REVISTA ELECTRÓNICA DE PSIQUIATRÍA
Vol. 3, No. 3, Septiembre 1999
ISSN 1137-3148
Efectos terapéuticos de la risperidona en
el trastorno generalizado del desarrollo
tipo autista: ensayo clínico abierto.
J. Díaz-Atienza*, M. P. Blánquez**
* Psiquiatra Infantil. Unidad de Salud Mental
Infanto-Juvenil.
** Psiquiatra. Centro de Salud Mental del
Distrito Almería.
ARTÍCULO ORIGINAL
[Resumen] [Abstract]
Introducción
Sujetos y métodos
Resultados
Discusión
Conclusión
Correspondencia:
Centro Periférico de Especialidades Unidad de
Salud Mental Infanto-Juvenil
Ctra. De Ronda
228 04008- Almería (España)
Tel.: 950260444 Ext. 207
E-mail: j.atienza@lei.servicom.es
Introducción
Son conocidas las hipótesis etiológicas en el síndrome autista que hacen referencia a la
dopamina y serotonina cerebral 1: la primera con una mayor implicación en las
conductas estereotipadas y la segunda en la base fisiopatológica de la desconexión
ambiental y conductas ritualizadas. Este substrato neuroquímico, junto con otros
procesos neurofisiológicos alterados que condicionan el procesamiento de la
información auditiva y, consecuentemente, el desarrollo del lenguaje y la comunicación
2 conformarían las bases neurobiológicas del autismo.
El haloperidol ha sido uno de los fármacos más utilizados en el síndrome autista
demostrando su eficacia en el control de las estereotipias, así como de las conductas
hétero- y autoagresivas. Igualmente, se conoce el efecto beneficioso sobre la interacción
de la fenfluramina. Sin embargo, ambos fármacos presentan efectos secundarios de
importancia: el extrapiramidalismo, la sobresedación y las discinesias tardías del
haloperidol y la cardiotoxicidad de la fenfluramina que desaconsejan su uso sistemático.
Este último ha sido retirado del mercado.
Con la aparición de los nuevos neurolépticos atípicos se abren nuevas expectativas para
el tratamiento farmacológico de este síndrome ya que no presentan los problemas de
extrapiramidalismo y sedación que los clásicos, así como un perfil fármacodinámico
más próximo a las alteraciones neuroquímicas subyacentes. Concretamente, la
risperidona por su potente acción antagonista sobre los receptores dopamínicos D2 y
serotonínicos 5-HT2A, así como su seguridad en cuanto a los efectos extrapiramidales y,
posiblemente, las discinesias tardías, se presenta, al menos empíricamente, como un
fármaco de elección para el tratamiento farmacológico del autismo.
Sin embargo, los ensayos clínicos con risperidona y autismo son muy escasos y todos
ellos no controlados. La única investigación a doble ciego con risperidona frente a
placebo en esta patología se ha realizado con adultos 3 y cuyos resultados confirmaron
los de un estudio abierto previo. A saber: la risperidona fue significativamente superior
al placebo en la reducción de las estereotipias, mejora de las conductas agresivas,
control de los episodios de ansiedad, la irritabilidad y los síntomas depresivos. La
mejoría fue generalizada en todo el repertorio de conductas autistas. No se produjeron
cambios en la conducta prosocial ni en la comunicación verbal. En la investigación
abierta que sirvió de base a la controlada, sí se experimentaron mejorías en la conducta
prosocial.
Otra investigación abierta con adultos 4 confirma los efectos beneficiosos de la
risperidona sobre las conductas auto- y héteroagresivas, conductas explosivas, mayor
control conductual frente a la frustración y mejoría de las alteraciones del sueño.
Los ensayos en población infanto-juvenil, podemos afirmar que destacan por su
ausencia y por su deficiente precisión metodológica. Sin embargo, parece que vienen a
confirmar los beneficios observados en las anteriores investigaciones con población
adulta 5, en un estudio abierto encuentra mejorías clínicamente significativas en el
número de estereotipias, conducta agresiva, impulsividad, y conducta prosocial. Los
efectos secundarios no fueron relevantes. Perry y cols 6 y Findling y cols 7 encuentran
una mejoría generalizada sobre el repertorio de conductas autistas en los seis niños de su
estudio, apareciendo en tres de ellos un incremento de la conducta prosocial.
Respecto a los efectos secundarios que con más frecuencia se han comunicado en los
escasos estudios realizados, han sido la sedación y la ganancia de peso 8.
Ante las comunicaciones sobre los beneficios de la risperidona para el control de la
excitabilidad y las estereotipias, nuestro equipo se planteó iniciar un estudio abierto con
risperidona en niños autistas mal controlados con haloperidol y pimocide y cuyos
problemas psicopatológicos y conductuales estaba produciendo un grave problema de
manejo en la intervención psicopedagógica. Por tanto, el objetivo era, por un lado
controlar las disconductas que venían produciendo un deterioro de la calidad de vida
intrafamiliar y, por otro, mejorar las condiciones de interacción y manejo de conductas
disruptivas en el ámbito educativo con objeto de optimizar el rendimiento del
aprendizaje. Por tanto, los sujetos en estudio eran aquellos niños con especiales déficits
en su adaptación escolar y familiar que no respondieron a los tratamientos
farmacológicos ni conductuales tradicionales.
Todos los padres firmaron el consentimiento informado para la inclusión de su hijo en el
estudio, explicándoseles la experiencia insuficiente de la risperidona en la población
infanto-juvenil, así como los beneficios que, a priori, se esperaba de ella.
Sujetos y métodos
Diseño:
Se trata de un estudio abierto, no controlado, y de seguimiento a corto plazo (8
semanas).
Sujetos:
Los niños se seleccionaron entre el total de casos atendidos en la Unidad de Salud
Mental Infanto-Juvenil de Almería diagnosticados de Trastorno Generalizado del
Desarrollo (F84.0 de la C.I.E.-10) y que se habían mostrado resistentes a los
tratamientos farmacológicos y conductuales habituales. En el momento de la inclusión al
ensayo, tres de ellos estaban sin tratamiento farmacológico por no haber experimentado
mejoría, cinco con haloperidol y tres con pimocide, insuficientemente controlados. En
total son 11 casos (9 varones y 2 niñas) de edades comprendidas entre 3 y 17 años
(`C=9,78; D.T.=4,18): TABLA - I.
Tabla 1. Características generales de la muestra.
CARACTERÍSTICAS
F. ABSOLUTAS PORCENTAJE
SEXO
Niños
Niñas
9
2
81,8
18,2
MEDICACIÓN PREVIA
Ninguna
Haloperidol
Pimocide
3
5
3
27,3
45,5
27,3
PATOLOGÍA ASOCIADA
Ninguna
PEAT alterados
Epilepsia
X-Fragil
7
2
1
1
63,6
18,2
9,1
9,1
MEDIA
9,78
7,00
D. TÍPICA
4,18
4,24
EDAD
Niños
Niñas
El 63,6% no presentan ninguna alteración orgánica asociada, en el 18,2% existe una
alteración en la transmisión del estímulo auditivo (alteración de los Potenciales
Evocados Auditivos de Tronco), un caso (9,1%) padece una epilepsia y en otro el
síndrome X-frágil.
Evaluación:
Todos los casos fueron evaluados con la ERC-A III (Escala Resumida de la Conducta
Autista) 9 adaptada al castellano por nosotros, TABLA-II. Consta de siete subescalas:
Repliegue Autista, Trastornos de la Comunicación Verbal y no Verbal, Reacciones
Extrañas al Entorno, Alteraciones de la Motricidad, Reacciones Afectivas Inadecuadas,
Trastornos de la Grandes Funciones Instintivas, Trastornos de la Atención, Funciones
Perceptivas e Intelectuales. La ponderación de cada uno de los ítems es de tipo Liker: 0
= Nunca; 1 = a veces; 2 = frecuentemente; 3 = muy frecuentemente y 4 = siempre.
Tabla 2. ESCALA ERC-A III
UNIDAD DE SALUD MENTAL INFANTO-JUVENIL
C. H. TORRECARDENAS
Centro Periférico de Especialiddes
Ctra. de Ronda, 226 - 04008 Almería
j.atienza@lei.servicom.es
I) REPLIEGUE AUTISTISTICO
0
1
2
3
4
1. Busca el aislamiento
2. Ignora a los demás
3. Interacción social insuficiente
4. Mirada inadecuada
II) PROBLEMAS EN COMUNICACIÓN VERBAL/NO VERBAL
5. No se esfuerza en comunicarse a través de La
voz y de la palabra
6. Dificultad en comunicarse a través de los
Gestos y de la mímica
7. Emisiones vocales o verbales estereotipadas
III) REACCIONES EXTRAÑAS AL ENTORNO
8. Falta de iniciativa. Actividad espontánea
reducida
9. Problemas de conducta en la utilización de los
Objetos: juguetes, muebles, etc.
10. Intolerancia al cambio, a la frustración
11. Actividad senso-motriz estereotipada
12. Agitación, turbulencia
13. Mímica, posturas, marcha extrañas
IV) ALTERACIONES DE LA MOTILIDAD
V) REACCIONES AFECTIVAS INADECUADAS
14. Autoagresividad
15. Heteroagresividad
16. Signos de ansiedad
17. Alteraciones del humor
VI) ALTERACIÓN DE LAS GRANDES FUNCIONES INSTINTIVAS
18. Alteración de la conducta alimentaria
VII) ALTERACIÓN DE LA ATENCIÓN, DE LA PERCEPCIÓN Y DE
LAS FUNCIONES INTELECTUALES
19. Dificultad en la fijación de la atención,
centrada en actividades marginales
20. Oye cosas extrañas
La Escala se pasó por un evaluador ciego respecto al tratamiento antes de la prescripción
de la risperidona y a las 4 y a las 8 semanas de introducirla.
Risperidona:
Se comenzó en todos los casos con 0,5 mg/día, pasando a 1 o 2 mg/día (`C= 1,55; D.T.=
0,42) (TABLA - III). La función hepática (GOT, GPT y GGT) se evaluó antes de
prescribir la risperidona y al mes de conseguir la dosis de mantenimiento. Igualmente, se
calculó el Índice de Quetelet basal y a las ocho semanas de tratamiento. Los efectos
secundarios se recogieron por el prescriptor por observación durante el seguimiento,
información de los padres y el colegio.
Tabla 3. Resultados terapéuticos con las risperidona y prescripción.
VARIABLES
N MEDIA
DOSIS
RISPERIDONA
11
1,55
0,42
11
11
10
45,64
31,45
29,00
8,00
10,43
7,51
p=0,0000
11
R. AUTISTA BASAL 11
1ª R. AUTISTA
10
2ª R. AUTISTA
11
COMUNIC. BASAL 11
1ª
10
COMUNICACIÓN
2ª
11
COMUNICACIÓN
11
10
R. EXTRA. BASAL
1ª R. EXTRAÑAS
11
2ª R. EXTRAÑAS
11
10
MOTRIC. BASAL
1ª MOTIRICAD
11
2ª MOTRICIDAD
11
10
AFECT. BASAL
1ª AFECTIVIDAD
11
2ª AFECTIVIDAD
11
10
C. INSTIT. BASAL
1ª C. INSTINTIVAS 11
2ª C. INSTINTIVAS 11
10
10,45
8,82
8,40
2,21
2,86
2,63
p=0,0005
8,55
7,64
7,20
1,63
2,16
2,25
p=0,0007
8,00
4,64
3,60
2,14
2,42
1,07
p=0,0000
6,45
3,27
3,10
2,70
2,53
2,33
p=0,0004
5,73
2,64
2,70
2,83
1,36
1,63
p=0,0001
2,36
1,55
1,30
1,29
1,29
1,06
NS
4,09
2,91
2,70
1,58
1,64
1,76
p=0,0002
TOTAL BASAL
1ª VALORACIÓN
2ª VALORACIÓN
D.
TÍPICA
T. de Friedman
Valor de p
ATENCIÓN BASAL
1ª ATENCIÓN
2ª ATENCIÓN
Análisis Estadístico:
Teniendo en cuenta que se trata de una muestra pequeña con tres medidas para la escala
de valoración psicopatológica hemos utilizado el test exacto Friedman. Cuando las
medidas fueron solamente dos, se ha utilizado el test exacto de Signos Agrupados de
Wilcoxon. El paquete estadísticos utilizado ha sido el StatXact3 para Windows y el
SPSS 9.0.
Resultados
Exponemos a continuación los resultados del tratamiento con la risperidona medidos a
través de los cambios de puntuación directa en la ERC-A-III. A los resultados
estadísticos añadimos el análisis sobre la significación clínica de los mismos que la
consideramos más relevante, teniendo en cuenta lo reducido de la muestra.
1. Modificación Psicopatológica:
Excepto en la subescala que hace referencia a alteraciones de la conducta alimentaria, en
todas las demás se consiguieron cambios significativos, tanto desde el punto de vista
clínico como estadístico. Uno de los casos se retiró del estudio por presentar una
agitación progresiva hasta evolucionar hacia un estado maniforme.
1.1. Total Escala.
Se pasó de una puntuación media de 45,64 (D.E.=8,00) a 29,00 (D.E.=7,51) con un
valor de p=0,0000. Los cambios experimentados entre la segunda y tercera valoración (4
y 8 semanas) no fueron significativos, aunque la tendencia fue hacia la mejoría
progresiva en la mayoría de las subescalas: TABLA - III y FIGURA -1.
Figura 1.
1.2. Repliegue Autista y Trastornos de la Comunicación.
De todas las subescalas, estas han sido las que menos se han modificado por el
tratamiento con la risperidona, aunque fueron significativas tanto desde el punto de vista
clínico como estadístico (p= 0,0005 y p=0,0007, respectivamente). TABLA - III.
En la TABLA - IV se observa que los sujetos 6 y 7 no presentaron ninguna modificación
en la subescala Repliegue Autista. Respecto a la que hace referencia a Comunicación, el
sujeto 8 tampoco experimentó cambios positivos o negativos.
Tabla 4. Puntuaciones directas antes y después del tratamiento con risperidona.
CASOS
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
VARIABLES
ERC BASAL
TOTAL
38.00 47.00 58.00 46.00 42.00 57.00 30.00 48.00 44.00 42.00
ERC 1ª TOTAL
23.00 28.00 40.00 30.00 20.00 34.00 29.00 33.00 32.00 20.00
ERC 2ª TOTAL
22.00 25.00 39.00 30.00 19.00 34.00 29.00 35.00 38.00 19.00
R. AUTISTA
BASAL
10.00 11.00 14.00 12.00 12.00
R. AUTISTA 1ª
9.00 10.00 13.00
R. AUTISTA 2ª
COMUNICACIÓN
BASAL
8.00
8.00 12.00
9.00
7.00
9.00
6.00
8.00
8.00 10.00
8.00
3.00
9.00
9.00 13.00 10.00
6.00
8.00
8.00 10.00
8.00
3.00
9.00
6.00
8.00 11.00
8.00 11.00
9.00
6.00
9.00
9.00
COMUNICACIÓN
1ª
8.00
5.00
9.00
6.00
6.00 11.00
8.00
9.00
8.00
4.00
COMUNICACIÓN
2ª
7.00
4.00
9.00
6.00
6.00 11.00
8.00
9.00
8.00
4.00
R. EXTRAÑAS 1ª
5.00
8.00 11.00
9.00
6.00
9.00
4.00
9.00
9.00
8.00
R.EXTRAÑAS 2ª
3.00
3.00
3.00
5.00
3.00
4.00
4.00
4.00
7.00
4.00
R. EXTRAÑAS 3ª
3.00
3.00
3.00
4.00
2.00
4.00
4.00
4.00
6.00
3.00
MOTILIDAD 1ª
2.00
9.00
7.00
7.00
3.00 10.00
3.00
7.00
6.00
8.00
MOTILIDAD 2ª
.00
3.00
3.00
3.00
1.00
3.00
2.00
4.00
3.00
4.00
MOTILIDAD 3ª
.00
2.00
2.00
3.00
1.00
3.00
2.00
7.00
7.00
4.00
R. AFECTIVAS 1ª
6.00
8.00
6.00
4.00
3.00 13.00
4.00
3.00
6.00
5.00
R. AFECTIVAS 2ª
1.00
4.00
3.00
3.00
.00
3.00
3.00
2.00
3.00
2.00
R. AFECTIVAS 3ª
1.00
4.00
3.00
3.00
.00
3.00
3.00
2.00
6.00
2.00
C. INSTINTIVAS
1ª
3.00
1.00
3.00
2.00
4.00
3.00
.00
2.00
1.00
4.00
C. INSTINTIVAS
2ª
.00
.00
2.00
2.00
.00
3.00
1.00
2.00
1.00
2.00
C. INSTINTIVAS
3ª
.00
.00
2.00
2.00
.00
3.00
1.00
2.00
1.00
2.00
ALT. ATENCION
1ª
3.00
4.00
8.00
3.00
6.00
3.00
3.00
4.00
4.00
4.00
ALT. ATENCION
2ª
2.00
3.00
7.00
2.00
4.00
2.00
3.00
2.00
2.00
1.00
ALT. ATENCION
3ª
2.00
3.00
7.00
2.00
4.00
2.00
3.00
1.00
2.00
1.00
En la valoración realizada a las 8 semanas, el sujeto número 4 experimentó un retroceso
en su mejoría en la subescala Repliegue Autista, aunque no perceptible desde el punto
de vista clínico ni estadístico. En todos los casos las mejorías conseguidas en
Comunicación se estabilizaron a la cuarta semana.
1.3. Reacciones extrañas y Alteración de la Motilidad.
Todos los casos mejoraron significativamente, tanto desde el punto de vista clínico
como estadístico, en las subescalas referentes a Reacciones Extrañas al Entorno como en
Alteración de la Motilidad (p=0,0000 y p=0,0004, respectivamente) TABLA - III. La
mejoría experimentada se mantuvo estable después de las cuatro semanas en 6 casos,
progresando positivamente en 4 de ellos en la subescala Reacciones extrañas. Respecto
a las Alteraciones de la Motilidad, 6 casos se mantuvieron estables a partir de la 4ª
semana, continuó la mejoría en 2 hasta 8ª semana y hubo un retroceso en dos de ellos,
TABLA - IV.
1.4. Reacciones Afectivas Inadecuadas.
Tal como se observa en la TABLA -III, existe una mejoría del repertorio conductual
referente a la auto- heteroagresividad y al estado de ánimo de los pacientes, (p=0,001).
Esta mejoría se mantiene a la 8ª semana de tratamiento, excepto en el sujeto nueve que
retrocede hasta la puntuación basal, TABLA - IV.
1.5. Grandes Funciones Instintivas.
Se trata de la única subescala en donde los cambios no fueron significativos
estadísticamente. En la TABLA - III observamos una tendencia a la mejoría de la
semana cuarta a la octava de tratamiento, considerando las puntuaciones globalmente. El
análisis individual de los casos evidencia una mejoría en cinco casos, inexistencia de
cambios positivos en cuatro y empeoramiento en uno, TABLA - IV.
1.6. Atención y Funciones Intelectuales (cognitivas).
La valoración global evidencia una mejoría significativa en el nivel atencional en 9
sobre 10 sujetos (p=0,0002), permaneciendo estable a las ocho semanas de tratamiento,
TABLA - IV.
2. Efectos Secundarios.
2.1. Pruebas Funcionales Hepáticas.
Todas las pruebas funcionales (GOT, GPT y GGT) se elevaron respecto a la basal tras el
tratamiento con risperidona, elevaciones no significativas ni desde el punto de vista
estadístico ni clínico, es decir, los cambios experimentados se mantuvieron dentro de los
valores normales, TABLA - V.
Tabla 5. Efectos secundarios de la risperidona.
E.
SECUNDARIOS
N
_
X
D. TÍPICA
Test de Wilcoxon
GOT BASAL
GOT
POSTERIOR
11
10
21,73
22,50
6,59
7,59
NS
11
10
20,91
23,10
5,05
11,07
NS
11
10
14,09
14,60
3,67
3,24
NS
11
10
16,98
17,84
3,58
3,63
p=0,003
GPT BASAL
GPT
POSTERIOR
GGT BASAL
GGT
POSTERIOR
IN. QUETELET
BASAL
IN. POSTERIOR
NINGUNO
LLANTO
INMOTI.
GASTRALGIAS
FR.ABSUL
PORCENTAJE
5
3
1
1
45,5
27,3
9,1
9,1
ANOREXIA
AGITACIÓN
1
9,1
2.2. Índice de Masa Corporal.
El Índice de Quetelet se modificó a las ocho semanas de tratamiento respecto al basal de
forma estadísticamente significativa (p=0,003). Ningún tratamiento hubo de ser
suspendido como consecuencia de la elevación del peso.
2.3. Otras Reacciones Adversas.
El 45,5% de los niños tratados no presentaron efecto secundarios detectable (5 casos).
En el 27,3% (3 casos) aparecieron llantos recurrentes de corta duración y sin motivo
aparente, gastralgias las presentaron el 9,1% (un caso) igual que anorexia. Un caso tuvo
que ser retirado del estudio como consecuencia de presentar, al mes de tratamiento, un
estado de inquietud que progresó hacia una agitación de tipo maneriforme.
Discusión
Los nuevos neurolépticos atípicos comienzan a prescribirse en la infancia y en la
adolescencia con, al menos empíricamente, mayores márgenes de seguridad en cuanto a
efectos secundarios que los tradicionales. La risperidona es, hasta el momento, el más
prescrito a estas edades, tanto por su acción terapéutica demostrada en la población
adulta como por su doble mecanismo de acción farmacodinámico. Por su acción
antisertoninérgica se asemeja a uno de los fármacos que mayor prescripción ha tenido en
el autismo: la fenfluramina. Así mismo, su acción antidopaminérgica va desplazando a
otro de los fármacos que se ha demostrado eficaz en el control de determinadas
alteraciones conductuales del repertorio que presenta esta patología, pero sin sus efectos
secundarios a corto y largo plazo: el haloperidol 10.
La risperidona viene a ser en psiquiatría del niño y del adolescente un neuroléptico de
amplio espectro, si tenemos en cuenta el, cada vez mayor número de entidades que
resultan mejoradas en su sintomatología. Así, Quintana y cols 11 en un ensayo abierto
con un pequeño número de sujetos (cuatro) con esquizofrenia infantil y resistentes a los
tratamientos convencionales, encuentran mejorías significativas en tres de ellos en
cuanto a los síntomas negativos y sin que aparecieran efectos secundarios relevantes.
Grcevich y cols (12) en una muestra algo más numerosa (16 casos) con esquizofrenia,
igualmente resistentes a otros tratamientos, encontraron mejorías altamente
significativas en el CGI (p=<0,0001), en la puntuación total del BPRS (p>0,0001) y en
la subescala de síntomas negativos del mismo (p<0,001). La sedación fue el efecto
secundario más importante. Armenteros y cols 13 encontraron, igualmente, mejorías
generalizadas, tanto en los síntomas positivos como negativos.
Otras indicaciones en psiquiatría infantil han sido los trastornos del humor asociados a
conductas agresivas 14 con un buen control de la ansiedad y de las conductas
maniformes. Los tics crónicos 15, 16con mejorías entre el 26 y el 60 por ciento.
Todos los investigadores coinciden en el reducido número y escasa importancia de los
efectos secundarios, siendo los más frecuentes la sedación, la ganancia de peso e
incremento de la salivación. La hepatoxicidad es un efecto secundario que, aunque
recogido en algunos estudios y comunicaciones 17, 6 no está claro, postulándose que,
posiblemente, esté más en relación con la obesidad previa que como efecto secundario
propiamente dicho.
Mejoría Clínica
En nuestro ensayo abierto, y a pesar del reducido número de sujetos, se pone de
manifiesto las mejorías globales que vienen comunicándose en otros estudios 3.
Dentro del repertorio cognitivo-conductual que conforman lo que entendemos como
autismo, en donde existe menos evidencia clínica de su eficacia terapéutica es en
aquellos déficits que hacen referencia al repliegue autista y a las alteraciones de la
comunicación verbal y no verbal. No obstante las mejorías no dejan de ser
significativas, tanto estadística como clínicamente. En un análisis cualitativo y
pormenorizado de la base de datos no hemos encontrado indicadores del porqué dos
sujetos no mejoran en absoluto sobre los diez que completan el ensayo clínico. Solo uno
de los casos no respondientes difiere en cuanto a la patología asociada, ya que padece de
un síndrome X-frágil. Por otra parte, el niño que abandonó el estudio por
empeoramiento de su semiología autista y afectiva, se acercaba más a un síndrome de
Asperger que al autismo típico.
Creemos que uno de los cambios experimentados con mayor significación clínica,
debido a las repercusiones positivas sobre el manejo y, consecuentemente, rendimiento
del tratamiento psicopedagógico, son los cambios, verdaderamente llamativos,
experimentados en las subescalas referentes a reacciones extrañas al entorno,
concretamente el aumento del umbral frente a la frustración, la reducción de las
conductas repetitivas y estereotipadas y, finalmente, el control de las conductas auto- y
héteroagresivas, así como la mejoría del estado afectivo.
La mejoría atencional conjuntamente con la reducción de la hiperactividad, son
relevantes en cuanto que contribuyen a la optimización de las intervenciones
psicológicas y pedagógicas, ya que posibilitan una mejor disposición del niño para el
intercambio entre él y el terapeuta. Las mejorías en los niños respondientes al
tratamiento han facilitado, por último, una mayor coparticipación de los padres en las
tareas encaminadas al control de las disconductas, al mismo tiempo que favorecen de la
comunicación, en el ámbito familiar.
Efectos secundarios.
Contrariamente a lo comunicado en otras investigaciones 12, 3, ninguno de los sujetos
estudiados han presentado sedación detectable clínica o conductualmente.
Destaca, por su importancia ya que tuvo que abandonar el estudio, la presentación de
una inquietud progresiva hasta la agitación maniforme que presentó uno de los niños y
que se contrapone con las mejorías encontradas por Schreier 14 en la patología afectiva
de tipo bipolar. Sería necesario investigar si esta contradicción está en relación con las
dosificaciones del fármaco o con disposiciones individuales.
Si bien la ingesta de alimentos aumentó en la mayoría de los casos estudiados, uno de
ellos experimentó una restricción (anorexia) importante aunque no obligó a su retirada
del protocolo de tratamiento. Este caso coincide con el sujeto de la muestra que presenta
como patología médica asociada al trastornos autista el síndrome X-frágil.
Uno de los casos presentó gastralgias, aunque no obligaron al abandono del tratamiento
y que nos obliga a reflexionar si, debido a los problemas de comunicación verbal de
nuestros pacientes, aquellos que presentaron llantos inmotivados fue por esta causa o
porque este efecto secundario, aunque no regido en la bibliografía consultada, presenta
una entidad de toxicidad conductual propia de la infancia. En este sentido, hemos tenido
algún adolescente en tratamiento con risperidona por una esquizofrenia esquizoafectiva
que lo ha presentado en forma de labilidad emocional. Fenomenológicamente, se trata
de episodios de llanto súbitos de una duración de pocos minutos que desaparecen de
pronto pasando a una normalidad emocional total.
Respecto a la ganancia de peso, se ha presentado en todos los casos, tal como queda
reflejado en el aumento significativo estadísticamente del Índice de Quetelet, aunque en
ningún caso fue motivo clínico suficiente para retirar la medicación Uno de los
resultados más importantes, por lo que de polémico tiene en la bibliografía, son las
elevaciones generalizadas de las transaminasas GOT, GPT y GGT. Sin embargo, estas
elevaciones no fueron significativas clínicamente, manteniéndose dentro de la
normalidad. No hemos encontrado una correlación positiva entre las variaciones del
Índice de Masa Corporal y la elevación de las transaminasas. De otra parte, esto puede
ser debido al bajo Índice de Quetelet basal que presentaban todos los pacientes
estudiados.
Conclusión
1. La risperidona se presenta como un fármaco, que tanto por nuestros resultados
como por los que sistemáticamente vienen publicándose en la bibliografía, de los
más esperanzadores en el escaso arsenal psicofarmacológico para los trastornos
generalizados del desarrollo.
2. Los beneficios que podemos encontrar de la risperidona, normalmente, aparecen a
las cuatro semanas de tratamiento, permaneciendo estable posteriormente en la
mayoría de los casos.
3. Podría ser el fármaco de primera elección en aquellos casos en los que el objetivo
terapéutico sea el control de las estereotipias y de las conductas autohéteroagresivas.
4. En principio, su menor repercusión negativa sobre la atención que el haloperidol
lo sitúa con mayores posibilidades frente a su utilidad para las intervenciones
psicopedagógicas y de aprendizaje en general.
5. Nuestro optimismo terapéutico no es más que provisional estando a la espera de
que se realicen estudios controlados con muestras suficientemente grandes y
homogéneas.
6. Se deberían investigar longitudinalmente los indicadores clínicos, biomédicos e
individuales que clarifiquen las condiciones de persistencia de las mejorías
clínicas detectadas, así como las de los sujetos no respondientes.
7. Los efectos secundarios de la risperidona son más tolerables, tanto por la familia
como por el paciente, que los del haloperidol. De todas formas, no nos queda
claro que indicadores utilizar para evitar la prescripción de la risperidona en
aquellos sujetos que sean susceptibles de presentar alteraciones del humor como
las descritas anteriormente.
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Referencia a este artículo según el estilo Vancouver:
Díaz-Atienza, J. , Blánquez, M. P. Efectos terapéuticos de la risperidona en el trastorno generalizado del desarrollo
tipo autista: ensayo.Psiquiatría.COM [revista electrónica] 1999 Junio [citado 1 Oct 1999];3(3):[39 pantallas].
Disponible en: URL: http://www.psiquiatria.com/psiquiatria/vol3num3/art_3.htm
NOTA: la fecha de la cita [citado...] será la del día que se haya visualizado este artículo.
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