En las últimas décadas, los TCA han adquirido una gran relevancia sociosanitaria por su
gravedad, complejidad y dificultad para establecer un diagnóstico en todas sus dimensiones y tratamiento específico. Se trata de patologías de etiología multifactorial donde intervienen factores genéticos, biológicos, de personalidad, familiares y socioculturales que afectan mayoritariamente a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Se trata de procesos que pueden iniciarse sutilmente y pasar desapercibidos en un primer momento. El objetivo de este trabajo es analizar las características clínicas y epidemiológicas más frecuentemente asociadas que permitan una mejor detección de los trastornos de la conducta alimentaria, así como el abordaje diagnóstico más apropiado y la orientación terapéutica con mayor efectividad en estos cuadros.
La metodología seguida ha consistido en una revisión bibliográfica de la literatura científica disponible sobre el tema objeto de estudio en guías y revistas de Psiquiatría, así como en la base de datos PubMed. Los resultados extraídos de la búsqueda sistemática sugieren que
los trastornos de la conducta alimentaria surgen como resultado de tres tipos de factores: predisponentes, precipitantes y perpetuantes. Hay que tener en cuenta la carga genética y los antecedentes familiares, la insatisfacción con el peso corporal que da lugar a una restricción de la dieta y las consecuencias multidisciplinares de este trastorno (físicas, psicológicas y sociales) como factores perpetuantes. Debemos tener en cuenta la coexistencia de comorbilidad entre los trastornos de la conducta alimentaria y los trastornos de personalidad, trastornos del estado de ánimo (depresión) y trastornos del control de los impulsos.