Autor/autores:
Line C. Gjerde; Espen Moen Eilertsen; Ted Reichborn-Kjennerud...(et.al)
Estudios previos han encontrado asociaciones significativas entre la depresión perinatal y la depresión posparto y los problemas de conducta infantil (CBP). El presente estudio investiga si las asociaciones permanecen en un diseño longitudinal prospectivo ajustado para la confusión familiar. La muestra comprendía 11.599 familias, incluyendo 17.830 hermanos del e...
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Estudios previos han encontrado asociaciones significativas entre la depresión perinatal y la depresión posparto y los problemas de conducta infantil (CBP). El presente estudio investiga si las asociaciones permanecen en un diseño longitudinal prospectivo ajustado para la confusión familiar.
La muestra comprendía 11.599 familias, incluyendo 17.830 hermanos del estudio noruego de la madre y el niño de la cohorte. Las madres informaron síntomas depresivos en las semanas 17 y 30 de gestación, así como 6 meses, 1,5, 3 y 5 años después del parto. La depresión de los padres se midió en la semana 17 de gestación. En los últimos tres puntos de tiempo, se evaluaron simultáneamente los problemas de internalización y externalización del niño. Se realizaron análisis multinivel para internalizar y externalizar los problemas por separado, utilizando la depresión parental como predictores. Los análisis se repitieron utilizando un diseño de comparación de hermanos para ajustar la confusión familiar.
Todos los puntos depresivos parentales se asociaron significativamente y positivamente con los problemas de internalización y externalización del niño. Sin embargo, después de la comparación entre hermanos, sólo la depresión materna simultánea se asoció significativamente con la internalización [estimación = 2,82 (1,91-3,73, IC del 95%)] y problemas de externalización [estimación = 2,40 (1,56-3,23, IC del 95%)]. El efecto de la depresión materna concurrente sobre los problemas de internalización aumentó con la edad del niño.
Nuestros resultados no apoyan la idea de que la depresión materna perinatal es particularmente perjudicial para el desarrollo psicológico de los niños, ya que los efectos más sólidos se encontraron para la depresión materna que ocurren durante los años preescolares.
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