Resumen
Las actitudes hacia la marihuana están cambiando, la prevalencia del trastorno por consumo de cannabis del DSM-IV ha aumentado, y en el DSM-5 modificaron los criterios del trastorno por consumo de cannabis. Por lo tanto, se necesita información actualizada sobre la prevalencia, las características demográficas, comorbilidad psiquiátrica, discapacidad, y tratamiento para el trastorno por consumo de cannabis del DSM-5. En 2012-2013, 36,309 participantes ? 18 años de edad fueron entrevistados en la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas-III. Los trastornos psiquiátricos y por abuso de sustancias se evaluaron con los Trastornos por Consumo de Alcohol y la Entrevista de Discapacidades Asociadas Programa-5.
La prevalencia de 12 meses y el trastorno por consumo de cannabis fueron 2,5% y 6,3%. Entre aquellos con 12 meses y diagnósticos de vida, los días promedio de consumo de marihuana por año fueron 225,3 (SE = 5,7) y 274,2 (SE = 3,8). Las probabilidades a los 12 meses y el trastorno por consumo de cannabis de por vida fueron mayores para los hombres, los nativos americanos, los individuos solteros, aquellos con bajos ingresos, y los adultos jóvenes (por ejemplo, entre las edades de 18-24 años frente ? 45: odds ratio para el trastornoa los 12 meses, 7,2; intervalo de confianza del 95%, 05/05 a 09/05). El trastorno por consumo de cannabis se asoció con otros trastornos por uso de sustancias, trastornos afectivos, ansiedad y trastornos de la personalidad. Doce meses de trastorno por consumo de cannabis se asoció con la discapacidad. A medida que aumenta la gravedad del trastorno, prácticamente todas las asociaciones se hicieron más fuertes. Sólo el 13,2% con trastorno por consumo de cannabis de por vida participó en programas de 12 pasos o tratamiento profesional.
El trastorno por consumo de cannabis del DSM-5 es frecuente, asociado con comorbilidad y discapacidad, y en gran parte sin tratar. Los resultados sugieren la necesidad de mejorar la prevención y educar a los responsables públicos, profesionales y políticos sobre posibles daños asociados con trastornos por consumo de cannabis y las intervenciones disponibles.
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