Un análisis de los cerebros de más de 750 niños y adolescentes revela una diferencia fundamental en la arquitectura del cerebro entre los que presentan trastorno de hiperactividad con déficit de atención (TDAH) y los que no lo padecen. Según un nuevo estudio, los niños y adolescentes con TDAH ven disminuida la rapidez con la que sus cerebros forman las conexiones internas y entre redes cerebrales clave frente a otros menores de la misma edad.
El resultado, según los datos publicados en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), es que las conexiones entre una red cerebral que controla el pensamiento internamente dirigido (como soñar despierto) y redes que permiten a una persona centrarse en tareas dirigidas externamente están menos maduras. Ese retraso en el desarrollo de la conexión puede ayudar a explicar por qué las personas con TDAH se distraen fácilmente o tienen dificultades para mantener la concentración.
Los nuevos hallazgos y los métodos utilizados pueden algún día permitir a los médicos usar escáneres cerebrales para diagnosticar el TDAH y hacer un seguimiento de cómo de bien responde una persona al tratamiento. Este tipo de "biomarcador" de neuroimagen todavía no existe para el TDAH o cualquier condición psiquiátrica.
El equipo de autores de este trabajo, científicos del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), empleó técnicas de computación altamente avanzadas para analizar un gran número de imágenes detalladas del cerebro que fueron compartidas públicamente por los investigadores.
El autor principal, Chandra Sripada, y sus colegas examinaron los escáneres cerebrales de 275 niños y adolescentes con TDAH y otros 481 sin la condición, usando métodos "conectómicos" que pueden mapear la interconectividad entre las redes en el cerebro.
Las exploraciones, mediante el uso de escáneres de imágenes de resonancia magnética (fMRI), muestran una actividad cerebral durante el estado de reposo, lo que permite ver cómo un número de diferentes redes cerebrales, cada una especializada para ciertos tipos de funciones, se comunica interiormente y entre ellas mismas.
Los investigadores encontraron retrasos en el desarrollo de la conexión dentro de la red interna, llamada red en modo automático o DMN, y de las conexiones entre DMN y dos redes que procesan tareas enfocadas externamente, a menudo llamadas redes de trabajo positivo o RPT. Incluso, los expertos pudieron ver que las demoras en el desarrollo de las conexiones de dos redes relacionadas, las de atención frontoparietal y ventral, se localizaron principalmente en dos áreas específicas del cerebro.
Los nuevos hallazgos encajan bien con lo que otros expertos han encontrado mediante el examen de la estructura física de los cerebros de personas con y sin TDAH por otras vías. Este tipo de investigación ya ha mostrado alteraciones en regiones dentro de DMN y RPT, por lo que los nuevos hallazgos se basan en esta comprensión y se suman a ella.
Los resultados también son relevantes para analizar el transcurso del TDAH desde la infancia a la edad adulta. Por ejemplo, algunos niños y adolescentes "crecen fuera" de la enfermedad, mientras que para otros el trastorno persiste en la edad adulta, por lo que estudios futuros sobre la maduración de la red cerebral en el TDAH podrían arrojar luz sobre la base neural de esta diferencia.
CONFÍAN EN QUE MEJORE EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
"Estamos interesados en entender los mecanismos neurales del TDAH con la esperanza de poder contribuir a un mejor diagnóstico y tratamiento", afirma Sripada, profesor asistente y psiquiatra titular en el Departamento de Filosofía de la UM y miembro del Centro de Medicina Computacional y Bioinformática de la UM. "Pero sin la base de datos de imágenes de resonancia magnética funcional y el espíritu de colaboración que permitió recopilarlos y compartirlos, nunca se habría llegado a este punto", destaca.
"Los resultados de este estudio establecen el escenario para la siguiente fase de esta investigación, que es examinar los componentes individuales de las redes que tienen el retraso madurativo", adelanta. "Este trabajo proporciona una comprensión importante y ahora queremos examinar este fenómeno de una manera más detallada que nos pueda llevar a un verdadero marcador biológico para el TDAH", añade.
Sripada también señala que podrían emplearse la conectómica para examinar otros trastornos con raíces en la conectividad cerebral, incluyendo el autismo, que algunas pruebas han sugerido que proviene de un exceso de maduración de algunas redes del cerebro, y la esquizofrenia, que puede derivarse de conexiones anormales. El agrupamiento de más datos de fMRI de personas con estas condiciones, así como depresión, ansiedad, trastorno bipolar y otros, podría impulsar estudios de conectómica en esos campos.
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