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Escuchar música sedante en el nivel de ansiedad entre extravertidos y ambivertidos: Una comparación.

Fecha Publicación: 09/08/2010
Autor/autores: Roberto Valderrama Hernández

RESUMEN

En la presente investigación se hipotetizo que: 1) las personas extravertidas se les redujo de forma significativa el nivel del estado de ansiedad al escuchar música sedante.; 2) las personas ambivertidas se les redujo de forma significativa el nivel del estado de ansiedad al escuchar música sedante.; y 3) las personas ambivertidas se les redujo de forma más significativa el nivel del estado de ansiedad que las personas extravertidas al escuchar música sedante. . Se utilizaron 104 Ss; 52 Ss extravertidos y 52 Ss ambivertidos de la facultad de psicología de la BUAP; fueron divididos al azar y apareados con respecto al rasgo extraversión – ambiversión en los 4 subgrupos. Para medir el estado de ansiedad, fue usado el IDARE en la subescala del estado de ansiedad. Los resultados indicaron que se acepto la hipótesis I, p<.01; la hipótesis II, p<.001; y la hipótesis III, p<. 01. Por todo lo anterior, se infirió que la música sedante es una excelente herramienta dentro de la medicina alternativa para tratar situaciones que generen niveles altos del estado de ansiedad y de estrés. Los hallazgos más relevantes de la presente investigación es que confirman las teorías de Eysenk (introversión – extraversión) y de Spielberger (estado – rasgo de ansiedad).


Área temática: .

Escuchar música sedante en el nivel de ansiedad entre extravertidos y
ambivertidos: Una comparación.
(Listen sedative music of that level state anxiety between extraversion ­ middle person: A comparison.)
FUENTE: PSICOLOGIA.COM. 2004; 8(2)

Roberto Valderrama Hernández.
Facultad de psicología
BUAP.
[artículo original] [12/7/2004]

Resumen
En la presente investigación se hipotetizo que: 1) las personas extravertidas se les redujo de forma significativa el
nivel del estado de ansiedad al escuchar música sedante.; 2) las personas ambivertidas se les redujo de forma
significativa el nivel del estado de ansiedad al escuchar música sedante.; y 3) las personas ambivertidas se les
redujo de forma más significativa el nivel del estado de ansiedad que las personas extravertidas al escuchar
música sedante. . Se utilizaron 104 Ss; 52 Ss extravertidos y 52 Ss ambivertidos de la facultad de psicología de la
BUAP; fueron divididos al azar y apareados con respecto al rasgo extraversión ­ ambiversión en los 4 subgrupos.
Para medir el estado de ansiedad, fue usado el IDARE en la subescala del estado de ansiedad. Los resultados
indicaron que se acepto la hipótesis I, p<.01; la hipótesis II, p<.001; y la hipótesis III, p<. 01. Por todo lo
anterior, se infirió que la música sedante es una excelente herramienta dentro de la medicina alternativa para
tratar situaciones que generen niveles altos del estado de ansiedad y de estrés. Los hallazgos más relevantes de la
presente investigación es que confirman las teorías de Eysenk (introversión ­ extraversión) y de Spielberger
(estado ­ rasgo de ansiedad).
Abstract
In the present investigation was hypothesized that: Hypothesis 1 the extrovert persons were reduced significantly
the state anxiety with listening sedative music. Hypothesis 2 middle persons were reduced significantly the state
anxiety with listening sedative music. Hypothesis 3 middle persons were reduced more than extrovert with
listening sedative music . It used 104 Ss; 52 Ss extrovert and 52 Ss middle persons of the psychology's Faculty in
BUAP; it was divided at random and paired with respect to extrovert ­ middle person in four sub groups. It
measured state anxiety was used STAI. The result indicated that was accepted hypothesis 1, p<.01; hypothesis 2,
p< .001 and hypothesis 3, p< .01. In the present investigation was inferred that the sedative music is an excellent
tool into the medicine alternative to treat situation that it generates high level of state anxiety and stress. The
finds more great in the present investigation is that confirm both the theory's Eysenk (introversion ­ extroversion)
and theory's Spielberger (state ­ trait anxiety).

Introducción
Hoy en día el ser humano se enfrenta ante una sociedad que cada vez es generadora de estímulos ansiedad, para
ello, es importante establecer la diferencia entre dos constructos distintos de ansiedad. el estado de ansiedad es
caracterizado por sentimientos conscientes, subjetivos y periodos de aprensión, tensión; lo cual, indica que se
exacerbo el funcionamiento del sistema Nervioso Autónomo. desencadenados por situaciones especificas. El rasgo
de ansiedad es conceptualizado como una predisposición personal a manifestar ansiedad bajo cualquier situación
de estrés dada (Spielberger, 1966 a, b, 1972). Para la presente investigación, solamente va a interesar el estado
de ansiedad.
Existe otra teoría que apoya esta investigación: la teoría de la personalidad de Eysenck; la cual, postula que existe
dentro de la personalidad un rasgo bipolar (introversión ­ extraversión); dicha polaridad funciona en el SNC a nivel
causal; lo que implica, que todos los procesos nerviosos centrales se caracterizan por una determinada relación
genética, diferenciada interindividualmente, entre procesos nerviosos de excitación y de inhibición.
En la combinación S ­ R se producen siempre modificaciones positivas, excitatorias o facilitadoras, y también
modificaciones negativas, inhibitorias o restrictivas en las vías nerviosas destinadas a la conducción de los
impulsos; esto implica, obviamente dos polos, cada uno merece una descripción especial. En la presente
investigación, se aboca a la extraversión típico es sociable, le gustan las reuniones, tiene muchos amigos, necesita
personas con las que hablar y no se sienten a gusto a solo, además, se mueve a la acción, asertivo, buscador de
sensaciones, despreocupado, ligero, tiende a actuar de forma espontánea en general tiende a comportarse de

forma impulsiva dominante y le gusta ser aventurero. Le gusta hacer bromas pesadas, encuentra siempre la
respuesta rápida y le gustan los cambios; despreocupado; por lo mismo, es optimista, y suele estar alegre. Tiende
a moverse y a hacer cosas, a ser agresivo y a perder la paciencia; empero, no siempre domina sus sentimientos y
tampoco se muestra de forma regular como una persona confiable. Constitucionalmente presentan predisposición
a desarrollar potenciales débiles excitantes y fuertemente inhibitorios. Por ende, necesita niveles altos de
estimulación para que se active su sistema reticular activador ascendente. De lo que se desprende que los
extravertidos alcanzan niveles óptimos de estimulación a niveles altos de estimulación externa (Eysenck, 1957 y
1967; Shields, 1976; Liebert, y col 1989; Derryberry y Rothbart, 1988, y Amelang y col, 1991 posteriormente
confirmado por Reeve, 1995; Fink, 2004).
El otro factor que se tomo en cuenta es la llamada zona neutra o ambivertido; la cual, se halla situada a medio
camino entre los dos polos (extraversión ­ introvertido); por lo cual, presenta características de ambos rasgos. Por
lo tanto, alcanza niveles óptimos de arousal a niveles moderados de estimulación (Derryberry y Rothbart, 1988 y
Revee, 1995).
Durante la larga historia de la humanidad se ha utilizado a la música como un medio para reducir el dolor, la
ansiedad, la depresión y otras; siendo ejemplos de ello: la cultura egipcia, hindú, azteca; sin embargo, los griegos
fueron los primeros en señalar de un modo científico el hecho de que la música puede influir en la persona, debido
a que la música posee un ethos, es decir, que la música puede crear un determinado estado de animo.
La teoría de ethos pone de relieve que, existe una relación intima entre los movimientos de la música y los
movimientos físicos y psíquicos; lo cual, hace posible que la música ejerza un determinado influjo sobre el estado
fisiológico y el estado de animo del hombre. Sobre todo es Pitágoras, quien utilizo la música con fines terapéuticos
y un purificador en el sentido de catarsis (Monro, 1884; Schuhl, 1963; Salazar, 1954; y Poch, 1999). Empero, no
fue sino hasta el siglo XX que se comenzaron ha hacer explicaciones teóricas sobre el efecto de la música en el ser
humano, siendo algunas de ellas: Altshuler, 1952 y 1954; propuso el principio de ISO (significa igual en griego);
dicho autor, piensa que proporcionar música a los pacientes significa brindarles realidades básicas en forma de
sentimientos, percepciones e imágenes. Este material es capaz de llevar a cabo el desplazar o bien reemplazar
estados de fantasía y de alucinaciones, así como ilusiones y temores; por lo tanto, él dedujo que la música era útil
para facilitar la respuesta mental y emocional del paciente. Posteriormente Meyer, 1957 y 1966, teorizo que la
música puede apaciguar emociones; expresa que una emoción era excitable, cuando la tendencia a responder era
inhibida. La música fue un medio de excitar estas tendencias; ambas directamente o simbólicamente. Su liberación
conduce a la eliminación de la tensión interior y la respuesta emocional. Posteriormente, Dibner, 1958 y
Whitehead, 1969 afirmaron que un estilo musical ocasiona una respuesta emocional; la cual, esta basada en la
experiencia no meramente en escuchar la selección musical.
Después Lidz, 1968; menciono que la música es un camino en el cual la persona puede ayudarle a aliviar su
tensión y frustración, esta puede guiar a un decremento en la cantidad de auto conciencia y resulta en un
incremento en el alivio de lo anterior, se desprende que la música se dirige hacia un nivel instintivo ­ afectivo y
moviliza por este hecho sin dificultad los afectos hacia las lagrimas catárticas (Korn, 1970) y posteriormente
confirmado por Brasseur, 1986; Reinhart y col, 1986; Moreno, 1988 y Pfeiffer y col, 1987 (todos citados por
Aldridge, 1993ª).
Para Poch, 1999 establece el principio de compensación; el cual, establece que todos buscamos en la música
aquello de lo que carecemos en un momento determinado. En términos generales, el ser humano busca en la
música: inspiración, energía, serenidad, quietud, etc. Por ende, elegimos en cada momento la pieza musical o el
tipo de música que pueda suplir nuestras carencias a través tanto de la audición como de la expresión
instrumental, el canto o la danza. De todo lo anterior, se desprende que la música despierta emociones y por lo
tanto, activa el funcionamiento del hemisferio cerebral derecho (Sidtis y Bryden, 1978; Rwann, 1982; y Oepen,
1977, citado por Poch, 1999).
Paralelamente, se realizaron estudios para probar de que manera la música afecta al organismo, una parte de
dichos estudios se valieron de medidas fisiológicas; tales como: RGP (Dreher, 1947, citado por Weidenfeller y
Zimny, 1962; Henkin, 1956; Weidenfeller y Zimny, 1962; Peretti y Swenson, 1974; Peretti, 1975, Valderrama,
1983 y 1989). La respuesta de la temperatura de la piel (Kibler y Rider, 1983). La tasa cardiaca y la presión
sanguínea (Bonny, 1983; Lorch, 1994; Knight, 2001 y Yilmaz, 2003). Otros investigadores, en cambio se valieron
del uso de test; por ejemplo, Stanton, 1973 y 1975, Valderrama, 1997, Yung, 2002; Yilmaz, 2003 y Lee y col,
2004. Todo esta gama de conocimientos derivados de la experimentación han probado la efectividad de la música
sedante como una efectivísima herramienta de la medicina alternativa para enfrentar situaciones especificas para
reducir el estado de ansiedad.

Existe una amplia variedad de literatura que sustenta el uso de la música en el ambiente hospitalario, siendo
ejemplos de ello: a nivel del tratamiento odontológico Loroño y del Campo, 1978; Corah y col, 1981; Alvin, 1984;

Jost, 1990; Bustillo y col, 1992 y Biley, 2000. A enfermos de insuficiencia renal crónica a los que resulta imposible
ingerir fármacos, Verdes y Fernández , 1992. En pacientes con problemas cardiacos, Bonny, 1983; Biley, 2000 y
Evans, 2002. Para el tratamiento del dolor con etiología múltiple, Linoff y Collen, 1983; Satoh, 1983; Walter ­
Larsen y col, 1998; Biley, 2000; Vickers y Cassileth, 2001; Knight, 2001; Nilson y col, 2003. Otros estudios se
enfocaron al tratamiento de la ansiedad pre operatoria, Robb, 1995; Augustin y Hains, 1997; Walters ­ Larsen y
col, 1998; Biley, 2000 Yung y col, 2002; Yilmaz y col, 2003 y Lee y col, 2004.

En el presente estudio se hipotetizo, lo siguiente:
- Hipótesis I: Los sujetos extravertidos se les redujo de forma significativa el nivel del estado de ansiedad al
escuchar música sedante.
- Hipótesis II: Los sujetos ambivertidos se les redujo de forma significativa el nivel del estado de ansiedad al
escuchar música sedante.
- Hipótesis III: Los sujetos ambivertidos se les redujo de una manera más significativa el nivel del estado de
ansiedad que a los sujetos extravertidos al escuchar música sedante.

Método
Sujetos
Se utilizaron 104 Ss; divididos en 52 Ss extravertidos y 52 Ss ambivertidos; de los cuales, eran 38 Ss del genero
femenino y 14 Ss del genero masculino conformaron el grupo de extravertidos; en cambio para el grupo de los
ambivertidos quedo formado por 40 Ss mujeres y 12 Ss hombres . Todos los Ss eran alumnos de la facultad de
psicología de la Benemérita universidad Autónoma de Puebla; fueron seleccionados de diferentes cursos
académicos; la mayor parte correspondían al tercer cuatrimestres, 70% y en menor cantidad al quinto
cuatrimestre, 30%. Los Ss., corresponden a la clase media. Todos ellos fueron voluntarios deseosos de recibir dos
puntos sobre la calificación final.
Aparatos
Para medir el estado de ansiedad se utilizo el inventario de ansiedad rasgo ­ estado (IDARE) de Spielberger, 1975.
Solamente se utilizo la parte que mide el estado de ansiedad.
Para medir el rasgo de introversión ­ extroversión se utilizo la escala 0 del MMPI- R de Hathaway y Mckinley, 1942
(Nuñez, 1978).
Música
Para esta investigación se definió a la música sedante como: aquella música que se caracteriza por un ritmo
regular, dinámico, predecible con consonancia de armonía, instrumentación conocida y tono de sonoridad (Gaston,
1951; y Poch, 1999).
Dicha música sedante que fue utilizada queda conformada por: música barroca y clásica ligera, cada fragmento
musical dura entre tres a cinco minutos, con una duración total de 45 minutos. La música que se utilizó fue la
siguiente: 1) canción de cuna de Brahms; 2) KV 467 andante de Mozart; 3) obertura de la flauta mágica KV 620,
de Mozart; 4) Concierto para flauta en G mayor Wq 169; allegro di molto de Bach, C. P. E; 5) el concierto para
arpa y dos flautas en allegro, de Handel; 6) Canon y Giga en Re mayor de Pachelbel, J; 7) Concierto para flauta
número 3 en D, P. 155 "Il Cardelino" en allegro de Vivaldi; 8) Concierto de Brandenburgo 4 en G mayor BWV
1049, Allegro, de Bach; 9) concierto de Brandenburgo 3 en sol mayor BWV 1048 en allegro de Bach; 10) sinfonía
del juguete en minuet , de Hayden y 11) Concierto in C minor, RV 441, allegro non molto de Vivaldi. Los siguientes
fragmentos musicales fueron ya utilizados en la investigación de Valderrama, 1997: 1, 2, 3, 5, 7, 8, 9 y 10. En el
caso del Canon en Re mayor se obtuvo de la investigación de Knight, 2001. En cambio, el Concierto para flauta en
G mayor Wq 169 y el Concierto in C minor, RV 441 fueron juzgado por un grupo de expertos como sedante.
La secuencia fue escuchada en el siguiente orden: 3, 6, 5, 4, 8, 7, 9, 11, 10, 2, 1.
Procedimiento
En primer lugar, se procedió a la aplicación de la escala 0 del MMPI - R para detectara a los individuos
extrovertidos y los ambivertidos y eliminar a los individuos introvertidos.

Para los fines de la presente investigación se definió como extravertidos aquellas calificaciones que estuvieran en
el rango de 0 a 45 de puntaje T de dicho instrumento y para los ambivertidos fue entre 46 a 59 de puntaje T.
La muestra se subdividió en subgrupos, cada uno conformado por 26 Ss; los cuales, fueron apariados, de tal
manera, que hubiese la misma cantidad de Ss extravertidos y ambivertidos en cada subgrupo. Cada subgrupo fue
congregado en un salón tranquilo con sillas confortables, bien ventilado y sin ruido. El volumen de la grabación fue
colocado a un nivel lo suficientemente alto para que pudiera ser escuchado perfectamente bien en cualquier parte
de la habitación.
A los sujetos del experimento se les leyó las siguientes instrucciones:
" Como ustedes recordaran, este estudio consiste en estudiar el efecto de la música en la conducta. Para ello, les
pido que se sienten lo más cómodo posible y permanezcan en silencio"... (acto seguido, se les aplico la Escala de
clasificación de la condición emocional en su fase pre. Al termino de la aplicación, se continuo con las
instrucciones). "Y ahora simplemente cierre sus ojos y escuche la música"... (acto seguido, se les pondrá la música
y al finalizar se continuara con las instrucciones finales). " Ahora quiero que abran sus ojos muy lentamente cada
quien a su propia velocidad para que ustedes entren al mundo y no el mundo a ustedes"... (por ultimo, se les
aplicara nuevamente en su fase post).

Resultados
En lo referente a la media de obtuvieron los extravertidos fue de 42 T y para los ambivertidos fue de 54 T. En
cuanto a los resultados que se obtuvieron al escuchar la música sedante fueron los siguientes:

Tabla I. La media, desviación estándar pre y post al escuchar música sedante en sujetos
ambivertidos

Tabla II. La media, desviación estándar pre y post al escuchar música sedante en sujetos
extravertidos

Tabla III. Comparación entre extravertidos y ambivertidos al escuchar música sedante

Discusión
Como se puede ver en las tres tablas la música sedante occidental es una excelente herramienta para reducir el
nivel del estado de ansiedad en las personas extravertidas (ver tabla II); con un nivel de P< .01; por ende, se
acepta la hipótesis I y en las ambivertidas (ver tabla I); con un nivel de P< .001; por consiguiente, se acepta la
hipótesis II, aunque, como se puede ver es significativamente superior la relajación que se obtiene en las personas
ambivertidas que en las personas extravertidas, a un nivel de significancia P< .01 (ver tabla III), de ahí que, se
acepte la hipótesis III.
Por lo tanto, la música sedante en general es un excelente paliativo y una herramienta eficaz de la medicina
alternativa ante situaciones especificas de estrés; y por ende, ante el estado de ansiedad; lo cual, apoya la teoría
de Spielberger, 1966 a, b, 1972 y 1980; sobre el constructo de estado de ansiedad; así como, la teoría de la
musicoterapia, la cual, fue postulada por Gaston, 1951; Altshuler, 1952 y 1954; Meyer, 1957 y 1966; Dibner,
1968; Lidz, 1968; Korn, 1970 y Poch, 1999. Y posteriormente, confirmada por una gran cantidad de resultados
empíricos emanados de una gran cantidad de experimentos; entre ellos se encuentra los de Biley, 2000; Knight,
2001; Evans, 2002 y por supuesto la presente investigación.
Con respecto a la teoría de Eysenk, 1952, 1967 y 1985 y posteriormente retomada por Fisher, 1973; Amelang,
1991; Derryberry, 1988; Revee, 1995 y Fink, 2004 queda nuevamente confirmada con el presente experimento,
dichos resultados se pueden observar en la tabla III, con un nivel de significancia de .01; de lo anterior, cabe
deducir la siguiente inferencia, de que las personas extravertidos prefieren en general una mayor dosis de
estimulación que las personas ambivertidos, por consiguiente; la personas que tienen un temperamento de tipo
extravertido van a lograr niveles óptimos de arousal a niveles altos de estimulación externa. En cambio, en las
personas que presentan un tipo de temperamento ambivertidos logran niveles óptimos de arousal a niveles
moderados de estimulación. De lo cual, se puede desprender, que el uso de la música sedante tiene un mayor
efecto en las personas que tengan un tipo de temperamento ambivertido que aquellas que tengan un
temperamento extravertido; por lo tanto, es antes de utilizar a la música con fines terapéuticos será conveniente
identificar que tipo de temperamento posee la paciente en cuestión para así tener los mejores resultados posibles
utilizando dicha herramienta.

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