Introducción. Desde una perspectiva transcultural de la enfermería, puede decirse que los conceptos de cultura y cuidados, constituyen siempre el marco de referencia. Los cuidados enfermeros congruentes desde la diversidad cultural, se consiguen cuando el individuo, el grupo, la familia o la comunidad se conocen y se utilizan de manera apropiada y significativa por la enfermera (Rohrbach, 1998). De hecho, comprender la enfermedad es comprender el padecimiento y las prácticas que en el contexto en que se sitúan quienes sufren, se utiliza para resolverlo.
La importancia de la familia como unidad de observación sociopsicológica esencial en relación a la salud de sus miembros, fue puesta de manifiesto por algunos autores (Parson y Fox, 1952) a mediados del siglo XX. En la década de los 70, con los estudios de Bateson y la Escuela de Palo Alto emerge también una psicosociología de las relaciones interpersonales y familiares que pondrán de manifiesto la importancia de la familia como grupo que contextualiza y da sentido a los comportamientos y actitudes individuales.
Es obvio pues, que en una valoración holística de la persona, tan importante es la información concerniente a ella como la que procede de la familia con la que convive.
En este sentido se ha enfocado el presente trabajo, el cual tiene por objetivo diseñar un formato de registro que aporte datos familiares que ayuden a comprender el problema del paciente situado en un contexto concreto, con el fin de dispensar cuidados de enfermería eficaces y de calidad, tanto al paciente como a su familia.
Método. El registro comprende indicadores amplios de condiciones sociales, económico-políticas y culturales, estructuradas bajo el enfoque enfermero de patrones funcionales de salud de Gordon adaptado por Fornés (1997) a unidades y pacientes con problemas de salud mental.
Resultados. Protocolo de valoración y registro de datos para la valoración familiar. Presentación adjunta.