La conducta suicida es una variable de enorme importancia clínica y de difícil manejo en las urgencias hospitalarias. Las conductas autolesivas sin finalidad suicida se presentan como un factor de riesgo para el suicidio, y ambas forman parte del mismo espectro fenomenológico. No obstante, podemos distinguirlas en tres aspectos fundamentales: la intencionalidad, la repetitividad y la letalidad.
Asimismo, de igual forma que para los intentos de suicidio, existen factores predisponentes, precipitantes y de vulnerabilidad específicos de estas conductas. Una detección precoz y un manejo específico y protocolizado se señalan como aspectos destacables en el abordaje de estos síntomas/epifenómenos en la urgencia hospitalaria.