Las diversas modalidades visibles e invisibles de la violencia producen impactos profundos en la vida cotidiana y en la salud mental. Desde una perspectiva interdisciplinar, se abordará sus complejas relaciones, considerando tanto los aspectos micro como macrosociales sobre el fenómeno de la violencia, con enfoque en las violencias culturales y estructurales que son naturalizadas y normalizadas, y que se constituyen como las raíces de la producción de subjetividades y comportamientos individuales o grupales violentos. Se abordará también la Salud Mental de forma amplia, en donde el concepto de “funcionamiento normal” es relativo al contexto en que se desarrolla las relaciones violentas y las crisis orgánicas y psicológicas deben ser comprendidas no solo desde el punto de vista individual, también por medio de sus referentes familiares, comunitarios, sociales, culturales y políticos, o sea, de la organización sociopolítica que promueve, permite y legitima las relaciones de poder y la cultura de la violencia.
Desde esa perspectiva, la psicoterapia individual o grupal no es suficiente, porque las condiciones sociales y culturales violentas y enfermizas continúan las mismas. Comprender las modalidades invisibles y, por tanto, inconscientes del complejo fenómeno de la violencia, desde el contexto en que se desarrolla los comportamientos violentos, permite elaborar proyectos, instrumentos, variables y categorías de análisis más adecuados a las investigaciones psicosociales sobre esta problemática, así como pensar en políticas públicas que transformen estas condiciones, promoviendo contextos no violentos y saludables.