El traumatismo craneal repetitivo proporciona un entorno favorable para la aparición de procesos inflamatorios y neurodegenerativos. El resultado de un traumatismo craneoencefálico duradero es la encefalopatía traumática crónica (ETC), un proceso de enfermedad bien conocido en los boxeadores, el personal militar y, más recientemente, en los jugadores de fútbol americano. La CTE es una enfermedad neurodegenerativa crónica con características distintivas de agregados tau (p-tau) hiperfosforilados y lesiones intercelulares de ovillos neurofibrilares. Los criterios para el diagnóstico de CTE requieren al menos 1-2 lesiones perivasculares focales de p-tau en la corteza cerebral, en la profundidad de los surcos. Estas lesiones patognomónicas se agregan en las neuronas y las células gliales, como los astrocitos, y los procesos celulares en la vecindad de los vasos sanguíneos pequeños. El CTE se presenta en un patrón de distribución topográfica distinto en comparación con otras tauopatías, como AD y otras astrogliopatías relacionadas con la edad. CTE también tiene un inicio insidioso, años después de un traumatismo craneal repetitivo. El curso de la enfermedad de CTE se caracteriza por disfunción cognitiva, cambios de comportamiento y puede progresar a la función motora alterada con manifestaciones de tipo parkinsoniano en etapas posteriores. Esta breve reseña pretende resumir el CTE en el fútbol profesional, la epidemiología, el diagnóstico basado en anomalías neuroanatómicas, la degeneración cognitiva y los efectos adversos para la salud mental, así como las lagunas en la literatura y las direcciones futuras en diagnóstico, terapéutica y medidas preventivas.
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