[ABSTRACT] According to DSM-IV, the generalized anxiety disorder is defined as an excessive expectation and apprehension about a wide range of events; this concern lasts longer than six months. Cognitive, physiological and motor symptoms are evidenced. The patient experiences muscular tension, fatigue, irritability, sleep disorders, heart beating, and avoidance behaviour. Also cognitive distortions, overrating the probability of the feared event or its severity, as well as underestimation of the individual?s coping strategies and the possibility of getting help form other people.
In the clinical case presented here, a patient suffering generalized anxiety disorder has been treated with a set of cognitive-behavioural technique. The instruments used to evaluate the case were the Inventory of Situations and Responses of Anxiety ?ISRA-(Miguel-Tobal y Cano-Vindel, 1994), Beck?s Depression Inventory ?BDI- (adapted and validate for Spanish population by Sanz and Vázquez, 1997; Vázquez and Sanz, 1997a, 1997b), Solving and Coping?s Problem Inventory (Miguel-Tobal and Casado-Morales, 1992) and the Wolpe?s Fear Survey ?FSSIII- (Wolpe, 1969). The DSM-IV criteria were used to diagnose the General anxiety Disorder.
The therapeutical process included 12 sessions: three for pre-treatment assessment, eight for intervention and one for follow up. During the intervention techniques such as cognitive restructuring, stop thinking strategies, social skills training, exposure and progressive relaxation were used.
The results obtained indicate that there were positive changes followed the intervention, reflected in the assessment instruments and expressed verbally by the patient.
Specifically, changes were produced in the modification of distorted thoughts, the physiological symptoms were reduced and social abilities were acquired by the patient, allowing her to face more successfully ordinary life situations which used to cause her apprehension.Según el DSM IV, el trastorno de ansiedad generalizada puede definirse como preocupación excesiva, ansiedad y expectación aprehensiva sobre una amplia gama de acontecimientos, que se prolonga más de seis meses. En este trastorno se presenta sintomatología tanto cognitiva y fisiológica como motora. La persona puede experimentar tensión muscular, fatiga, irritabilidad, alteraciones del sueño, palpitaciones, así como conductas de evitación. También presenta distorsiones cognitivas referidas a una sobrevaloración de la probabilidad de que ocurra un suceso temido, o sobre su severidad, así como infravaloración de sus recursos de afrontamiento y de la posibilidad de recibir ayuda de otros.
A continuación se presenta un caso clínico de una paciente diagnosticada con un trastorno de ansiedad generalizada donde se ha utilizado para el tratamiento un paquete de técnicas cognitivo-conductuales.
Los instrumentos utilizados para la evaluación del caso fueron el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad ?ISRA- (Miguel-Tobal y Cano Vindel, 1994), el Inventario de depresión de Beck ?BDI- (versión adaptada y validada en población española por Sanz y Vázquez, 1997, Vázquez y Sanz, 1997a, b), el Inventario de Solución y Afrontamiento de problemas ?ISAP- (Miguel-Tobal, J y Casado Morales, M.I., 1992) y el Inventario de Temores de Wolpe (FSSIII) (Wolpe 1969). De igual forma, se diagnosticó el Trastorno de Ansiedad Generalizada a través de los criterios del DSM IV.
El proceso terapéutico estuvo constituido por 12 sesiones: tres de evaluación pre-tratamiento, ocho de intervención y una de seguimiento y evaluación final. Durante la intervención se utilizaron técnicas como la reestructuración cognitiva, parada de pensamiento, entrenamiento en habilidades sociales, exposición, y relajación progresiva de Jacobson.
Los resultados obtenidos indican que hubo cambios positivos después de la intervención, reflejados en los instrumentos de evaluación y verbalmente por la propia paciente. Particularmente se produjeron cambios en la modificación de pensamientos distorsionados, la disminución de la sintomatología fisiológica y en la adquisición de habilidades que le permitieron a la paciente afrontar con mayor éxito las situaciones de la vida cotidiana que le causaban síntomas de ansiedad.