La Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL), junto con la Alianza Europea sobre Políticas de Alcohol (Eurocare) han criticado que la "influencia" de la industria del alcohol ha "debilitado" el informe de iniciativa sobre Enfermedades No Transmisibles de la Subcomisión de Salud Pública (SANT), que se votará este martes en el seno del Parlamento Europeo.
En este contexto, ambas asociaciones instan a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo a "tomar la decisión correcta" en la votación, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que "el documento tiene un gran potencial para abordar áreas clave para la prevención de enfermedades no transmisibles".
El documento presenta algunas enmiendas a las secciones relacionadas con el alcohol, que son, a juicio de ambas entidades, "el resultado del lobby y la influencia de la industria del alcohol, que no debería tener ningún papel en la formulación de la política sanitaria".
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Tal y como recuerdan, el alcohol es un factor causal de más de 200 enfermedades no transmisibles, afecciones y lesiones, entre ellas, cáncer, enfermedades hepáticas, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Europa es la región del mundo con mayor consumo de alcohol y, en consecuencia, la que presenta el nivel más elevado de daños y muertes por alcohol.
"El alcohol es un carcinógeno humano del grupo uno y se asocia a más de 740.000 nuevos casos de cáncer al año en todo el mundo", han advertido.
En la presentación del informe de la 'Comisión EASL-Lancet', Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró que "cada año, casi 300.000 personas mueren prematuramente en Europa por problemas hepáticos". Estos vienen determinados por el consumo de alcohol de la población."En su afán por maximizar los beneficios, la industria del alcohol obstaculiza de forma activa y agresiva las políticas destinadas a reducir los daños y las muertes causadas por el alcohol.
Lo hacen a pesar de las claras pruebas de la eficacia de estas políticas, en su deseo de maximizar los beneficios", han reiterado desde ambas entidades."Eurocare condena la alineación de algunos de los miembros del Parlamento Europeo responsables del Informe sobre enfermedades no transmisibles (ENT) con los argumentos respaldados por la industria del alcohol.
Seguimos comprometidos a supervisar de cerca las acciones de los eurodiputados implicados en este informe crítico y a distinguir a aquellos que priorizan la evidencia científica de aquellos que priorizan los intereses financieros", ha declarado la secretaria general de Eurocare, Florence Berteletti.
EASL y Eurocare instan a los responsables políticos a votar a favor de políticas "basadas en la evidencia" para reducir el consumo de alcohol, y así reducir la enorme carga de daños sanitarios, sociales y económicos causados por el mismo. Las intervenciones basadas en la evidencia que reducen el consumo de alcohol en la población son eficaces y rentables para reducir los efectos nocivos para la salud, sociales y económicos.
Por lo tanto, instan a los eurodiputados a rechazar el voto en bloque dos (para las enmiendas de compromiso 3,6,7 + considerandos).
"De hecho, tomadas en conjunto, estas enmiendas de compromiso se contradicen entre sí y son incoherentes con las claras pruebas científicas sobre las implicaciones adversas para la salud del consumo de alcohol", han declarado.
También han pedido a los eurodiputados que rechacen las enmiendas de compromiso del apartado 3, del apartado 6 y del apartado 7 porque su redacción es "engañosa", al "socavar" el hecho de que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol.
"Los responsables de la toma de decisiones tienen que cumplir el derecho de sus ciudadanos a obtener información sanitaria básica sobre el alcohol. En la actualidad, el 97 por ciento del vino y más del 75 por ciento de las bebidas espirituosas no llevan información sobre los ingredientes", ha afirmado la secretaria general de Eurocare, Florence Berteletti.
"Está claro que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol y que todo consumo de alcohol conlleva un cierto riesgo. Los productos alcohólicos deberían llevar advertencias sanitarias obligatorias, una lista completa de ingredientes y una declaración nutricional", afirma el profesor Frank Murray, miembro del comité de Política, Salud Pública y Promoción de la EASL.
Además, ha añadido que la "influencia" de la industria del alcohol en la política sanitaria es "perjudicial" y "debe cesar". "Los ciudadanos europeos tienen derecho a estar informados sobre el riesgo del consumo de alcohol y protegidos de los intereses de la industria del alcohol", ha concluido.
