Autor/autores:
Subhadip Paul y Sagnik Bhattacharyya
Aunque las alteraciones en las estructuras del lóbulo temporal medial se han asociado previamente con el uso de cannabis, una de las drogas ilícitas más ampliamente utilizadas, no está claro si tales alteraciones son una causa o un efecto del consumo de cannabis.En este estudio observacional transversal que incluyó 404 gemelos / hermanos, hemos comparado el groso...
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
Aunque las alteraciones en las estructuras del lóbulo temporal medial se han asociado previamente con el uso de cannabis, una de las drogas ilícitas más ampliamente utilizadas, no está claro si tales alteraciones son una causa o un efecto del consumo de cannabis.
En este estudio observacional transversal que incluyó 404 gemelos / hermanos, hemos comparado el grosor cortical y el área superficial entre grupos de pares de hermanos emparejados por género (cannabis concordante no expuesto, expuesto concordante y discordante para la exposición al cannabis) usando pruebas de permutación después de controlar el potencial confunde. Se usó un modelo poligénico bi-variable para evaluar las contribuciones genéticas y ambientales subyacentes a los fenotipos morfológicos corticales y la frecuencia del uso de cannabis.
El grosor cortical de la corteza entorrinal derecha fue significativamente menor en los hermanos expuestos concordantes en comparación con los grupos expuestos discordantes no expuestos y discordantes [tasa de descubrimiento falso (FDR) -corregida, q <0,05]. La asociación entre el grosor de la corteza entorrinal derecha y la frecuencia del uso de cannabis se debe a la contribución de factores genéticos aditivos compartidos significativos (ρg = -0.19 ± 0.08; p = 0.02) pero no al entorno único (ρ e = 0.05 ± 0.09; p = 0.53). El área superficial significativamente inferior de la corteza entorrinal derecha en el grupo expuesto discordante en comparación con el grupo no expuesto discordante proporciona evidencia preliminar en apoyo del efecto causal del consumo de cannabis (corregido con FDR, q <0.05). Sin embargo, el análisis basado en modelos poligénicos bi-variados no mostró ningún efecto significativo.
La responsabilidad genética compartida puede ser la base de la asociación entre la exposición al cannabis y la corteza entorrinal derecha más delgada. Se necesitan estudios longitudinales prospectivos para desenredar definitivamente las relaciones causa-efecto del consumo de cannabis.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www.cambridge.org
