Autor/autores:
Pompili E; Carlone C; Silvestrini C...(et.al)
La agresión es un comportamiento con orígenes evolutivos, pero en la sociedad actual a menudo es a la vez destructivo e inadaptado. Se ha observado un aumento del comportamiento agresivo en una serie de enfermedades mentales graves, y representa un desafío clínico para el proveedor de servicios de salud mental. Estos fenómenos pueden conducir a conductas da&ntild...
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La agresión es un comportamiento con orígenes evolutivos, pero en la sociedad actual a menudo es a la vez destructivo e inadaptado. Se ha observado un aumento del comportamiento agresivo en una serie de enfermedades mentales graves, y representa un desafío clínico para el proveedor de servicios de salud mental. Estos fenómenos pueden conducir a conductas dañinas, incluida la violencia, lo que representa un grave problema de salud pública. La agresión es a menudo una razón para la hospitalización psiquiátrica, y a menudo conduce a estancias hospitalarias prolongadas, sufrimiento de los pacientes y sus víctimas, y un aumento de la estigmatización. Además, tiene un efecto sobre el uso y los costos de la atención médica en términos de mayor duración de la estadía, más reingresos y mayor consumo de drogas.
MATERIALES Y MÉTODOS:
En esta revisión, basada en una búsqueda selectiva de la literatura pertinente de 2010-2016 en PubMed, analizamos y resumimos información de artículos originales, reseñas y capítulos de libros sobre agresión y trastornos psiquiátricos, discutiendo la base neurobiológica y la terapia del comportamiento agresivo.
Se ha revelado un gran desafío con respecto a la neurobiología de la agresión, y la integración de este conjunto de conocimientos mejorará en última instancia el diagnóstico clínico y las intervenciones terapéuticas. La gran heterogeneidad de la conducta agresiva aún obstaculiza nuestra comprensión de sus mecanismos causales. Sin embargo, en los últimos años, la identificación de subtipos específicos de agresión ha liberado las posibilidades de enfoques de tratamiento nuevos e individualizados.
Los estudios de neuroimagen pueden ayudar a dilucidar aún más la interrelación entre el funcionamiento neurocognitivo, los rasgos de personalidad y el comportamiento antisocial y violento. Los estudios recientes apuntan a objetivos neuroconductuales manipulables y sugieren que los enfoques de tratamiento cognitivo, farmacológico, neuromodulador y de neurofeedback se pueden desarrollar para mejorar la urgencia y la agresión en la esquizofrenia. Estos enfoques combinados podrían mejorar la eficacia del tratamiento. Como las intervenciones farmacológicas y terapéuticas actuales son efectivas pero imperfectas, las nuevas percepciones sobre la neurobiología de la agresión revelarán nuevas vías para el tratamiento de este comportamiento destructivo y costoso.
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