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Percepción del riesgo de ITS/VIH/SIDA en adolescentes con sepsis ginecológica.

Autor/autores: Juan Antonio Suárez González , Mario Gutierrez Machado, Daylanis Victoria Figueroa Verdecía, Mabel Monteagudo Barroso
Fecha Publicación: 29/06/2010
Área temática: .
Tipo de trabajo: 

RESUMEN

Se realizó un estudio en la población femenina adolescente que acude al Servicio de Ginecología del Hospital Universitario “Mariana Grajales” de Santa Clara, con sepsis ginecológica en el período comprendido entre enero del 2003 a diciembre del 2004. OBJETIVO: Obtener información acerca de comportamientos y percepción de riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual (ITS-VIH-SIDA) en mujeres adolescentes ingresadas en el Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Materno Infantil Mariana Grajales de Santa Clara, Villa Clara.DISEÑO: Estudio aleatorio transversal anónimo, realizado en Santa Clara, Villa Clara. MATERIAL Y MÉTODOS: Muestreo por conglomerados en dos etapas, con probabilidades proporcionales al tamaño; la muestra para el estudio resultó 755 adolescentes. Se utilizó un cuestionario autoaplicado. El análisis estadístico se desarrolló en dos etapas, descriptivo univariado y divariado.RESULTADOS: La media de la edad de las adolescentes encuestadas fue 16,4±0,49 años, y la media de inicio de relaciones sexuales 15,4 años. La proporción global de uso de condón fue 23,4%; 16% refirió haber tenido tres o más parejas sexuales en el último año y 31,52% no puede precisar el número de parejas sexuales; el 33% refirió haber tenido síntomas sugestivos de ITS, mientras que 88,3% percibió no tener algún riesgo de adquirir una enfermedad de transmisión sexual con su vida sexual actual. Del total de adolescentes, 26% no reconoció el condón como una forma de prevención del SIDA. CONCLUSIONES: Los hallazgos de baja percepción de riesgo de ITS/VIH/SIDA y la alta referencia de signos de ITS, señalan la necesidad de priorizar esta población para realizar estrategias de prevención.


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Percepción del riesgo de ITS/VIH/SIDA en adolescentes con sepsis ginecológica.
FUENTE: PSIQUIATRIA.COM 2006; 10(4)

Juan Antonio Suárez González; Mario Gutierrez Machado; Daylanis Victoria Figueroa Verdecía; Mabel
Monteagudo Barroso.
Hospital Universitario Mariana Grajales -Santa Clara.
Villa Clara. Cuba

Resumen
Se realizó un estudio en la población femenina adolescente que acude al Servicio de Ginecología del Hospital
Universitario "Mariana Grajales" de Santa Clara, con sepsis ginecológica en el período comprendido entre enero
del 2003 a diciembre del 2004.
OBJETIVO: Obtener información acerca de comportamientos y percepción de riesgo de adquirir infecciones de
transmisión sexual (ITS-VIH-SIDA) en mujeres adolescentes ingresadas en el Servicio de Ginecología del Hospital
Universitario Materno Infantil Mariana Grajales de Santa Clara, Villa Clara.
DISEÑO: Estudio aleatorio transversal anónimo, realizado en Santa Clara, Villa Clara.
MATERIAL Y MÉTODOS: Muestreo por conglomerados en dos etapas, con probabilidades proporcionales al
tamaño; la muestra para el estudio resultó 755 adolescentes. Se utilizó un cuestionario autoaplicado. El análisis
estadístico se desarrolló en dos etapas, descriptivo univariado y divariado.
RESULTADOS: La media de la edad de las adolescentes encuestadas fue 16,4±0,49 años, y la media de inicio de
relaciones sexuales 15,4 años. La proporción global de uso de condón fue 23,4%; 16% refirió haber tenido tres o
más parejas sexuales en el último año y 31,52% no puede precisar el número de parejas sexuales; el 33% refirió
haber tenido síntomas sugestivos de ITS, mientras que 88,3% percibió no tener algún riesgo de adquirir una
enfermedad de transmisión sexual con su vida sexual actual. Del total de adolescentes, 26% no reconoció el
condón como una forma de prevención del SIDA.
CONCLUSIONES: Los hallazgos de baja percepción de riesgo de ITS/VIH/SIDA y la alta referencia de signos de
ITS, señalan la necesidad de priorizar esta población para realizar estrategias de prevención.

Introducción
Desde que el hombre y la mujer se reproducen sexualmente y por tanto tienen relaciones sexuales, existe la
posibilidad de trasmitir una serie de enfermedades por dicha vía. Las ITS son denominadas de esta forma porque
la principal y más frecuente vía de transmisión es a través de las relaciones sexuales; sin embargo pueden ser
trasmitidas por otras vías como por ejemplo la sanguínea, la lactancia materna o en forma intrauterina durante la
gestación o parto.
Las infecciones de transmisión sexual se pueden presentar en cualquier persona de cualquier edad, etnia,
condición económica o social, etc pero sobre todo en aquellas activas sexualmente.
Existen grupos que son mucho más vulnerables, y en este caso los adolescentes tienen un papel prioritario. La
adolescencia es la etapa de la vida en la cual los y las jóvenes deben integrarse a su ambiente social y cultural.
No es simplemente un período de adaptación a los cambios corporales de maduración sexual; sino que es también
una fase decisiva en la que deberán desarrollar conciencia, responsabilidad, valores y conceptos morales que le
permitan entrar en la edad adulta con la suficiente confianza y capacidad para enfrentar la vida.1
En esta etapa, la sexualidad es una de las mayores preocupaciones, tanto para ellos como para su familia y para
la sociedad de la cual forman parte; ya que el inicio de la actividad sexual sin la debida orientación y sin
conocimiento de sus implicaciones, puede exponerlos a una serie de riesgos para su salud y su futuro.
Los determinantes del riesgo de enfermedades de transmisión sexual comprenden un grupo complejo de factores
ecológicos y de conductas. Los determinantes de conductas en las enfermedades de trasmisión sexual incluyen el
número de parejas sexuales actual y durante toda la vida, la edad de la primera relación sexual, la frecuencia de
las relaciones sexuales y vías, los patrones de adquisición de parejas sexuales y la tasa de adquisición de nuevas
parejas sexuales. Se ha demostrado por ejemplo que los varones que tienen relaciones con trabajadores sexuales,
tienen más alto riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual y de trasmitirlas.2

Consecuentemente las ITS se presentan tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo
y las diferencias de prevalencias usualmente se encuentran en los registros deficientes que existen en la mayoría
de los países en vías de desarrollo que no permiten conocer datos exactos de su presentación salvo por sus
consecuencias graves. A pesar de ello, se estima que en el mundo se infestan con alguna ITS unas 685 000
personas diariamente, y que anualmente podrán estar ocurriendo unos 330 000 000 de casos nuevos,
ocasionando elevadas tasas de morbilidad y en muchos casos también de mortalidad. Como consecuencia de ello
se producen enormes gastos que repercutan tanto en los estados como en las personas que las padecen.
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) ha surgido como el principal tema de Salud Pública en los
últimos veinte años, no sólo porque se ha convertido en la principal causa de morbilidad y mortalidad en el
mundo, sino porque involucra tópicos que captan la atención y la imaginación de la gente, tales como miedo,
sexo, muerte prematura y relaciones íntimas. Internacionalmente, la prevención del contagio por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH)/SIDA es un reto enorme, debido a que el problema está incrementándose
rápidamente, mientras que los recursos para resolverlo no.1
Es necesario desarrollar mejores estrategias para prevenirlo. Los jóvenes son particularmente vulnerables a las
infecciones de transmisión sexual (ITS) /VIH/SIDA. Sin embargo, son los jóvenes los que ofrecen la mayor
esperanza para cambiar el curso de la epidemia de VIH/SIDA. El curso futuro de la epidemia depende de los
esfuerzos que se emprenda ahora para prevenir las ITS/VIH/SIDA entre los adolescentes. La salud del
adolescente es un proceso dinámico, en el que se interrelacionan aspectos biológicos, psicológicos, sociales,
culturales y ambientales, que se manifiestan en una fase crítica del crecimiento. En ellos surgen necesidades
durante el proceso biopsicosocial que los conduce a ser adultos, tales como prepararse para la inserción laboral,
construir nuevos vínculos sociales y afectivos, procesar sus cambios biológicos corporales y hormonales ligados a
su recién adquirida capacidad de reproducción biológica. Es así como el ejercicio de la sexualidad en esta etapa es
un componente básico del proceso salud-enfermedad y las distintas maneras de enfrentarlo pueden tener
implicaciones en el proceso reproductivo y en la salud biopsicosocial del adolescente.2
Durante este período, el riesgo de efectos adversos sobre la salud asociados a la actividad sexual se incrementa,
debido en parte a la experimentación en un contexto cultural de ambigüedad moral que promueve la actividad
sexual sin proveer una educación sexual con credibilidad.
Las actitudes de los adolescentes respecto a su sexualidad acentúan este fenómeno.3 Un gran número de jóvenes
empieza su actividad sexual a una edad relativamente temprana, no son monógamos y no utilizan condones con
la suficiente regularidad para asegurar la protección de ITS/VIH/SIDA.
En muchos países, una proporción significativa de jóvenes comienza su actividad sexual antes de los 15 años.
Además, la experimentación con el consumo de drogas es a menudo una característica frecuente en la
adolescencia.4
En América Latina, se ha realizado estudios en adolescentes de zonas urbanas desde inicios de la epidemia,
identificándose algunas características que incrementan el riesgo de contagio y transmisión de ITS/VIH/SIDA.
Algunas persisten hasta la actualidad, como el que la posibilidad de morir por una infección de un virus intangible
de una enfermedad con un largo período de incubación no representa un problema visible o concretizable por la
cotidianidad inmediata. 5,6
También se describe en varios estudios, acerca de ITS/VIH/SIDA, una elevada prevalencia de comportamientos de
riesgo y niveles bajos de conocimiento, así como de uso de condón y otras medidas preventivas en adolescentes
de ambos sexos7-9 y en adolescentes de zonas urbanas y rurales 10 Además, en este sentido se relacionan otros
factores que facilitan la presencia de embarazos no planificados y de ITS/VIH/SIDA, como la existencia de un
contexto de coerción y de intercambio de sexo por dinero, la combinación de sexo, consumo de drogas y alcohol y
el involucrar mujeres jóvenes11,12
Estas características nos muestran la vulnerabilidad de las adolescentes, que tienen mayor probabilidad de sufrir
consecuencias de las relaciones sexuales tempranas y que son fisiológicamente más susceptibles a la infección por
ITS/VIH/SIDA que las mujeres de más edad.También tienen menos capacidad de negociar el uso de condones,
especialmente en las relaciones sexuales con hombres mayores. Estas últimas son más peligrosas que las
relaciones con personas de su misma edad, porque los hombres mayores habrán tenido más parejas sexuales y,
por consiguiente, habrán estado más expuestos al VIH y otras ITS, si no se protegieron en esas relaciones2
La epidemia del VIH ha incrementado las ya de por sí graves repercusiones que pueden tener para los
adolescentes las relaciones sexuales sin protección, especialmente para las mujeres, exponiéndolas al embarazo y
a ITS. El embarazo en una adolescente conlleva muchos otros riesgos para su salud y su bienestar psicosocioeconómico. Cuando los adolescentes tienen acceso a información y servicios de apoyo adecuados, también

están dispuestos a retrasar la edad de inicio sexual y se aseguran de evitar riesgos cuando deciden comenzar su
vida sexual.2 Todo lo anteriormente señalado nos muestra la necesidad de conocer las principales pautas del
comportamiento sexual de las adolescentes, blanco sobre el cual se pretende impactar con las estrategias de
control y prevención de ITS/ VIH/SIDA.

Objetivos
General:
- Caracterizar la percepción de riesgo de ITS-VIH-SIDA en mujeres de 12 a 19 años con sepsis ginecológicas.

Específicos:
- Delimitar las características sociodemográficas de la muestra.
- Determinar la referencia de signos sugestivos de ITS en mujeres adolescentes con sepsis ginecológica.
- Determinar el tipo de información de las adolescentes frente a situaciones de riesgo de ITS/VIH/SIDA.

Tipo de Estudio
Se realizó un estudio transversal con una muestra representativa de las mujeres adolescentes procedentes del
Municipio de Santa Clara, que acudieron a Consulta de Ginecología del Hospital Universitario Materno Infantil
Mariana Grajales de Santa Clara Villa Clara, con sepsis ginecológica, en el período de Enero del 2003 hasta
diciembre del 2004.Se realizó un muestreo por conglomerados en tres etapas, con probabilidades proporcionales
al tamaño (PPT), donde en la primera etapa se seleccionó el área de salud procedente de las adolescentes y, en la
segunda y tercera etapa, se seleccionó aleatoriamente los días y las personas a entrevistar, respectivamente. Se
obtuvo una muestra de 719 adolescentes con sintomatología ginecológica sugestiva de sepsis basándose en el
método clínico. Este tamaño muestral garantiza la representatividad con un nivel de confianza de 95%.
Análisis de los resultados
En la Tabla 1 se relacionan las edades de las mujeres adolescentes que acudieron al Servicio de Ginecología con
sepsis ginecológica en el período de estudio. La media de edad de las participantes fue 16,4±0,49 años. Pero es
significativo como todos los grupos de edades de la adolescencia están representados en este estudio.

Tabla 1. Total de adolescentes según edad.

En relación a lo anterior; en la Tabla 2, Gráfico 1 se muestran las edades de inicio de las relaciones sexuales en
el grupo de adolescentes que presenta sepsis ginecológica. La media en este grupo estuvo representada por
muchachas de 15,4 años, pero cobran interés desde el punto de vista de la prevención que se reporten casos de
adolescentes que iniciaron su vida sexual antes de los 12 años, que aunque sea un por ciento poco representativo
en relación al total de la muestra, 1,58% si se valora la repercusión social de estos resultados unidos a las que
comenzaron a los 13 años: 10,72%; la problemática se convierte en un punto de partida para revalorizar el
trabajo con estos grupos poblacionales.

Tabla 2. Edad de primeras relaciones sexuales.

Gráfico 1. Edad de primeras relaciones sexuales.

En la Tabla 3 se muestran los antecedentes obstétricos del grupo de adolescentes con sepsis ginecológicas.
Comprobándose que el total de adolescentes tiene al menos un antecedente que señalar e incluso se evidencia
como un número significativo de muchachas tiene más de un antecedente. El embarazo en la adolescencia es un
tema que se ha abordado como una verdadera problemática de salud a nivel mundial, y se han instaurado un
sinnúmero de programas dirigidos a disminuir la incidencia de este problema. El 50,46% de las adolescentes
encuestadas ha tenido al menos un embarazo; de ellas el 12,45% ha tenido un parto eutócico y el 2,25% ya ha
sido intervenida quirúrgicamente con una operación cesárea que en estas edades aumenta el riesgo de sus
complicaciones.31

Tabla 3. Antecedentes Obstétricos.

En la Tabla 4, Gráfico 2 se muestra la estabilidad en las parejas sexuales de las adolescentes, señalando como
el 85,69% refiere que en el último año ha tenido parejas ocasionales. Este comportamiento de riesgo aún cuando
se convierte en típico de estas edades; significa una pobre percepción del riesgo de infecciones ginecológicas, y de
enfermedades virales como el VHB, VHC y VIH/SIDA.

Tabla 4. Estabilidad de las parejas sexuales en el último año.

Gráfico 2. Estabilidad de las parejas sexuales en el último año.

El concepto de promiscuidad es un elemento semántico que ha tenido varias acepciones en los últimos tiempos.
No hay ningún libro que defina con certeza y desde el punto de vista científico que es ser promiscuo. Se habla de
promiscuidad cuando las personas cambian frecuentemente de pareja, pero nadie dice a partir de qué número de
parejas y en qué plazo de tiempo se es promiscuo.36
La Tabla 5 relaciona el tipo de pareja sexual que mantienen las adolescentes con la protección o no en la última
relación sexual, exponiendo como existe un gran número de adolescentes que en la última relación con una
pareja ocasional no se protegieron de la posibilidad de un embarazo ni de adquirir una infección trasmitida
sexualmente. El 61,72% de la muestra de adolescentes tuvo relaciones no protegidas. Esto es un indicador de
baja percepción de riesgo pues a pesar de los esfuerzos del Estado en el abastecimiento de métodos de barrera
puestos a disposición de los adolescentes y población en general, su utilización no es la más adecuada en estos
grupos de riesgo.

Tabla 5. Relación tipo de pareja .vs. última relación sexual.

En la Tabla 6 se muestra el número de parejas sexuales que refieren las adolescentes en el último año.
El 38,14% de las adolescentes refirió haber tenido una pareja única, pero el 17,08% refirió dos parejas sexuales;
y el 15,89% refirió haber tenido en el último año 3 ó más parejas sexuales. Además existe un 31,52% del total de
adolescentes que no puede precisar el número de parejas sexuales que ha tenido en el último año. Resultados
significativos que denotan como la percepción del riesgo en estas edades está disminuida.

Tabla 6. Número de parejas sexuales en el último año

En la Tabla 7, Gráfico 3 se describe la identificación por parte de las adolescentes de los signos de ITS. Siendo
muy significativo que el 67,01% de las adolescentes no perciban estas manifestaciones clínicas como signos de
infecciones trasmitidas sexualmente. El contagio del VIH generalmente ocurre hasta diez años antes de llegar a
manifestarse la enfermedad ( el SIDA) y la mayoría de los individuos entran en contacto con el virus desde muy
temprano.. Los signos explorados aludieron a la presencia de lesiones, llagas y/o heridas vaginales (6,4%) o
anales (2,1%), así como sangramientos vaginales anormales, en muchas ocasiones dolorosos por enfermedad no
atribuibles al ciclo menstrual; 24,5% reportó este último signo al momento de llenar la encuesta.

Tabla 7. Presencia de signos de ITS.

Gráfico 3. Presencia de signos de ITS.

La percepción directa del riesgo de ITS con el comportamiento actual que siguen estas adolescentes se reflejó en
la Tabla 8 donde el 88,30% no percibe tener algún riesgo de contraer una ITS o el VIH/SIDA. Estos resultados
son altamente significativos con X² BA = 71,277 y p=0,000.

Tabla 8. Percepción del riesgo de ITS con su actual comportamiento.

Aunque Cuba es el país de más baja prevalencia del SIDA en el continente, son varios miles los cubanos que viven
con el VIH. Habitamos, además, en un mundo cada vez más interrelacionado. En el momento actual, sin que
exista aún cura para este verdadero azote de la humanidad, a todas luces lo más inteligente es cambiar nuestro
comportamiento sexual ante la posibilidad del contagio, si aún no lo hemos hecho. Y ello depende de la clara
comprensión de este fenómeno y de ser verdaderamente responsables con la salud. Las únicas alternativas están
planteadas: abstención, fidelidad o empleo adecuado del preservativo.41
En la Tabla 9, Gráfico 4 se muestra el consumo de alcohol en las adolescentes de 12 a 19 años con sepsis
ginecológica. Casi una tercera parte de las participantes (29,6%) refirió consumir bebidas alcohólicas, de las
cuales 17,9% las había consumido en el último mes; 8,7% una vez a la quincena; 2,5% por lo menos una vez a la
semana y 0,5% diario.

Gráfico 4. Consumo de Alcohol.

Respecto al número de personas con las cuales habían tenido relaciones sexuales en su vida en la Tabla 10 se
exponen los resultados que señalan como el 16,02% refirió tener una pareja única, mientras que 83,97% reportó
tener 2 ó más parejas sexuales. Resultados altamente significativos con una Bondad de ajuste de X² BA = 66,706
y p= 0,000. Llamó la atención que sólo 48,9% de las adolescentes que reportaron tener o haber tenido más de
una pareja sexual, refirió que suele cuidarse de alguna manera cuando tiene relaciones sexuales.

Tabla 10. Total de parejas sexuales en toda su vida.

Conclusiones
1.-Entre las mujeres de 12 a 19 años con sepsis ginecológica se evidencia una baja percepción de riesgo de
ITS/VIH/SIDA.
2.-La media de inicio de las relaciones sexuales en las adolescentes del estudio ocurrió a los 15,4 años de edad.
3.-Existe una alta referencia de signos de ITS en mujeres que acuden con sepsis ginecológicas en edades de 12 a
19 años.

4.-Las adolescentes con sepsis ginecológicas no tienen información adecuada ante situaciones de riesgo de
ITS/VIH/SIDA.
5.-Las adolescentes que presentan sepsis ginecológica muestran comportamientos estrechamente relacionados al
riesgo de contraer ITS/VIH/SIDA, tales como edad temprana de inicio de relaciones sexuales, escaso uso del
condón y parejas sexuales múltiples, lo que se relaciona con la baja percepción de riesgo de contagio de
ITS/VIH/SIDA, siendo congruente con el hecho de que más de la tercera parte de las entrevistadas reportaran
signos asociados a ITS.

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