Autor/autores:
Helen L. Fisher
El artículo de Kirkbride et al en este número de la revista presenta una visión general magistral y completa de la evidencia existente que demuestra asociaciones entre una variedad de experiencias y circunstancias sociales adversas y el desarrollo y la persistencia de enfermedades mentales. Procede proporcionando un grito de guerra para una revolución que derribe el en...
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El artículo de Kirkbride et al en este número de la revista presenta una visión general magistral y completa de la evidencia existente que demuestra asociaciones entre una variedad de experiencias y circunstancias sociales adversas y el desarrollo y la persistencia de enfermedades mentales.
Procede proporcionando un grito de guerra para una revolución que derribe el enfoque dominante de los psiquiatras y los modelos de asignación de recursos de los comisionados de servicios para el tratamiento de los trastornos mentales existentes.
Piden que este enfoque predominante ceda terreno sustancial para dar paso a estrategias de prevención primaria que aborden los determinantes sociales clave de las enfermedades mentales.
Destacan en particular las propiedades modificables de los determinantes sociales como objetivos prometedores para las intervenciones preventivas destinadas a rejuvenecer el campo, en gran medida estancado, de la innovación en el tratamiento en psiquiatría.
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