Este artículo revisa desde un punto de vista evolutivo las relaciones de balance positivo que a veces se establecen entre el captor y su víctima. Nos centramos principalmente en los primates ya que estos comparten con nosotros un alto nivel de organización social. Concluimos que no solo las estrategias de sumisión ?apaciguamiento son las que vemos en los abusos domésticos e infantiles sino que ocasionalmente vemos estrategias de reconciliación-verdaderos sentimientos positivos entre agresor y víctima como los descritos en el Síndrome de Estocolmo. Finalmente ligamos las estrategias de sumisión al cerebro paleo-mamífero mientras que vinculamos la reconciliación al cerebro neo-mamífero.