Grandes Modelos de lenguaje (LLM) y chatbots como ChatGPT que tienen como objetivo imitar la conversación y el diálogo humanos.
Esto ha llevado a un renovado interés en el potencial de la IA para ayudar a la educación, particularmente a través de su potencial para mejorar el aprendizaje personalizado, así como los desafíos que presenta para la integridad académica y las preocupaciones generales sobre la seguridad y la privacidad.
En la adquisición de una segunda lengua, los desarrollos recientes en IA se basan en trabajos previos sobre el aprendizaje inteligente de idiomas asistido por computadora (iCALL) ( Schulze, 2008 ) y tienen como objetivo investigar cómo se puede mejorar el aprendizaje a través de materiales de aprendizaje personalizados, instrucción y retroalimentación (Hellmich y Vinall, 2021 ; Xiao y Park, 2021 ; Dai y Wu, 2023 ).
En el área de la retroalimentación, por ejemplo, los estudiantes de idiomas pueden utilizar la tecnología de inteligencia artificial para grabar su voz en sus computadoras o dispositivos móviles y luego recibir una puntuación y retroalimentación a través de un sistema de evaluación del habla (Dizon, 2020; Zou et al. , 2023a ) .
Además, los resultados del aprendizaje se pueden mejorar a través de actividades colaborativas en contextos de redes sociales cuando se utiliza la IA para practicar el habla ( Zou et al. , 2023b ). Más allá de la instrucción directa, la IA ha logrado avances significativos para hacer más eficientes los procesos administrativos, de desarrollo curricular y de evaluación ( Xu et al. , 2021 ).
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