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Incremento de peso al dejar de fumar.

Fecha Publicación: 01/02/1998
Autor/autores: E. Becoña , F.L. Vázquez

RESUMEN

El objetivo de este estudio fue conocer el incremento de peso a largo plazo (3 años de seguimiento) en una muestra de 158 fumadores que participaron en un programa conductual multicomponente para dejar de fumar. El peso se evaluó a través de un cuestionario (autoinformado) en el pretratamiento y en los seguimientos. El promedio de peso pretratamiento del conjunto de la muestra fue de 65.32 Kg (D.T. = 12.63). Los no fumadores (n = 42) incrementaron su peso promedio de 63.94 Kg en el pretratamiento a 65.94 Kg en el seguimiento a los 3 años (t (1,41) = 2. 73, p < 0.05 ).La mayoría mantuvieron su peso de antes del tratamiento, aunque un pequeño grupo experimentó un incremento mayor al promedio de 2 kg., concretamente un 31%. El 57.1% de los no fumadores mantuvieron su peso pretratamiento y sólo un pequeño grupo de sujetos (el 13%) presentó un porcentaje de sobrepeso mayor del 5%. Los fumadores (n = 116) aumentaron en su peso promedio pretratamiento de 65.82 Kg a 66.28 Kg en el postratamiento, incremento que no fue significativo a nivel estadístico. En este grupo, el 21% de los sujetos incrementaron su peso.


Palabras clave: Fumar; Tratamiento; Peso; Seguimiento.
Área temática: Psicología general .

REVISTA ELECTRÓNICA DE PSICOLOGÍA
Vol. 2, No. 1, Enero 1998
ISSN 1137-8492

Incremento de peso al dejar de fumar.
E. Becoña, F. L. Vázquez

ORIGINALES
[Resumen] [Abstract]

Universidad de Santiago de Compostela (España)
Correspondencia:
Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología.
Facultad de Psicología. Universidad de Santiago de Compostela.
Campus Universitario Sur. - 15706 Santiago de Compostela, La Coruña
(España)
E-mail: pcelisar@usc.es

Introducción
Método
Resultados
Discusión

Introducción

Numerosos

estudios han demostrado de modo concluyente, que una proporción
importante de sujetos que dejan de fumar, ganan peso. La consecuencia de dejar de
fumar más común, aparte del deseo de fumar, puede ser un incremento de la sensación
de hambre y del peso (Gritz, Carr, y Marcus, 1991). De hecho, se estima que casi el 80%
de los fumadores que abandonan los cigarrillos ganan peso (USDHHS, 1990).
La media de peso ganado después de dejar de fumar es de aproximadamente 3 kg.,
dependiendo de la longitud del seguimiento (Klesges, Meyers, Klesges, y LaVasque,
1989), que es similar a la media de diferencia de peso que se encuentra entre fumadores
y no fumadores. Esto claramente sugiere que al dejar de fumar los sujetos incrementan
su peso hasta alcanzar el nivel que habrían tenido si nunca hubieran fumado
(Williamson, et al., 1991). De modo similar, cuando se deja de fumar parece que el peso
aumenta en el mismo grado que disminuye cuando se comienza a fumar, si lo
comparamos con el peso de los que no cambian su estatus de fumador (Noppa y
Bengtsson, 1980). El incremento de peso parece ser más rápido en las primeras semanas
o meses después de dejar de fumar, estabilizándose el mismo alrededor de los 6 meses
(Hall, Ginsberg y Jones, 1986).
Así mismo, volver a fumar, una vez que se había dejado, conlleva recuperar el nivel de
peso que se tenía antes de lograr la abstinencia (Stamford, Matter, Fell y Panek, 1986).
No obstante, hay un pequeño grupo de fumadores que experimentan un incremento en el
peso acusado cuando dejan de fumar. Por ejemplo, Williamson et al. (1991) encontraron
en su estudio que el 9.8% de los hombres y el 13.4% de las mujeres que habían dejado
de fumar ganaron más de 13 kg.
A pesar de una aparentemente nítida influencia de fumar en el peso, hay una
variabilidad individual (ej., sexo, edad, consumo de cigarrillos) sustancial en la
magnitud de la ganancia de peso (ver Klesges et al., 1989; Perkins, 1993; USDHHS,
1988, 1989).

Este estudio tiene como objetivo conocer la relación entre dejar de fumar y la ganancia
de peso que experimentan los sujetos a largo plazo.

Método
Muestra
La muestra que utilizamos en este estudio estuvo formada por 158 sujetos localizados,
de los 175 fumadores que originariamente participaron en el el Programa Para Dejar de
Fumar (Becoña, 1993) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Santiago de
Compostela, que fueron localizados tres años más tarde de participar en el mismo. No se
localizaron a los 36 meses de seguimiento a 17 sujetos de la muestra original.
La muestra incluyó 71 hombres (44.9%) y 87 mujeres (55.1%). El promedio de edad de
la misma fue de 32.21 años (D.T. = 9.35), con un rango de edad de 19 a 64 años. El
promedio del número de cigarrillos por día antes del tratamiento fue del 27.08 (D.T. =
9.90), oscilando entre 10 y 55 cigarrillos el consumo diario. El consumo medio
pretratamiento de ingestión de nicotina fue de 1.05 mg (D.T. = 0.13), con un rango de
0.7 a 1.4 mg.

Procedimiento
Antes de comenzar el tratamiento, los participantes completaron un formulario en el que
contenían información demográfica (ej., sexo, edad), medidas de la conducta de fumar
(consumo de cigarrillos por día, monóxido de carbono en aire espirado) e información
sobre el peso. Los sujetos fueron asignados al azar a los distintos grupos de tratamiento.
Posteriormente, los sujetos participaron en un programa conductual multicomponente
que se aplicó durante seis sesiones distribuidas a razón de una por semana y
aproximadamente de una hora de duración. El programa conductual multicomponente
incluyó contrato motivacional de tratamiento (un contrato firmado acerca de sus
derechos y deberes y un depósito monetario), autorregistros y representación gráfica del
consumo de cigarrillos, información sobre el tabaco, reducción gradual de ingestión de
nicotina y alquitrán (reducción del contenido de nicotina durante un período de 3
semanas, cambiando las marcas, en función del 30%, 60% y 90% del nivel original;
después de este proceso se sugiere la abstinencia o, si es necesario, una reducción
paulatina de los cigarrillos), estrategias para evitar el síndrome de abstinencia, control de
estímulos, feedback fisiológico (el conocimiento de la cantidad de monóxido de carbono
en el aire espirado del sujeto) y estrategias para prevenir la recaída.
La abstinencia fue corroborada con medidas bioquímicas. La cantidad de monóxido de
carbono en aire espirado se midió con el MicroSmokerlyser EC 50 expired carbon
monoxide indicator (Belfondt Instruments, Sittingbourne, Kent, UK), estableciendo el
punto de corte (fumar/no fumar) en 9 partículas por millón. Cuando no fue posible
obtener esta medida, la abstinencia se corroboró a través de personas relevantes
(personas que mantiene una relación personal con el fumador), especialmente en los
seguimientos.
A los 36 meses después del final del tratamiento se contactó con los sujetos por teléfono.
El peso fue evaluado a través de la información proporcionada por el Cuestionario de
evaluación de seguimiento (Becoña, 1994).

Definición de recaída
Consideramos que los sujetos habían recaído cuando tenían un patrón regular de fumar,
considerando como criterio el fumar 7 o más días consecutivos. Los participantes que
experimentaron caídas aisladas (ej., fumar en alguna ocasión) no se consideraron como
fumadores. Los sujetos que no informaron fumar diariamente, pero habían fumado en 7
o más ocasiones (ej., fumar consecutivamente 7 o más fines de semana) se consideraron
fumadores. El día de la recaída se definió como el día después de dejar de fumar que el
sujeto comenzó el patrón regular de consumo.

Resultados
Al final de la intervención, la tasa de abstinencia fue del 69.0% (n = 109). A los 6, 12 y
36 meses las tasas de abstinencia fueron de 37.39% (n = 59), 34.8% (n = 55) y 26.6% (n
= 42), respectivamente.
A los 158 sujetos que participaron en el programa se les evaluó el peso antes del
tratamiento ("peso antes") y en el seguimiento realizado a los 36 meses ("peso
después"). Presentaron un promedio de peso pretratamiento de 65.32 kg. (D.T. = 12.62),
con un rango entre 40 y 100 kg. A los 36 meses de seguimiento, el peso medio fue de
66.20 Kg. (D.T. = 13.27), oscilando entre 38 y 106 kg. Se observó un incremento en el
peso de 0.88 kg. a los 36 meses respecto al pretratamiento en el total de los sujetos (t (1,
157) = 2.41, p < 0.05). Sin embargo, al diferenciar a los fumadores de los no fumadores
a los 36 meses solo apareció un significativo aumento de peso para el grupo de no
fumadores, pasando de 63.94 kg. antes del tratamiento a 65.94 Kg. a los tres años (t (1,
41) = 2.73, p < 0.01).

La relación del peso con los sujetos que están abstinentes a los 36 meses (n = 42)
En la Tabla 1 se muestra un análisis más detallado de la variable peso, como resultado
de la agrupación de la misma en 5 categorías. Como allí puede verse destaca
inicialmente que más de la mitad de los sujetos mantuvieron su peso pretratamiento (n =
24). Ocho sujetos experimentaron un moderado aumento de peso, que osciló entre 0.1 y
5 Kg. Sólo 8 sujetos, lo que representa el 19.0% de la muestra, incrementaron su peso
más de 5 kg. De éstos sólo tres no fumadores (7.2%) ganaron 10 o más Kg, lo que
supuso para ellos un un problema grave y perturbador.

Tabla 1. Incremento de peso desde antes del
tratamiento al seguimiento de los 3 años en el
grupo de no fumadores a los 36 meses (n = 42)
Incremento
(Kg.)

n

%

Media (Kg.)

< 0 Kg.

2

4.8

- 9.0

0 Kg.

24

57.1

0.0

0.1-2 Kg.

3

7.1

2.0

2.1-5 Kg.

5

11.9

3.6

> 5 kG.

8

19.0

9.8

Tabla 2. Incremento de peso tomando como
referencia el 100% del peso inicial
pretratamiento para el grupo de no fumadores a
los 36 meses (n = 42)
Incremento
(%)

n

%

Media (%)

< 100

2

4.8

87.0

= 100

24

57.1

100.00

100.1-105

3

7.1

103.36

> 105

13

31.0

111.20

Tabla 3. Incremento de peso desde antes del
tratamiento al seguimiento de 3 años para el
grupo de fumadores a los 36 meses (n = 116)
Incremento
(Kg.)

n

%

Media (Kg.)

< 0 Kg.

10

8.6

- 06.4

0 Kg.

72

62.1

0.0

0.1-2 Kg.

10

8.6

1.6

2.1-5 Kg.

16

13.8

4.1

> 5 kG.

8

6.9

7.9

Tabla 4. Incremento de peso tomando como
referencia el 100% del peso inicial
pretratamiento para el grupo de fumadores a los
36 meses (n = 116)
Incremento
(%)

n

%

Media (%)

< 100

10

8.6

87.0

= 100

72

62.1

100.00

100.1-105

12

10.3

102.89

> 105

22

19.0

108.52

No obstante, hay un dato alentador para aquellos sujetos que experimentan un

incremento en el peso acusado cuando dejan de fumar. Los dos sujetos (4.8%) que
perdieron peso, lo hicieron en una cantidad relativamente importante de Kg, pues
disminuyeron su peso en 8 y 10 Kg, respectivamente.
Otro análisis que procedimos a hacer para desglosar la ganancia de peso fue
descomponiéndolo en porcentajes, partiendo del supuesto de que el peso pretratamiento
representa el 100% del peso total del sujeto. Para ello, también establecimos cinco
categorías: menos del 100% de incremento (perdieron peso), el 100% (mantuvieron el
peso), entre el 101% y el 105% (ganaron entre 1% y un 5% de peso) y más del 105%
(ganaron más del 5%) (ver Tabla 2).
Como podemos observar en dicha tabla el 57.1% mantuvieron su peso inicial a los 36
meses de seguimiento. El 3% incrementó ligeramente su peso inicial entre un 1% y un
5%. Y, sólamente el 13% presentó un porcentaje de sobrepeso mayor del 5%. Es más,
ninguno de los no fumadores que aumentó de peso llego a sobrepasar el 20% de su peso
inicial. Por contra, el 4.2% llegó a perder peso, aunque lo hicieron de modo acusado (10
y 20 Kg).

Relación del peso con los que siguen fumando a los 36 meses (n = 116)
En la Tabla 3 presentamos un análisis más pormenorizado del peso en aquellos sujetos
que estaban fumando a los 36 meses después de finalizar el tratamiento para dejar de
fumar. Para ello, al igual que en el grupo de los abstinentes, procedimos a realizar las
mismas cinco agrupaciones de la variable peso. En este caso, también hemos encontrado
que la mayor parte de los fumadores mantuvieron el mismo peso en el seguimiento a los
36 meses que en el pretratamiento (n = 72). Veintiséis sujetos experimentaron un ligero
aumento de peso en un rango que va de 0.1 a 5 Kg.
Así mismo, también hemos hallado varios fumadores que han ganado más de 5 Kg, en
concreto, 8 sujetos, lo que equivalente al 6.9% de la muestra que consumían cigarrillos a
los 36 meses postratamiento. De éstos sólo dos (2.6%) ganaron 10 o más Kg. Por contra,
únicamente 10 sujetos consiguieron rebajar su peso inicial. Cinco de ellos perdieron
entre 2 y 9 Kg., y los dos restantes, disminuyeron 10 y 20 Kg., respectivamente.
Para este grupo, también procedimos a un segundo análisis del peso por porcentajes,
considerando que el peso pretratamiento del sujeto equivale al 100% de su peso. Para
ello, utilizamos las mismas categorías que en el grupo de los abstinentes a los 36 meses
postratamiento: menos del 100% de incremento (perdieron peso), el 100% (mantuvieron
el peso), entre el 101% y el 105% (ganaron entre 1% y un 5% de peso) y más del 105%
(ganaron más del 5%) (ver Tabla 4).
Como podemos observar en dicha tabla el 62.1% tenían el mismo peso que antes del
tratamiento. El 10.3% incrementó ligeramente su peso inicial entre un 1% y un 5%. El
19% presentó un porcentaje de sobrepeso mayor del 5%. Es más, uno de los fumadores
que aumentó de peso presentaba un sobrepeso del 20% de su peso inicial. En cuanto a la
reducción de peso, sólo un 8.6% presentaba un peso inferior al del pretratamiento.

Discusión
Tanto a nivel de nuestra práctica clínica como en la literatura hemos podido observar la
importancia de estudiar la relación entre dejar de fumar y la ganancia de peso que se
produce, en algunos casos, al dejar de fumar. Con el objetivo de analizar esta relación

realizamos este estudio. En él hemos observado varias cuestiones de interés, que
exponemos a continuación.
El grupo de abstinentes (n = 42) incrementó su peso en 2 Kg. a los 36 meses de
seguimiento, diferencia que fue estadísticamente significativa. El promedio de peso que
ganaron los sujetos abstinentes de nuestro estudio es ligeramente inferior a la obtenida
en otras investigaciones (ej., Flegal, Troiano, Pamuk, Kuczmarski, y Campbell, 1995;
Pirie, et al., 1992). Es más, ninguno de los no fumadores que aumentó de peso llego a
sobrepasar el 20% de su peso inicial. Este dato es muy importante porque hay que tener
en cuenta que los fumadores suelen pesar un promedio de 2 a 3 Kg. menos cuando
fuman, es decir, su peso es incluso más bajo que el que les correspondería (peso
estándar). Ello significa que realmente de los sujetos que aumentaron más de un 5% su
peso, realmente ninguno de ellos llegó a categorías de incremento de peso significativo
para su salud. Esto sugiere que tal incremento no implica un riesgo serio para la salud
del sujeto, en cuanto que le pueda acarrear algún problema de tipo físico, a parte del
meramente psicológico (Pi-Sunyer, 1991).
Por tanto, la cuestión clave es el aspecto psicológico. Hay que tener en cuenta que el
aumento de peso que se observa al dejar de fumar puede ser para algunos un problema
grave y perturbardor, que puede promover la recaída en los ex-fumadores. Además, este
pequeño incremento de peso que pueden observar los fumadores en alguna persona que
haya abandonado los cigarrillos puede generar una expectativa de ganar peso si se deja
de fumar y, por tanto, puede inhibir el intentar abandonar los cigarrillos (Klesges et al.,
1989), cuando hemos visto en esta investigación que la mayoría de las personas que han
dejado de fumar se mantienen en su peso normal. Es más, incluso hemos visto que un
pequeño porcentaje de individuos puede llegar a perder una cantidad relativamente
importante de peso.
En otros estudios se han encontrado, entre los fumadores adultos, que aducir fumar para
controlar el peso se asocia con una falta de intención para dejarlo (Weekley, Klesges, y
Relyea, 1992). La mayoría de las mujeres fumadoras y una cuarta parte de los hombre
fumadores indican sentirse preocupados por la ganancia de peso que pueden
experimentar cuando intenten dejarlo (Pirie, Murray, y Luepker, 1991). Teniendo en
cuenta los resultado encontrados en este estudio, existen argumentos suficientes para
rebatir esa preocupación que lleva a que un porcentaje significativo de fumadores no
tengan intención de dejar de fumar.
En el grupo de las personas que estaban fumando a los 36 meses de seguimiento, señalar
también que un número importante de fumadores ha informado de modo retrospectivo
como causa de recaída la ganancia de peso y el incremento de apetito en las primeras
semanas o incluso meses después de dejarlo, al igual que se ha encontrado en otros
estudios (Klesges, y Klesges, 1988).
En el grupo de fumadores (n = 116), esto es, aquellos que no habían dejado de fumar en
ningún momento o que, tras un período de abstinencia habían recaído, a los 36 meses de
seguimiento no se observan diferencias estadísiticamente significativas en el peso
antes/después. Tan sólo habían ganado 0.46 Kg. entre el pretratamiento y el seguimiento
a los 3 años. Esto equivale a una ganancia de peso 4 veces menor que el grupo de
abstinentes, el cual experimentó un aumento de peso de 2 kg. Esta diferencia es bastante
clara, y apoya la hipótesis de que los fumadores se benefician de fumar en su control de
peso corporal, al igual, que aparece reflejado en otros trabajos. Por ejemplo, en el
estudio de Powell, y McCann (1981), en el que incluyeron a 51 sujetos, encontraron una
diferencia de 4.69 kg. entre los fumadores y los no fumadores.

Por último, es importante hacer una breve referencia a cuestiones de índole
metodológica. Debido a que el peso se evaluó mediante autoinformes careciendo de
medidas más precisas, nuestras inferencias pueden estar potencialmente sesgadas. Sin
embargo, se encuentra que la correlación obtenida entre la evaluación directa del peso
con los autoinformes de peso por parte de los sujetos es superior a 0.90 (Allison,
Heshka, Neale, Lykken, y Heymsfield, 1994). También, en nuestro estudio contamos
con una muestra bastante amplia para el grupo genérico de abstinentes y fumadores.
Como punto final, en este estudio hemos obtenido resultados similares a los realizados
en otros países. Aun así se han abierto algunos interrogantes para algunos datos de
nuestro trabajo, lo que hace necesario replicar este primer estudio con los fumadores de
nuestro medio con muestras más amplias.

Referencias
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Referencia a este artículo según el estilo de la APA:
Becoña, E., y Vázquez, F. L. (1998). Incremento de peso al dejar de fumar. Psicologia.COM [Online], 2 (1), 30
párrafos. Disponible en: http://www.psiquiatria.com/psicologia/vol2num1/art_5.htm [1 Febrero 1998]
NOTA: la fecha indicada entre corchetes será la del día que se haya visualizado este artículo.

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