Autor/autores:
Sunhye Bai, Emily J. Ricketts, Hardian Thamrin...(et.al)
El estudio actual examinó los posibles vínculos bidireccionales entre el sueño desregulado y la gravedad de la ansiedad y la depresión a lo largo de 4 años, entre los jóvenes con antecedentes de trastorno de ansiedad. Los participantes fueron 319 jóvenes (de 11 a 26 años), que participaron previamente en un gran ensayo controlado al...
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El estudio actual examinó los posibles vínculos bidireccionales entre el sueño desregulado y la gravedad de la ansiedad y la depresión a lo largo de 4 años, entre los jóvenes con antecedentes de trastorno de ansiedad.
Los participantes fueron 319 jóvenes (de 11 a 26 años), que participaron previamente en un gran ensayo controlado aleatorio multisitio para el tratamiento de trastornos de ansiedad pediátricos. Participaron en cuatro visitas anuales que incluyeron elementos de autoinforme de sueño desregulado y entrevistas semiestructuradas de informantes múltiples sobre ansiedad y depresión.
El sueño desregulado se asoció bidireccionalmente con la gravedad de los síntomas de ansiedad y depresión clasificada por el médico en la adolescencia y la edad adulta. Sin embargo, estas relaciones bidireccionales fueron atribuibles a los niveles medios de sueño desregulado de los jóvenes y a la gravedad de la ansiedad y la depresión durante los 4 años.
Las elevaciones en el sueño desregulado en cada visita, en relación con los niveles medios, no predijeron una peor ansiedad o severidad de la depresión 1 año después. Del mismo modo, las elevaciones específicas de la visita en la severidad de la ansiedad y la depresión, a diferencia de los niveles promedio, no predijeron niveles más altos de sueño desregulado en la próxima visita.
Tener niveles más altos de sueño desregulado o problemas de internalización más severos durante el período de cuatro años, en lugar de informar un aumento relativo en la gravedad de los síntomas en una visita en particular, representaba un mayor riesgo de mala salud mental. Las intervenciones deben continuar evaluando y tratando los problemas de sueño persistentes junto con la ansiedad y la depresión.
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