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Trastorno de personalidad evitadora: etiología y tratamiento.

Fecha Publicación: 27/10/2011
Autor/autores: Mikel Haranburu Oiharbide , Joana Esteve Okariz, Jesús Guerra Plaza, Nekane Balluerka Lasa, Arantxa Gorostiaga Manterola

RESUMEN

Trastorno de personalidad evitadora: etiología y tratamiento La persona con un trastorno evitativo de la personalidad muestra timidez, poca fluidez verbal, conducta inhibida y sensibilidad excesiva ante acontecimientos que no son perjudiciales. Muestra excesiva sensibilidad ante la humillación y la exclusión. Se muestra invisible, tímido, desconfiado, ansioso y temeroso ante las evaluaciones negativas. Ha introyectado las altas expectativas de sus padres y ha desarrollado un superyó exigente y tendencia a la introspección. A menudo ha tenido padres evitadores, exigentes, que le han rechazado o maltratado cuando era pequeño. Siente miedo ante el éxito y atribuye el éxito a factores externos. Se autopercibe como una persona de nivel inferior. Se dedica a trabajos inferiores a sus facultades y percibe a los otros como superiores. Mantiene el deseo de relaciones estrechas, pero evita las relaciones con personas que no muestran aceptación incondicional. Rompe lazos con la realidad, porque trata de evitar las emociones negativas. Le gustan las relaciones sociales, pero las evita. No se aísla de los otros por frialdad afectiva, sino por ansiedad. Puntúa alto en introversión, neuroticismo y amabilidad. Muestra baja autoestima, inseguridad por falta de autoconfianza, miedo a la exclusión, excesiva sensibilidad a la crítica, comportamiento inhibido ante la novedad y predominio del sistema simpático. Se distrae fácilmente porque focaliza su atención en los sentimientos y propósitos de los demás. La ansiedad interfiere en sus procesos mentales. En el tratamiento de las personas con trastorno evitatico se utilizan ansiolíticos y antidepresivos, técnicas de desensibilización sistemática, relajación y afirmación de sí mismo.


Palabras clave: evitador; trastorno; personalidad; inhibición.
Área temática: .

Haranburu Oiharbide M. Psicologia.com. 2011; 15:63.
http://hdl.handle.net/10401/4708

Artículo original
Trastorno de personalidad evitadora: etiología y
tratamiento
Avoidant personality disorder: etiology and treatment

Mikel Haranburu Oiharbide1*, Joana Esteve Okariz2, Jesús Guerra Plaza3, Nekane
Balluerka Lasa4, Arantxa Gorostiaga Manterola5.

Resumen
Trastorno de personalidad evitadora: etiología y tratamiento
La persona con un trastorno evitativo de la personalidad muestra timidez, poca fluidez verbal,
conducta inhibida y sensibilidad excesiva ante acontecimientos que no son perjudiciales.
Muestra excesiva sensibilidad ante la humillación y la exclusión. Se muestra invisible, tímido,
desconfiado, ansioso y temeroso ante las evaluaciones negativas.
Ha introyectado las altas expectativas de sus padres y ha desarrollado un superyó exigente y
tendencia a la introspección. A menudo ha tenido padres evitadores, exigentes, que le han
rechazado o maltratado cuando era pequeño.
Siente miedo ante el éxito y atribuye el éxito a factores externos. Se autopercibe como una
persona de nivel inferior. Se dedica a trabajos inferiores a sus facultades y percibe a los otros
como superiores.
Mantiene el deseo de relaciones estrechas, pero evita las relaciones con personas que no
muestran aceptación incondicional. Rompe lazos con la realidad, porque trata de evitar las
emociones negativas. Le gustan las relaciones sociales, pero las evita. No se aísla de los otros por
frialdad afectiva, sino por ansiedad.
Puntúa alto en introversión, neuroticismo y amabilidad. Muestra baja autoestima, inseguridad
por falta de autoconfianza, miedo a la exclusión, excesiva sensibilidad a la crítica,
comportamiento inhibido ante la novedad y predominio del sistema simpático.
Se distrae fácilmente porque focaliza su atención en los sentimientos y propósitos de los demás.
La ansiedad interfiere en sus procesos mentales.
En el tratamiento de las personas con trastorno evitatico se utilizan ansiolíticos y
antidepresivos, técnicas de desensibilización sistemática, relajación y afirmación de sí mismo.
Palabras claves: Evitador, trastorno, personalidad, inhibición.

Psicologia.com ­ ISSN: 1137-8492
© 2011 Haranburu Oiharbide M, Esteve Okariz J, Guerra Plaza J, Balluerka Lasa N, Gorostiaga Manterola A.

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Haranburu Oiharbide M. Psicologia.com. 2011; 15:63.
http://hdl.handle.net/10401/4708

Abstract
Avoidant personality disorder: etiology and treatment
People with avoidant disorder displays shyness, low verbal fluency, inhibited behavior and
excessive sensitivity to neutral events.
They show excessive sensitivity to the humiliation and exclusion. They are invisible, shy,
suspicious, anxious and fearful of negative evaluations.
They have introjected high expectations of their parents and have developed a demanding
superego and a tendency to introspection. They often have avoidant and demanding parents
that have rejected them as a child. They may have had traumatic experiences in childhood.
They are afraid of success. Therefore, they attribute the success to external factors. They
perceive themselves as persons of lower level, they work in professions that are below their
abilities and perceive the others as superiors.
They maintain the desire of close relations, but avoid relationships with people who do not show
unconditional acceptance, because they try to avoid negative emotions. They would like to
approach to others, but avoid them because they are scared. They are not isolated because they
are affectively cold, but because they are anxious.
They score high on introversion, neuroticism and agreeableness. They show low self-esteem,
lack of security and confidence, fear of exclusion and excessive sensitivity to criticism, inhibited
behavior at the novelty, and the predominance of the sympathetic system.
They are easily distracted. They focus their attention on the feelings and intentions of others.
The anxiety interferes with their mental processes.
In the treatment of people with avoidant personality disorder are used anxiolytics, techniques of
systematic desensitization, relaxation and self-assertiveness.
Keywords: Avoidant, personality, disorder, inhibition.

Recibido: 31/10/10 - Aceptado: 09/01/11 ­ Publicado: 27/10/11

* Correspondencia: mikel.haranburu@ehu.es
1, 2, 3, 4 y 5 Universidad del País Vasco

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Haranburu Oiharbide M. Psicologia.com. 2011; 15:63.
http://hdl.handle.net/10401/4708

Introducción
La persona que sufre un trastorno de personalidad sigue unas pautas fijas de percepción de la
realidad y unos patrones rígidos de conducta en la sociedad. No tiene la flexibilidad y destreza
suficientes para adaptarse a las situaciones cambiantes e inestables de la sociedad. Además no
es consciente de que sigue unas pautas inadecuadas de percepción, pensamiento y conducta.
Muestra patrones fijos y rígidos de conducta: predice constantemente que los otros le
perjudicarán y le rechazarán, por lo que evitará relacionarse con ellos; suele estar siempre
vigilante y llena de ansiedad en las relaciones sociales, y muestra una conducta inhibida; su
mente se encuentra continuamente invadida por pensamientos en los que se invalida a sí
misma. Además, aunque desee tener mejores relaciones con los otros, oculta ese deseo detrás de
una máscara de frialdad afectiva. Así pues, tal como sucede en los otros trastornos de
personalidad, patrones restrictivos y rígidos de percepción y conducta limitan también la vida
de la persona evitante, y esas restricciones impiden que pueda conseguir lo que desea.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica
Americana [1] sitúa al Trastorno Evitante entre los Trastornos Ansiosos de la Personalidad,
juntamente con el trastorno Obsesivo-Compulsivo y el Trastorno Dependiente. Aparte de este
grupo, distingue otros dos grupos de trastornos: los Trastornos Excéntricos de Personalidad
(Paranoide, Esquizoide y Esquizotípico) y los Trastornos Dramáticos de la Personalidad
(Antisocial, Límite, Histriónico y Narcisista).

Descripción
Conducta
Las personas con trastorno evitativo suelen mostrarse hipervigilantes en sus relaciones con los
demás, están siempre al acecho de eventuales amenazas. Suelen actuar de forma desconfiada y
muestran excesiva sensibilidad ante acontecimientos que no son peligrosos, porque temen
quedar en evidencia ante la gente y ser rechazadas. Por ello, muestran una conducta inhibida y
no progresan en el entorno profesional, porque son hipersensibles a los juicios negativos de los
demás.
Las personas con este trastorno se alejan activamente de los demás. El miedo a las críticas, al
rechazo o al ridículo las mantiene alejadas de las relaciones sociales. Antes de empezar a
relacionarse con los demás deben tener la seguridad de que serán aceptadas incondicionalmente
por ellos, porque están convencidas de que no son atractivas y que no tienen las habilidades
sociales que tienen los otros.

Relaciones
A las personas con trastorno evitativo les resulta difícil mantener una postura abierta ante las
demás personas y mostrar sus verdaderas opiniones y sentimientos. Han sido aisladas,
rechazadas y humilladas en la sociedad. Muestran una excesiva sensibilidad ante el rechazo y el
aislamiento, y se muestran retraídas y tímidas ante el temor de que se repitan experiencias de
ese tipo.
Se muestran temerosas y replegadas en sí mismas, y se convierten en seres invisibles. No hablan
de sí mismas, porque no quieren ser el centro de atención. Muestran demasiada sensibilidad

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ante las críticas y las burlas de los demás. En consecuencia, evitan establecer relaciones con los
demás, cuando éstos no les garantizan una aceptación incondicional.

Estilo cognitivo
Los pensamiento automáticos habituales de la persona con trastorno evitativo son similares a
los que se exponen a continuación: "Si ha hecho ese gesto, es porque no soy de su agrado", "No
tengo habilidades sociales, no soy aceptada y deseable en el trabajo y en las relaciones sociales",
"Pensarán que no sirvo para nada", "Si los otros se acercan a mí conocerán mi verdadera
personalidad y me rechazarán", "Titubeo al hablar; pensarán que soy tonta", "Tengo que evitar
atraer la atención hacia mí y debo tratar de no sobresalir entre la gente", "Es mejor no hacer
nada que esforzarse en algo y fracasar", "Esos síntomas de tensión significan que las relaciones
van mal, por lo que debo cortar la relación", "Los otros obtienen el éxito por sus méritos, pero
cuando yo tengo éxito es por suerte".

Afectividad
Sus rasgos característicos son la inestabilidad emocional y la impulsividad. Pasan fácilmente de
la ansiedad a la sobreexitación, de las relaciones amables a la desconfianza. Quisieran acercarse
a los otros, pero se asustan. Desde ese punto de vista es significativo que el manual de
diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud [2] lo haya denominado "trastorno ansioso
de la personalidad".
Algunas personas evitativas pueden mostrar relaciones afectivas satisfactorias, pero sólo lo
hacen con personas que les merecen una gran confianza. También pueden mostrar su
afectividad a través de la música, la poesía o el diario íntimo. Otras personas evitativas se
muestran ansiosas en las relaciones, desconfían de las otras personas y no tienen confianza para
establecer relaciones continuas con ellas. Son muchas las personas evitativas que experimentan
sentimientos de despersonalización, emociones disarmónicas, tristeza profunda, vacío y
soledad.
Muestran inhibición social, sentimiento de impotencia e hipersensibilidad hacia la evaluación
negativa por parte de las otras personas. Tienen una baja autoestima, y evalúan de forma
negativa sus facultades y sus logros. Temen fracasar ante los otros y la crítica o el rechazo que
van a sufrir a consecuencia de ello. Por eso, se repliegan ante los demás y se vuelven invisibles.

Autoconcepto
Se autoperciben como impotentes, débiles e insignificantes. Se creen inferiores a los demás por
los fracasos y frustraciones que han sufrido. Perciben a los otros como superiores. Desconfían de
los demás y creen que éstos les rechazarán y les abandonarán.
Oscilan entre la desvalorización de sí mismos y los sueños mágicos. No creen en las fantasías,
pero se regodean en ellas. Tienden a la introspección, por lo que ante las dificultades desean
refugiarse en la imaginación, en lugar de afrontar los problemas.

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Diagnóstico diferencial
Las tres características de las personas con trastorno evitativo son altos niveles de introversión,
neuroticismo y amabilidad [3]. Según Cloninger [4], las características principales de este
trastorno son el bajo nivel de búsqueda de sensaciones, poca adicción a los premios y un alto
nivel de evitación de daños o estímulos negativos.
¿En qué se diferencian el trastorno evitativo y el trastorno esquizoide?
Tratorno esquizoide de personalidad

Trastorno evitativo de personalidad

Tiene pocas relaciones sociales, porque muestra
poca propensión a las relaciones, pocas emociones o
indiferencia hacia las otras personas.

Tiene pocas relaciones sociales, pero quiere tener
relaciones sociales, aunque la ansiedad le impida
mantenerlas.

Muestra indiferencia afectiva en las relaciones
sociales.

No le gusta estar aislado, porque desea ser
aceptado y porque sufre con las críticas de los
demás.

Es un aislamiento egonsintónico:
voluntariamente de las relaciones.

se

retira

No tiene baja autoestima y es indiferente ante las
críticas y sentimientos de los demás.

Es un aislamiento egodistónico, un aislamiento
activo. Quisiera otra cosa.
Tiene baja autoestima, se valora poco.

Desarrolla sobre todo los síntomas positivos de la
esquizofrenía.
Desarrolla sobre todo los síntomas negativos de
la esquizofrenía.
Tiene un comportamiento extraño.
Su comportamiento no llama la atención.

Cuando empezaron a diagnosticar el trastorno evitativo bajó la frecuencia del diagnóstico del trastorno
esquizoide. Se comenzó a diferenciar entre las personas que se aíslan por ansiedad o timidez (trastorno
evitativo) y las que se aíslan por frialdad o indiferencia afectiva (trastorno esquizoide).

¿En qué se parecen y en qué se diferencian las personas con trastorno paranoide y las personas
con trastorno evitativo?
Trastono paranoide

Trastorno paranoide y trastorno
evitativo

Trastorno evitativo

Muestran suspicacia, miedo,
inseguridad,
incomodidad
e
hipervigilancia ante los demás.
Las personas evitativas con
rasgos paranoides desconfían de
las intenciones de los demás, se
defienden de ellos, y guardan una
distancia de seguridad, antes de

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implicarse emocionalmente. Se
muestran enfadados ante las
personas críticas. Tienen ideas de
referencia (piensan que las cosas
que ocurren en el mundo tienen
un significado especial para
ellos) y piensan que son los otros,
y no ellos mismos, los que son
fuente de problemas.
Las sospechas, los temores y las
vigilancias
nacen
de
las
expectativas
de
malas
intenciones por parte de otros. El
paranoide está aislado en su
castillo, ante la amenaza de los
ataques de los otros.

Las sospechas, los temores y las
vigilancias nacen de la baja
autoestima y de la falta de
confianza en sí mismo.

La percepción y el sentimiento de
que sufre ataques por parte de
los demás le lleva a mostrar
agresividad contra ellos y a evitar
el ataque que espera recibir de
ellos.

Lo que le lleva a inhibir la
conducta y a mostrar la evitación
pasiva es el miedo a ser excluído.

¿En qué se parecen y en qué se diferencian las personas con trastorno dependiente de la
personalidad y las personas con trastorno evitativo?
Tratsorno dependiente

Dependiente y evitativo

Trastorno evitativo

Hipersensibilidad a la crítica y
necesidad de la defensa y de la
protección de los otros.
Se
sienten
impotentes
necesitados de soporte.

y

Un gran porcentaje de personas
con trastorno de dependencia
tiene también trastorno evitativo.

Un gran porcentaje de personas
con trastorno evitativo tienen
también trastorno dependiente.

Quieren mantener la relación y
se someten a los otros, porque
piensan que solos no pueden
conseguir nada.

Tienen un alto nivel de ansiedad,
tienen
dificultades
para
comenzar las relaciones y se
alejan de las personas críticas,
para evitar la exclusión y la
humillación.

Muchas personas que tienen el trastorno evitativo suelen tener a la vez fobia social (I eje). ¿En
qué se parecen y se diferencian la fobia social y el trastorno evitativo?

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Fobia social

Fobia social y trastorno evitativo

Trastorno evitativo
Tiene autoestima baja, deseo de
aceptación y sentimientos de
inferioridad.

No tiene una autoestima baja, un
deseo
de
aceptación
y
sentimientos de inferioridad
como la persona evitativa.
No evita las relaciones íntimas y
a menudo mantiene relaciones
interpersonales satisfactorias.

Evita las relaciones íntimas.

Miedo y síntomas de la ansiedad
relacionados con situaciones
sociales concretas.

Síntomas
relacionados
sociales.

de
con

ansiedad
situaciones

Tanto el trastorno evitativo como
la fobia social duran mucho
tiempo. Los dos aparecen en la
infancia.
El rendimiento laboral
afectado en los dos.

está

Muchos
investigadores
consideran que no se pueden
distinguir
la
fobia
social
generalizada y el trastorno
evitativo de personalidad. El
trastorno evitativo sería un
subgrupo de la fobia social
generalizada.
Lo evitadores fóbicos muestran
rasgos del trastorno dependiente
y del trastorno evitativo. Situados
entre el deseo de relaciones y el
miedo a la pérdida, necesitan un
sustituto simbólico, para dirigir
hacia él la ansiedad. Necesitan el
objeto fóbico para escapar de la
amenaza de rechazo.

Si comparamos a las personas con trastorno evitativo con la personas con trastorno límite,
vemos que las personas con trastorno límite son más impulsivas y emocionalmente más lábides.
En cambio, las personas evitativas están más aisladas socialmente, aunque desean ser aceptadas
por los demás.
¿Cómo diferenciar a la persona evitativa y a la persona con tímidez no patológica? La persona
evitativa tiene un alto nivel de neuroticismo, introversión y amabilidad, y se aleja de las

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relaciones sociales normales. La persona tímida tiene un alto nivel de neuroticismo e
introversión, pero no tiene un alto nivel de amabilidad, y puede llevar una vida normal.
Algunas personas con trastorno evitativo suelen ser conflictivas porque tienen rasgos de la
personalidad pasivo-agresiva. Algunas veces idealizan a sus amigos, y otras veces los consideran
enemigos y los menosprecian.
Algunas personas evitativas muestran rasgos de personalidad depresiva. Tienden a sumergirse
en las fantasías, pero con el tiempo las fantasías pierden fuerza y se aceptan cada vez con más
dificultad. Así, pueden llegar hasta el suicidio.
A continuación mostraremos los síntomas del Tratorno Evitativo de la Personalidad ( DSM-IV)
[1] y del Trastorno Ansioso de la Personalidad (CIE-10) [2]. Los dos trastornos se refieren a
conceptos similares, aunque las dos categorías no sean iguales del todo. En el DSM-IV aparecen
siete criterios, de los cuales deben cumplirse cuatro, para diagnosticar el trastorno evitativo de
personalidad. En el CIE-10 aparecen seis criterios, de los cuales deben cumplirse cuatro para
diagnosticar el trastorno ansioso de personalidad:

CIE-10

DSM-IV

Trastorno ansioso
(conducta evitativa)

de

personalidad

A) Tiene que cumplir los criterios generales de los
trastornos de personalidad.
B) Tienen que aparecer por lo menos cuatro de los
seis síntomas siguientes (CIE-10, Organización
Mundial de la Salud, 1992):
Evitación de actividades sociales o laborales que
impliquen contactos personales íntimos, por el
miedo a la crítica, reprobación o rechazo.
Resistencia a entablar relaciones personales si no
es con la seguridad de ser aceptado.

Tratorno evitativo de personalidad

Un patrón general de inhibición social, unos
sentimientos
de
inferioridad
y
una
hipersensibilidad a la evaluación negativa, que
comienzan al principio de la edad adulta y se dan
en diversos contextos, como lo indican cuatro (o
más) de los siguientes ítems (DSM IV, American
Psychiatric Association, 1994):
Evita trabajos o actividades que impliquen un
contacto interpersonal importante debido al miedo
a las críticas, la desaprobación o el rechazo.
Es reacio a implicarse con la gente si no está seguro
de que va a agradar.

Demuestra represión en las relaciones íntimas
debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado.

Preocupación excesiva
rechazado en sociedad.

por

ser

criticado

o

Está preocupado por la posibilidad de ser criticado
o rechazado en las situaciones sociales.
Está inhibido en las situaciones interpersonales
nuevas a causa de sentimientos de inferioridad.

Preocupación por ser un fracasado, sin atractivo
personal o por ser inferior a los demás.
Sentimientos constantes y profundos de tensión
emocional y temor.

Se ve a sí mismo socialmente inepto,
personalmente poco interesante o inferior a los
demás.
Es

extremadamente

reacio

a

correr

riesgos

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personales o a implicarse en nuevas actividades
debido a que pueden ser comprometedoras.
Restricción del estilo de vida debido a la necesidad
de tener una seguridad física.

Etiología
Millon y Millon [5] consideran que el factor biológico que está en la base de este trastorno es el
predominio funcional del sistema simpático. Es decir, lo que está en la base de la apatía y la
falta de interés por el mundo externo es la hipersensibilidad de la persona. Lo que es primordial
es la hipersensibilidad; la apatía o la falta de interés es superficial y secundaria. Desde ese punto
de vista, la propensión a sufrir el trastorno evitativo tiene componentes genéticos en gran
medida. Ese componente constitucional o temperamental explicaría la baja tendencia a la
búsqueda de sensaciones, la baja dependencia de los premios y la alta tendencia a evitar
estímulos [7]. Algunos niños muestran una gran activación física en algunas situaciones
sociales, y en consecuencia, tratan de evitar esas situaciones. En ese sentido, Bleuler dice [8] que
algunas personas tienen que alejarse de la realidad, porque sus afectos son intensos, y porque
tienen que evitar los estímulos que puedan activar esos afectos.
Los resultados de los estudios realizados con gemelos monocigóticos vienen a corroborar la
influencia del componente constitucional o temperamental. El hecho de que sean ambos
hermanos los que sufren de trastorno evitativo ocurre más a menudo entre gemelos
monocigóticos (24%) que entre gemelos dicigóticos (15%) [9].
Existen también otros estudios que van en la misma línea. Así, se estudiaron dos grupos de
niños de 2 a 7 años, uno de conducta inhibida y otro de conducta espontánea; según los
resultados, los niños que eran inhibidos con 2 años continuaron siendo evitantes con 7 años, y
los que eran espontáneos continuaron con la propensión a la interacción social [10]. Parece,
pues, que en la base del evitamiento social está la propensión a la inhibición de la conducta [11].
Kretschmer [12] distinguió el aislamiento activo (hiperestésico) y el pasivo (anestésico). Las
características del aislamiento anestésico eran la falta de sensibilidad, la afectividad embotada y
la falta de espontaneidad. Las características del aislamiento hiperestésico o activo son la
timidez, la desconfianza, la ansiedad y la excitabilidad. El trastorno evitativo se entendía como
aislamiento activo e hiperestésico. El que se aísla de forma activa e hiperestésica se aleja de la
lucha por la vida y se busca un buen refugio. Es decir, trata de evitar y desactivar los estímulos
del mundo exterior, para evitar la ansiedad que le producen. Al contrario, el que practica el
aislamiento anestésico se aleja de las relaciones porque no le activan, tal como sucede con las
personas esquizoides.
La perspectiva psicoanalítica utilizó el término "carácter fóbico" para referirse a este trastorno.
Estas personas evitan una situación que era deseada en un comienzo, conducidos por una
conducta que es una reacción a los estímulos negativos generados en la relación [13]. Horney
[14] describió como personalidad desapegada que se aleja de las relaciones personales a la
persona que se siente llena de tensión en las relaciones, y que elige la soledad como medio para
evitar esa tensión; la persona que tiene ese estilo desapegado no se acepta a sí misma y no
piensa que los otros le van a aceptar; llega a pensar que los otros le despreciarán [15].

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Para Horney [14] lo que está en el origen del trastorno evitativo es el miedo al éxito y el miedo a
provocar la envidia en los otros y a perder su amor por el éxito logrado. Las personas evitativas
anulan su éxito de forma retroactiva. Piensan que la primera vez que han logrado el éxito lo han
hecho por suerte, y que en el segundo intento van a fracasar, para no provocar envidia en los
demás. Han internalizado los pensamientos automáticos que les anulan e invalidan, porque de
pequeños han sido rechazados reiteradamente.
Los que sufren de este trastorno tienen objetivos elevados, por su Ideal del Yo, y sienten
culpabilidad, debido a su exigente Superyó. Por una parte, su Ideal del Yo les impulsa hacia el
logro de grandes objetivos, pero, al mismo tiempo, su Superyó exigente está dispuesto a castigar
los menores fallos. Cuando comparan sus ideales y sus logros se sienten humillados y rebajados,
y se asustan pensando que los otros les juzgarán utilizando los mismos criterios. Han
internalizado las altas expectativas de sus padres, y no piensan que sean capaces de llegar a esos
niveles.
Por una parte, los padres y los allegados les han rechazado desde que eran pequeños. Por otra
parte, esas experiencias de rechazo y crítica se repiten en situaciones posteriores. Además, no
reciben refuerzos positivos; reciben críticas tanto por conductas positivas como por conductas
negativas. En el contexto de esas experiencias de rechazo, la aplicación rígida e indiscriminada
de normas de educación exigentes somete e inhibe al niño, hasta tal punto que decide no crear
problemas.
Según Hudson y Rapee [16], una de las razones del trastorno evitativo es la sobreprotección de
los padres. Otro de los motivos es la escasa relación que mantienen los padres y la familia de
niño con otras personas. Es decir, si los mismos padres sufren de trastorno evitativo, tratarán de
recalcar los peligros de las relaciones sociales y de defenderse de los peligros evitando las
relaciones; los niños observarán la conducta evitativa de sus padres y el proceso de socialización
se resentirá, al no disponer de modelos adecuados a imitar o porque tienen pocas oportunidades
de aprendizaje social. En consecuencia, el niño no aprende a acercarse a los demás niños y a
interactuar con ellos [16]. Si a la disposición genética del niño hacia la ansiedad y a la evitación
social se añade un ambiente social restringido y la influencia modeladora de unos padres
evitativos, se está fomentando el trastorno evitativo del niño.
La persona con tratorno evitativo suele estar alerta y vigilante, con el objetivo de detectar las
señales de conductas de rechazo. Como vive en un mundo en el que se cumplen las predicciones,
predice que los otros le van a rechazar, y antes de que le rechacen los otros, se aleja él de los
otros. Así, a través de su conducta, evita las exclusiones y humillaciones por parte de los demás.
Por lo tanto, su conducta es reforzada negativamente.
En situaciones sociales difíciles baja la claridad de los pensamientos y el nivel de profundidad de
los procesos mentales de las personas que sufren este trastorno. Sus procesos mentales resultan
difuminados por interferencias debidas a distracciones, dudas, pensamientos perturbadores, y
otras interferencias. En lugar de focalizar la atención en su línea de pensamiento, la focalizan en
los sentimientos e intenciones de los demás, atendiendo a sus más insignificantes movimientos
o señales. Por ello, reciben demasiada estimulación, están siempre atentos a las amenazas, y no
ponen la atención donde deben. Así, pierden las capacidades intelectuales y pueden llegar a dar
la impresión de debilidad mental. De vez en cuando muestran pensamiento fragmentado, difuso
y confuso.
Las interferencias y las distracciones cognitivas de la persona evitativa están relacionadas con su
nivel de ansiedad. La excesiva sensibilidad que muestran ante los demás influye en sus procesos
cognitivos e interfiere en ellos. Los evitantes se centran en los procesos de los demás y pierden el

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hilo de su pensamiento. En su hilo argumental se imponen las distracciones, interferencias y
divagaciones, lo cual interrumpe sus procesos cognitivos. La función de esas interferencias
cognitivas puede ser la reducción de la ansiedad, pero provocan la confusión del pensamiento.
Juntamente con el evitamiento social también aparece el evitamiento cognitivo en quienes
tienen el trastorno evitativo. Evitan pensar sobre temas que les producen disforia, y buscan
distracciones con el objetivo de evitar pensamientos perturbadores e incómodos. Como están
muy centrados en su mundo interior, se refugian en el mundo de la imaginación y de la fantasía.

Prevalencia
Según el DSM-IV-TR [1], la prevalencia de este trastorno en la población general se situaría
entre el 0,5% y el 1%. En la población clínica muestra una frecuencia del 10%. El trastorno
evitativo de personalidad aparece a menudo juntamente con los trastornos de la ansiedad, sobre
todo asociado con la fobia social.

Desarrollo
Algunas características de las personas que tienen este trastorno se pueden identificar en la
niñez: por ejemplo, muestran demasiada timidez ante personas desconocidas y estímulos
nuevos [7]). Los niños evitativos evitan participar en las relaciones sociales de la escuela, porque
se sienten mal ante la crítica. Si el adolescente muestra temor al rechazo, timidez, evitación
social e hipersensibilidad persistente a la crítica, podemos diagnosticarle Trastorno Evitativo de
la Personalidad [17].
Entre los factores que pueden afectar al desarrollo del niño y que pueden fomentar el trastorno
evitativo podemos mencionar el hecho de haber sufrido rechazo por parte de los padres o los
amigos. En el origen de este trastorno podemos encontrar experiencias traumáticas de la
infancia: malos tratos, abusos sexuales, burlas recibidas por falta de habilidad o atractivo físico.
Así, se comprueba que aumenta la necesidad de aceptación de los niños que han sido
rechazados, criticados y despreciados por sus padres y disminuye su tolerancia a la crítica. El
hecho de haber recibido poco afecto de los padres y de haber sufrido exclusión social es un
importante factor de riesgo para que el niño desarrolle el Trastorno Evitativo de Personalidad
[18]. Así, según han mostrado estudios retrospectivos, las experiencias de exclusión de la niñez
están relacionadas con el Tratorno Evitativo de Personalidad [19].
Cuando Kagan [20] analiza el origen de este trastorno hace referencia a la inhibición conductual
que muestra el niño ante personas desconocidas y estímulos nuevos. Esa actitud de inhibición se
inicia cuando el niño tiene unos ocho meses, y se agrava si el niño sufre una hospitalización
larga, la muerte de uno de sus padres o conflictos familiares. Como consecuencia de esos
hechos, el niño se muestra dubitativo e inseguro antes las situaciones nuevas y se retira de las
situaciones que implican relaciones sociales.
Cuando el niño que ha sufrido esas exclusiones llega a la adolescencia, se encuentra en la
necesidad de ocupar un lugar en la sociedad, y éso lo logra gracias a sus facultades. Si no
dispone de habilidades sociales para ello, o tiene una autoestima baja, pensará que los demás le
dejarán en evidencia y le excluirán, y lleno de ansiedad, comenzará a evitar a los demás. Hará
predicciones negativas sobre las relaciones, dará cada vez más importancia a su mundo interno
y se evadirá del entorno, para refugiarse en el mundo de la imaginación y la fantasía.

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Efectivamente, la persona que sufre este trastorno se refugia fácilmente en la imaginación y en
la fantasía. Y cuando una persona se siente rechazada de esa forma y distanciada del grupo, la
agresividad de los demás se dirige sobre ella.
Los adolescentes suelen vivir habitualmente con la familia y si se identifican con padres que
sufren de Trastorno Evitativo de Personalidad, desarrollarán una conducta y unos rasgos
evitantes. La adolescencia es un período importante para el desarrollo de la personalidad y suele
tener una gran importancia en el fomento de las habilidades sociales en los adolescentes.

Tratamiento
A continuación describiremos los objetivos del tratamiento, así como la terapia y las técnicas
que se utilizan para lograr esos objetivos.

1)
Objetivo: superar la tendencia a contar sólamente las experiencias que generan
buena impresión, y superar el miedo al fracaso.
Técnica: aumentar la confianza en el terapeuta y crear condiciones para poder hablar
sin miedo a ser rechazado, por medio de la terapia centrada en el cliente.
La terapia de las personas con trastorno evitativo progresa muy lentamente. Al iniciar la
terapia hay que tener en cuenta muchas cosas. Por una parte, la red social que rodea al
individuo dificulta a menudo cambios en la personalidad de estas personas. Por otra
parte, la persona evitativa muestra a menudo la tendencia a evitar las sesiones
terapéuticas, porque le cuesta mucho expresarse de forma abierta.
Está acostumbrada a ocultar sus sentimientos, y tiende a contar sólamente las experiencias que
crean buena impresión al terapeuta. Piensa que sólo será aceptada si produce una buena
impresión y que no será del agrado del terapeuta si muestra sus verdaderos sentimientos. Por
ello, por miedo a fracasar ante el terapeuta, dice únicamente lo que quiere escuchar el terapeuta.
El terapeuta debe tener cuidado para no enviar señales de rechazo. Será importante que el
paciente confíe en el terapeuta. De otra forma, pensará que el interés que muestra el terapeuta
por él no es auténtico. El objetivo de la psicoterapia es enseñar al paciente a autorregularse, a
autodeterminarse, a tomar decisiones propias. Para éso, tiene que actuar como un "alter ego"
cercano, y ayudarle a experimentar y a vivir sus problemas de forma que los pueda controlar y
resolver.

2)
Objetivos: como tiene una alta excitabilidad y sensibilidad, hay que rebajar su
hipersensibilidad hacia las experiencias negativas y aumentar sus experiencias de
búsqueda de experiencias positivas. Hay que disminuir también su tendencia a utilizar
interferencias cognitivas intencionadas como defensa contra las experiencias o las
predicciones negativas.
Técnica: centrarse en el logro de experiencias agradables y trabajar las habilidades
necesarias para las relaciones sociales.
La persona evitativa se esfuerza en escapar a las experiencias negativas, pero no se esmera en la
búsqueda de experiencias positivas. Tiene dificultades para vivir experiencias agradables. Por
éso, la finalidad de la terapia será lograr que el paciente se centre en el logro de experiencias

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positivas. Entra también entre los objetivos de la terapia disminuir la tendencia a utilizar
interferencias cognitivas intencionadas como defensa contra las experiencias negativas. Hay que
centrarse más en el logro de experiencias positivas que en la evitación de las negativas. Para ello,
se trabajarán las habilidades sociales que le conducirán a superar la ansiedad, por medio de
técnicas de modificación de conducta. Al adquirir esas habilidades sociales podrá tener
relaciones agradables, podrá ir superando la hipersensibilidad hacia las experiencias negativas,
y podrá ir logrando el equilibrio entre el dolor y el placer. La desaparición de la ansiedad
producida por la hipersensibilidad trae como consecuencia la disminución de las interferencias
cognitivas.
3)
Objetivo: Mejorar el autoconcepto y afrontar los sentimientos relacionados con
la autoestima negativa.
Técnicas:
-

Representar las emociones negativas.
Analizar los pensamientos automáticos.
Tratar de aumentar el nivel de tolerancia.
Hacer juegos de cambio de rol, con la ayuda del terapeuta.

El autoconcepto de las personas con trastorno evitativo está en un nivel bajo. La función de la
terapia es restablecer esa autoestima. Por medio de la terapia cognitiva se pueden cambiar los
pensamientos automáticos erróneos que reflejan la autoimagen de la persona evitativa.
Primeramente hay que crear y consolidar una relación de confianza. Después de crear esa
relación hay que afrontar los sentimientos relacionados con una baja autoestima. La persona
evitante tiene pensamientos que le llevan a creer que los otros le van a rechazar, y tiene que ser
consciente de esos pensamientos. Para ello, tiene que imaginar las situaciones que generan
emociones negativas, y analizar los pensamientos automáticos que surgen en esas situaciones
con la ayuda del terapeuta. El paciente evaluará esas cogniciones automáticas negativas con la
ayuda del terapeuta y tratará de aumentar su nivel de tolerancia con respecto a las mismas.
Tratará de superarlas por medio de juegos de rol. Antes de comenzar a afrontar la ansiedad
generada por situaciones reales, tiene que aprender a afrontar la ansiedad generada por
situaciones experimentales.

4)
Objetivo: Corregir las predicciones erróneas, controlar las expectativas
relacionadas con la desconfianza y el miedo, rebajar la tendencia a sobreestimar los
datos negativos provenientes de los otros y disminuir las interferencias cognitivas.
Técnicas:
-

Poner a prueba esquemas y pensamientos automáticos.
Proponer alternativas.

- Tiene que relacionarse con personas que tienen una conducta normal, y
aprender con ellos a diferenciar las amenazas reales, imaginadas y
accidentales. Tiene que fijar puntos de referencia en su interior y tiene que
enjuiciar sus conductas de acuerdo a criterios internos. Gracias a éso, no
estará dependiendo de las respuestas inesperadas o irracionales de los
otros.
Basado en sus pensamientos erróneos hace predicciones erróneas: desconfía de los demás, vigila
las señales de amenaza de los otros y tiene interferencias en sus procesos cognitivos. Hay que

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conocer y verificar esas predicciones y proponer y probar esquemas alternativos que hagan
predicciones más exactas. Poco a poco se pondrán a prueba los pensamientos automáticos y los
esquemas de la persona evitativa y se subrayarán las experiencias que van en contra de aquellos.
Los esquemas se pondrán a prueba progresivamente. Hay que fijar objetivos realistas y reforzar
éxitos pequeños. El paciente tiene que relacionarse con personas que tienen un comportamiento
normal y aprenderá con ellos a diferenciar amenazas reales, imaginadas y accidentales. Tiene
que fijar puntos de referencia en su interior y juzgar sus conductas de acuerdo a criterios
internos. Gracias a eso no dependerá de las respuestas inesperadas e irracionales de los demás.

5)
Objetivo: Tiene que aprender a hacer frente a las situaciones que generan miedo
o ansiedad y tiene que aprender a no utilizar la fantasía como mecanismo regulador del
estrés derivado del entorno.
Técnicas:
-

Técnicas de asertividad.
Técnicas para controlar la ansiedad.
Trabajar habilidades de comunicación no-verbal.

A la persona con trastorno evitativo de la personalidad hay que enseñarle a afrontar las
situaciones que le crean miedo y ansiedad y a no utilizar la fantasía como mecanismo regulador
para hacer frente al estrés creado por el entorno. Se le enseñarán técnicas para controlar la
ansiedad que siente en esas situaciones. Asimismo, observará los pensamientos automáticos que
le surgen en esas situaciones y ensayará técnicas de asertividad. Por medio de esas técnicas
aprenderá a dar su opinión ante gente que tiene una opinión contraria, a afirmarse a sí misma y
a utilizar habilidades interpersonales. Entre esas habilidades se trabajarán también las
habilidades no-verbales (contacto visual, mímica...), ya que las habilidades de comunicación noverbal de las personas con trastorno evitativo son muy escasas, y hay que reforzarlas.

6)
Objetivo: Aprender que su opinión es tan válida, valiosa y aceptada como la de
las otras personas.
Técnicas:
-

Técnicas de asertividad.

Por medio de esas técnicas de asertividad tiene que llegar a sentir que sus opiniones valen tanto
como las opiniones de las otras personas; que sus opiniones son valiosas y aceptadas, aunque no
coincidan con las de los otros. Es conveniente tener en cuenta que antes de criticar una opinión
concreta de una persona con un trastorno evitativo es conveniente hacer un comentario positivo
general sobre él. Además, la crítica tiene que limitarse a una conducta o a una opinión concreta,
y no a la persona en general.

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Haranburu Oiharbide M. Psicologia.com. 2011; 15:63.
http://hdl.handle.net/10401/4708

Trabajo seleccionado para su publicación en la revista Psicologia.com, de entre los presentados al XII
Congreso Virtual de Psiquiatría Interpsiquis 2011.

Cite este artículo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):
Haranburu Oiharbide M, Esteve Okariz J, Guerra Plaza J, Balluerka Lasa N, Gorostiaga
Manterola A. Trastorno evitativo de personalidad. Psicologia.com [Internet]. 2011 [citado 27 Oct
2011]; 15:63. Disponible en: http://hdl.handle.net/10401/4708

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