Autor/autores:
Pierre-Michel Llorca; Julio Bobes; W. Wolfgang Fleischhacker...(et.al)
El estudio Antipsychotic Long-acTing injection in schizOphrenia (ALTO) fue un estudio no intervencionista en varios países europeos que examinó la prescripción de antipsicóticos inyectables de acción prolongada (LAI) para identificar las características sociodemográficas y clínicas de los pacientes que reciben y los médicos que prescri...
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El estudio Antipsychotic Long-acTing injection in schizOphrenia (ALTO) fue un estudio no intervencionista en varios países europeos que examinó la prescripción de antipsicóticos inyectables de acción prolongada (LAI) para identificar las características sociodemográficas y clínicas de los pacientes que reciben y los médicos que prescriben LAI. ALTO fue también el primer estudio a gran escala en Europa que informó sobre el uso de IAF antipsicóticos de primera o segunda generación (FGA o SGA).
Los pacientes con esquizofrenia que recibieron un FGA o SGA-LAI se inscribieron entre junio de 2013 y julio de 2014 y se clasificaron como usuarios frecuentes o incidentes. Las evaluaciones incluyeron medidas de la gravedad de la enfermedad, el funcionamiento, la percepción, el bienestar, las actitudes hacia los antipsicóticos y la calidad de vida.
Para los 572 pacientes, la gravedad de la enfermedad fue generalmente de leve a moderada y la mayoría estaban desempleados y / o retirados socialmente. 331/572 fueron usuarios de antipsicóticos LAI prevalentes; de los cuales 209 recibieron FGA-LAI. La paiperidona fue el SGA-LAI prescrito más comúnmente (el 56% de los usuarios que presentaron un incidente, el 21% de los usuarios prevalentes). 337/572 (58.9%) se consideraron en riesgo de no adherencia. Los usuarios prevalentes de LAI tenían una tendencia hacia mejores niveles de introspección (ítem PANSS G12). Los usuarios incidentes de FGA-LAI tenían una enfermedad más grave, un funcionamiento global más deficiente, una calidad de vida más baja, tasas más altas de incumplimiento y tenían más probabilidades de tener una falta de conocimiento informada por los médicos.
Estos resultados indican un patrón más bajo de uso de FGA-LAI, reservado por los prescriptores para pacientes aparentemente más difíciles de tratar y los que tienen menos probabilidades de adherirse a la medicación oral.
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