Teoría de la emoción propuesta por William James y Carl George Lange (1834-1900) en 1884. Para James la emoción se produce por la repercusión en la conciencia de los trastornos periféricos provocados al percibir un objeto (estamos tristes porque lloramos).
La teoría de James-Lange sugiere que las emociones tienen una base física en el cuerpo. Cuando vemos algo emocional, ocurren cambios en el cuerpo, y estos cambios conforman nuestra experiencia emocional.
James explicó la teoría en su libro "Los principios de la psicología": escribe que “sentimos pena porque lloramos, enojados porque golpeamos, asustados porque temblamos, y no lloramos, golpeamos o temblamos, porque lo sentimos, enojado, o temeroso, según sea el caso ". En otras palabras, nuestras reacciones emocionales consisten en nuestras respuestas físicas a eventos potencialmente emocionales en el entorno. James sugiere que estas reacciones físicas son clave para nuestras emociones y que, sin ellas, nuestras experiencias serían “pálidas, incoloras y desprovistas de calidez emocional”.
Esta teoría se oponía a la idea proveniente del sentido común, en donde la percepción conllevaba una emoción y esta provocaba una reacción fisiológica. Tanto James como Lange proponían un modelo en el que la reacción fisiológica ante el estímulo era la que provocaba la emoción. Un ejemplo clásico de James es el del oso: el sentido común nos dice que el ver un oso provoca miedo, lo cual nos impulsa a correr. James dice que la respuesta adecuada ante un oso es correr, lo cual impulsa a sentir miedo.
En el estudio de la biopsicología de la emoción, esta teoría es un hito muy importante, al buscar un mecanismo fisiológico para las emociones. Aunque ya superada, no hay manual de psicología o psicobiología que se precie que no le dedique un apartado. La teoría se superó en los años 1920 al proponerse la teoría de Cannon-Bard, según esta teoría los estímulos emocionales tienen dos efectos excitatorios independientes: provocan tanto el sentimiento de la emoción en el cerebro, como la expresión de la emoción en los sistemas nerviosos autónomo y somático. Es decir, tanto la emoción como la reacción ante un estímulo serían simultáneas.