El bullying representa acoso, y se puede manifestar en todos los ambientes sociales, fundado en el abuso de poder. Se expresa a través de conductas amenazantes tendientes a provocarle algún tipo de pérdida (material, física, afectiva) a aquel elegido como víctima. Se consideran 3 casos, 2 varones de 14 y 16 años, y una mujer de 14 años, sometidos a este tipo de acoso, que llegaron a la consulta psiquiátrica por intento de suicidio, TOC y autoflagelaciones asociadas a bulimia, respectivamente. Dos de los casos recibieron atención hospitalaria, incluida la internación por sus conductas de riesgo de vida para sí; mientras tanto, uno de los casos sólo ha recibido atención ambulatoria privada. A partir de la anamnesis y el seguimiento, se intentan analizar las características individuales y contextuales, con el objeto de determinar las causas sociales que provocan este tipo de agresión, como así también la etiología de la signosintomalogía de consulta. En todos los casos, se pudo observar YO débil asociado a familias sobreprotectoras y disfuncionales, núcleo familiar donde debe germinarse la construcción de la identidad, la individualización, o bien la indiferenciación y la alienación, el crisol donde se hacen y deshacen los nudos de los lazos y se conjugan sentimientos positivos y negativos, lazos familiares que también pueden ser violentos, abusivos y fuera de la ley. La violencia, entonces, se presenta con las características de la urgencia y la crisis, para todos los protagonistas incluidos los terapeutas y los representantes de la Ley.