Numerosos estudios confirman la relación entre el trastorno de alimentación (TA) y el abuso de sustancias: hay sujetos con TA que recurren al consumo de sustancias y también drogodependientes que desarrollan TA. El actual trabajo pretendía investigar el binomio T.A.-dependencia de drogas. La muestra la constituían 372 sujetos: 122 (33%) mujeres y 250 (67%) varones) diagnosticados de dependencia de sustancias (alcohol incluído) y su comorbilidad -primaria o secundaria- con los trastornos alimentarios. Los elementos de investigación eran: diagnóstico preingreso de trastorno de alimentación; detección intraprograma de comportamiento bulímico, anoréxico u otro con dos niveles de afección: leve y grave; parámetros somáticos (índice de masa corporal) y aplicación del inventario de trastornos de alimentación (EDI) de. Garner, Olmsted y Polivy al ingreso y previo al alta. RESULTADOS: Del total de la muestra 58 sujetos (15,59%) fueron diagnosticados de trastorno alimentario; 46 mujeres (37,7%) y 12 varones (4, 8%). Destaquemos que un 15,6% mujeres sufrían trastorno alimentario grave. Respecto al estudio EDI, todos los valores superaron los percentiles de bulimia y anorexia destacando los siguientes: 1) factor “impulso a la delgadez” 14% de mujeres, 2,56% de varones; 2) factor sintomatología bulímica 11,7% mujeres, 3,7% varones y 3) factor insatisfacción corporal 16,7% mujeres, 4% varones CONCLUSIONES y DISCUSIÓN: Cabe destacar la elevada comorbilidad del trastorno alimentario en drogodependientes, sobre todo mujeres, con una destacada proporción de nivel de afectación grave, que además ha ido incrementándose en los últimos años. Asimismo resaltamos la notable proporción de personas que “adquieren” el trastorno alimentario tras instalarse en la drogodependencia. Por otra parte inventario EDI muestra valores moderadamente altos aunque no tan elucidativos como los estudios anamnésico, médico y observacional.