En este trabajo se presenta el caso clínico de una adolescente de 12 años de edad que presenta diagnóstico de Tricotilomanía (trastorno de arrancarse el pelo). Se identifican como principales antecedentes y/o estímulos que generaban los episodios de tricotilomanía ciertas situaciones en las que tenía que interaccionar con iguales y otras en las que el profesorado le demandaba llevar a cabo ciertas actuaciones en público, lo cual vivía con un nivel muy alto de ansiedad que posteriormente regulaba con la conducta de tricotilomanía. Los principales objetivos terapéuticos que se plantean son los siguientes: reducir la frecuencia de los episodios de arrancarse el pelo, disminuir la sintomatología ansioso-depresiva y conseguir un mejor funcionamiento en el ámbito social y escolar. Para ello se emplea una intervención de tipo cognitivo-conductual. Los resultados obtenidos son positivos, debido a que se produce un descenso de la conducta problema y también de la ansiedad social, aunque estos datos son provisionales ya que es fundamental esperar a la aplicación completa del tratamiento para establecer conclusiones definitivas acerca de la eficacia del mismo en la mejoría clínica observada.