Resulta ya casi un tópico decir que la literatura científica crece a un ritmo inalcanzable para cualquier profesional médico que quiera estar constantemente al día de los avances de su especialidad. Acceder a los más de cuatrocientos mil artículos biomédicos que se publican anualmente en el mundo, a capítulos de monografías, o a tesis doctorales, es una tarea imposible sin la ayuda de la tecnología informática.
Suscripciones a revistas especializadas de prestigio, interrogación a bases de datos bibliográficas, o la revisión de boletines de sumarios preparados por bibliotecas y centros de documentación son algunos sistemas empleados por los profesionales para ese intentar estar al día.