El consumo de marihuana medicinal se ha legalizado en varios estados de Estados Unidos y también puede consumirse con ciertos controles en países como Uruguay, Holanda o Canadá. Hay mucha confusión acerca de los riesgos de esta sustancia. Mientras, en España, entre los jóvenes de entre 15 y 24 años, más del 50 por ciento las urgencias psiquiátricas están causadas por el consumo de cánnabis.Las autoridades sanitarias madrileñas hablan de "epidemia".
¿Cómo es de peligrosa? ¿La alerta está justificada? ¿Hay determinadas personas más propensas a desarrollar patologías psiquiátricas por consumir cannabis?
El doctor Néstor Szerman, uno de los mayores expertos en este país en conductas adictivas, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, y Jefe de los Servicios de Salud Mental Retiro del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, hace hincapié en el desconocimiento del producto desde el punto de vista científico.
“Se habla muy poco de ciencia en cuanto al cánnabis. Los partidos políticos y la sociedad ponen énfasis en el debate a favor o en contra, pero pocos acuden a la realidad científica”, asegura Szerman, que señala que la población que más debe preocupar en el consumo de todo tipo de sustancias “son los adolescentes”.
El THC es la sustancia que provoca que el cánnabis sea “la más psicotizante frente a cualquier droga”. Esto puede provocar que en aquellas personas que tengan más propensión a sufrir brotes psicóticos, aumente el riesgo de padecerlos.
“Criticar el consumo de cánnabis era de mojigato”
Tanto Nacho Carretero como Sergio del Molino han coincidido en que la imagen de fumar un porro ha sido siempre vista desde un punto social, pero que incidir en el riesgo ha tenido siempre una mirada crítica, “se veía como algo moralista, aunque los hechos han demostrado los efectos graves de su consumo”. Carretero subraya que, en sus conversaciones con los narcotraficantes gallegos para escribir ‘Fariña’, ellos diferenciaban entre ‘hachís’ y el resto de drogas. “No sentían culpabilidad ni consciencia de vender una sustancia que afectaba a la salud”.
El cambio en la perspectiva social en cuanto a las sustancias que se prohíben o no, Néstor Szerman apuntilla: “La sociedad elige qué sustancia es ilegal o no; es una hipocresía general en todas las culturas”.
