En 1908 Eugen Bleuler proponía un nuevo término que marcaría un antes y un después en la historia de la psiquiatría: “Esquizofrenia”. Bleuler no solo apostaba con sustituir la “dementia praecox” de Kraëpelin, sino que inauguraba una nueva aproximación conceptual y terapéutica para el principal cuadro de la psiquiatría contemporánea. Poco más adelante en 1911, Bleuler publicó “Demencia Precoz. El grupo de las esquizofrenias” que supondrá un cambio terminológico definitivo.
Previamente en 1907, Carl Gustav Jung ya había preparado el camino a su mentor realizando un estudio crítico sobre la demencia precoz en el que realizaba una revisión histórica sobre los distintos términos utilizados por la psiquiatría para nominar lo que entonces se conocía como Demencia Precoz. En ese recorrido se ocupaba de una propuesta alternativa que Otto Gross había realizado en 1904, anticipándose en cuatro años a Bleuler: Dementia Sejunctiva.
Jung acababa de introducirse de pleno en el psicoanálisis y estaba a punto de convertirse en el lugarteniente oficial de Freud. Estaba muy interesado en los trabajos de Gross, pero rechazaba las implicaciones terapéuticas y morales que este proponía. Además le inquietaba la admiración personal de Freud hacia Gross, que era uno de los más brillantes psiquiatras que cuestionaban a Kraëpelin desde su propia órbita, y era uno de los primeros en apoyarse en las tesis freudianas para la comprensión de las psicosis.
Más de un siglo después la propuesta de Gross ofrece interesantes anticipaciones para la comprensión del fenómeno clave de la esquizofrenia: La escisión.