Salorio del Moral P. Psicologia.com. 2011; 15:65.
http://hdl.handle.net/10401/4710
Artículo original
Trastornos de personalidad y anorexia nerviosa y bulimia.
Un estudio con el MCMI-III
Salorio del Moral, Pilar1*; Campillo Cascales, Mª José2; Espinosa Gil, Rosa3; Pagán
Acosta, Gonzalo4; Oñate Gómez, Carmen5; López, Isabel6.
Resumen
Diferentes investigaciones han estudiado la relación y la comorbilidad de los Trastornos de la
Conducta Alimentaria (TCA) con los Trastornos de Personalidad (TP) así como la presencia de
rasgos de personalidad más graves que dificultan la evolución y entorpecen su recuperación.
Todo ello hace necesario la valoración de la Personalidad en estas pacientes, para también
detectar la presencia de un TP y poder orientar de forma adecuada su tratamiento. El objetivo
del presente estudio es conocer la comorbilidad de las alteraciones de la personalidad con la
anorexia y bulimia nerviosa, analizar el perfil de personalidad y comparar el perfil de
personalidad y la presencia de TP en función de la presencia o no de conductas purgativas. Se
estudió una muestra de 30 pacientes con diagnóstico de TCA siguiendo los criterios del DSMIV-TR, ingresados en la UTCA del HGU Reina Sofía de Murcia y a los que durante el ingreso se
les administró, para medir la personalidad el MCMI-III. Encontramos que el 20% de la muestra
total presentaba algún tipo de TP, siendo estos trastornos el límite, histriónico, dependiente y
antisocial; el 33,33 % de la muestra obtuvo rasgos de personalidad de tipo depresivo,
dependiente, limite, narcisista, compulsivo y evitativo.
Abstract
Several studies have examined the relationship and the comorbidity of eating disorders (ED)
with personality disorders (PD) and the presence of more serious personality traits that hinder
the development and their recovery. All this requires the assessment of personality in these
patients to also detect the presence of a PD and to properly orient treatment. The aim of this
study was to determine the comorbidity of personality disorders with anorexia and bulimia
nervosa, analyze the personality profile and compare the personality profile and the presence of
PD according to the presence or absence of purgative behaviors. The sample consisted of 30
patients with diagnosis of ED according to DSM-IV-TR, admitted to eating disorders unit to the
Reina Sofia HGU of Murcia and during the admission were given to measure the MCMI-III
personality. We found that 20% of the total sample had some kind of PD, these disorders being
the borderline, histrionic, dependent, antisocial, 33.33% of the sample had personality traits
such as depression, dependent, borderline, narcissistic, compulsive and avoiding.
Recibido: 04/12/10 - Aceptado: 02/01/11 Publicado: 28/10/11
* Correspondencia: psalorio1@hotmail.com
1,2,3,4,5y6 Servicio de Psiquiatría. Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia
Psicologia.com ISSN: 1137-8492
© 2011 Salorio del Moral P, Campillo Cascales MªJ, Espinosa Gil R, Pagán Acosta G, Oñate Gómez C, López I.
1
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http://hdl.handle.net/10401/4710
1. Introducción
La comorbilidad de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) con los Trastornos de
la Personalidad comienza a estudiarse a partir de la inclusión de estos últimos, en el eje 2 del
DSM-III (1980) y del desarrollo de instrumentos específicos para su valoración, tanto
entrevistas estructuradas (IPDE, SCID-II) como pruebas de autoinforme (MCMI-I, II, III)(1).
Los TCA más frecuentes son la Anorexia Nerviosa (restrictiva y purgativa) que se
caracteriza por la pérdida de peso voluntaria, una excesiva valoración en función del peso y de la
imagen corporal, amenorrea y un miedo intenso a la ganancia de peso; la Bulimia Nerviosa
(purgativa y no purgativa)se caracteriza por la presencia de atracones de comida (ingesta voraz
de gran cantidad de comida ingerida en un período corto de tiempo), valoración excesiva en
función del peso y figura y presencia de conductas compensatorias (vómito autoprovocado,
abusos de laxantes, diuréticos, anorexígenos, ejercicio excesivo y episodios de ayuno) y los
trastornos no especificados, son aquellos que sólo cumplen algunos criterios diagnósticos.
Los TP son patrones de conducta inflexibles y no adaptativos, acompañados de problemas
en el aprendizaje de estrategias de afrontamiento efectivas ante las dificultades cotidianas, que
generan conflictos interpersonales, conducen a limitaciones graves en la vida cotidiana
(familiar, social y laboral), se acompañan de un malestar subjetivo, se inician en la adolescencia
o al principio de la edad adulta. Son trastornos estables en el tiempo y en definitiva reflejan
alteraciones globales de la persona.
En los pacientes con un TCA encontramos una serie de rasgos de personalidad que son
característicos de uno u otro TCA. Los rasgos se transforman en TP cuando se hacen inflexibles
y desadaptativos para el sujeto e interfieren en su funcionamiento cotidiano.
Los estudios sobre prevalencia entre TCA y TP comienzan en el año 1983 y a partir de ese
momento se desarrollan gran número de estudios analizando las tasas de prevalencia entre
ambos trastornos, estas tasas son muy variables entre las diversas publicaciones (2) así
encontramos una variabilidad que puede oscilar entre el 20% al 80% (1). Esta variabilidad se
puede deber a varios factores, en primer lugar a la utilización de diferentes clasificaciones
diagnósticas, en segundo lugar a los instrumentos utilizados para medir el TP y en tercer lugar a
las muestras estudiadas.
A pesar de esta variabilidad en cuanto a la prevalencia, lo que está claro es que existe un
porcentaje de pacientes con un TCA para los que su recuperación se ve frenada no por la
severidad de la patología alimentaria, sino por la presencia de una serie de actitudes,
comportamientos, emociones, formas de relacionarse con los demás y el mundo, una manera de
ser desadaptada que es fuente de problemas y por la presencia de una forma de ser que
configura un TP. Aquellos pacientes en los que coexisten ambos trastornos, presentan una
mayor psicopatología específica y severidad del trastorno, suelen presentar mayor número de
vómitos, intentos de suicidio, síntomas depresivo-ansioso, una menor motivación para el
cambio, peor pronóstico y una peor respuesta al tratamiento Por ello es necesario estudiar la
personalidad en estos pacientes porque ello repercute en la respuesta al tratamiento y en el
pronóstico (3).
La relación entre TP y TCA es muy compleja, ya que la alteración de la personalidad
puede ser considerada como un factor predisponente, como una complicación propia del TCA,
como una entidad independiente del TCA o como una influencia platoplástica. (3).
En este sentido algunos autores (4) refieren que un determinado trastorno de
personalidad determinan un trastorno alimentario especifico, así el TP Obsesivo es más
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frecuente en aquellos pacientes con conducta restrictiva, mientras que el TP Borderline es más
común en aquellos pacientes con patología impulsiva.
Analizando algunos estudios recientes, encontramos que, Bottin y cols. (5) estudiaron una
muestra de adolescentes con Anorexia Nerviosa (AN) y Bulimia nerviosa (BN), mediante el
SCID-II (entrevista clínica estructurada para el DSM-IV para TP) y encontraron que el 30.3 %
de los pacientes cumplían criterios de TP, siendo las pacientes con Anorexia Nerviosa Purgativa
(ANP) las que mostraron una mayor prevalencia de TP y valores dimensionales más altos que
los otros grupos de TCA.
Chen y cols. (6) estudiaron una muestra de pacientes con TP Borderline, y utilizando
entrevistas diagnósticas de TP, encontraron que el 17,8% cumplía criterios para un TCA, el 6,7 %
anorexia nerviosa, el 5,9% bulimia nerviosa y el 5,2 % trastorno por atracón. Se analizó si en
estas pacientes que tenían un TP y TCA presentaban mayor comorbilidad del eje I, mayor
severidad. Encontraron que las pacientes con Bulimia tenían un mayor riesgo de intento de
suicidio mientras que las pacientes con anorexia nerviosa tenían un mayor riesgo de autolesión.
En la Anorexia nerviosa y en el trastorno por atracón (TA) encuentran un mayor número de
trastornos del eje I no alimentario.
Torres y cols.(7) estudiaron la presencia de un TP borderline (TPB) en pacientes con
Bulimia nerviosa, anorexia nerviosa restrictiva y anorexia purgativa, en mujeres en riesgo de
desarrollar un TCA, mujeres sin patología. Para diagnosticar un TPB mediante el MCMIII(Inventario Clínico Multiaxial de Millon II) se tuvo en cuenta una puntuación >85 y para
diagnosticar rasgos borderline se tuvo en cuenta una puntuación entre 75 y 84. Encontraron
rasgos de personalidad límite en el 16,1% de las pacientes con Anorexia Nerviosa Restrictiva
(ANR); 12,9% con Anorexia Nerviosa Purgativa (ANP) y 45,2% BN; posible trastorno límite de
personalidad en el 29% de las pacientes con ANR, en el 41,9% de las pacientes con ANP y en el
29% de pacientes con BN. Los autores concluyen que las pacientes con BN presentan en mayor
proporción rasgos límite de personalidad y trastorno de personalidad.
Martin y cols.(8) compararon una muestra de pacientes con ANR frente a pacientes con
BN mediante el MCMI-II respecto a la presencia o no de un TP. Encontraron una mayor
frecuencia de TP del cluster A y C (esquizoide y evitativo) en la ANR y del cluster B (histriónico)
en la BN.
Del Rio y cols. (9) analizan la comorbilidad entre TCA y TP en pacientes con BN,
mediante el MCMI-II. Se utilizó como punto de corte una puntuación TB>75. Según esto se
encontró que el 81% de las pacientes presentaban niveles clínicamente significativos en alguna
de las escalas; un 45% en dos o tres escalas y el 36% restante en 4 ó más escalas.
Marañón y cols. (10) en su estudio tratan de conocer la prevalencia de los TP en los TCA y
determinar la concordancia entre dos instrumentos de medida de los TP, el IPDE (International
Personality Disorders Examination) y el MCMI-II. Encontraron que el 54,8% de la muestra total
cumplía criterios para al menos un TP mediante el IPDE frente al 77,4% lo hacía con el MCMIII. Estos autores concluyen que el MCMI-II tiende a sobrediagnosticar TP específicos.
Quiles y cols.(3) evaluaron también la comorbilidad TP y TCA, mediante el MCMI-II en
una muestra de pacientes con TCA. Encontraron que el 37,8% de las pacientes de la muestra
presentaba un TP. En las pacientes con AN los TP más frecuentes fueron el dependiente (28,3%)
y el compulsivo (6,65%) y en la bulimia, el límite (29,65%).
Estudios más recientes además de estudiar la prevalencia TP y TCA, comparan las tasas
de prevalencia encontradas al comienzo de la enfermedad con las encontradas en un período de
3
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seguimiento, ya que consideran que al principio estas tasas son más altas porque se solapan
síntomas específicos del trastorno alimentario con rasgos patológicos de personalidad. En este
sentido Martin y cols. (11) comparan las tasas de prevalencia de un TP en una muestra de
pacientes con TCA al comienzo de la enfermedad y al cabo del tiempo, medido con el MCMI-II.
Encontraron que el 91 % de la muestra presentaba un TP al inicio del trastorno frente al 36% en
el seguimiento. En relación a los subtipos de TCA, en la anorexia nerviosa se pasa de una
prevalencia del 95% al inicio del tratamiento frente al 71% al finalizarlo, siendo los TP más
frecuentes el esquizoide, narcisista, por evitación y obsesivo, siendo los más resistentes al
cambio el esquizoide y el evitativo. En la BN la prevalencia pasó de un 84% al inicio frente al 23
% en el seguimiento, siendo los más frecuentes el narcisista y por evitación.
Vrabel y cols. (12) estudiaron, mediante una entrevista estructurada, una muestra de 74
pacientes con TCA (ANR, BN, TCANE) y encontraron que al inicio, durante el tratamiento
hospitalario, el 78% tenía uno o más TP frente al 43% a los 5 años de seguimiento y que los
pacientes recuperados tenían menos frecuencia de TP.
El objetivo del presente estudio es conocer la comorbilidad de las alteraciones de la
personalidad con la anorexia y bulimia nerviosa, y la presencia de TP en función de la presencia
o no de conductas purgativas.
2. Material y método
Se llevó a cabo un estudio descriptivo, transversal en una muestra de 30 pacientes
ingresados en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (UTCA) del HGU Reina Sofía
de Murcia, unidad regional de referencia , que cumplen los criterios del DSM-IV-TR, para ANR
(n=11), ANP (n=1), BN (n=18). El diagnóstico de cada una de las pacientes se llevó a cabo por un
psiquiatra con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de los TCA y las pruebas
fueron administradas por psicólogos clínicos expertos en estos trastornos.
En cuanto al sexo, el 6,66 % (n=2) son varones y el 93,33% (n=28) son mujeres. La
edad media en la muestra total fue de 28,90 años (d.t. = 7,35, Rango= 18-43 años) con una
edad media de 25 años (d.t.=7,07) los varones y con una edad media de 29,17 años (d.t.= 7,41)
las mujeres.
Una vez establecido el diagnóstico clínico de un TCA, a todos los pacientes, durante el
ingreso se les administró, para medir la presencia de un posible Trastorno de Personalidad (TP),
el MCMI-III, dentro de una batería de pruebas más amplia.
El MCMI-III, es un cuestionario autoaplicado que consta de 175 item, cuyo objetivo es
explorar rasgos clínicos y trastornos de personalidad. Consta de 11 Patrones clínicos de
Personalidad: Esquizoide, Evitativa, Depresiva, Dependiente, Histriónica, Narcisista,
Antisocial, Agresiva, Compulsiva, Negativista (Pasivo-Agresiva), Autodestructiva, tres escalas de
personalidad patológica Esquizotipica, Límite, Paranoide; incluye también 10 Escalas de
Síndromes Clínicos, siete de ellas de gravedad moderada: Trastorno de Ansiedad, Trastorno
Somatomorfo, Trastorno Bipolar, Trastorno Distímico, Dependencia del alcohol, Dependencia
de sustancias, Trastorno de estrés postraumático; y tres de gravedada acentuada, Trastorno de
Pensamiento, Depresión Mayor, Trastorno Delirante, y cuatro escalas de control: validez,
sinceridad, deseabilidad y devaluación. En este estudio no se han tenido en cuenta las escalas de
síndromes clínicos (13).
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Se tuvieron en cuenta los puntos de corte del MCMI-III, considerándose la presencia de
rasgo de personalidad cuando se obtenía una puntuación TB comprendida entre 75-84 y la
presencia de un TP cuando se obtenía una puntuación >85.
Debido al pequeño tamaño de la muestra, la dividimos en función del patrón
alimenticio, restrictivo frente a purgativo, por lo que se compararon dos grupos de pacientes, el
grupo restrictivo formado por 11 pacientes y el purgativo formado por 19 pacientes, dentro de
este último grupo, 18 pacientes tenían bulimia nerviosa y sólo una paciente tenía anorexia
nerviosa purgativa.
Se analizaron los siguientes datos: (1) la frecuencia de los TP en los pacientes estudiados
en la muestra total; (2) la frecuencia de TP dividiendo la muestra en dos grupos, restrictivo
frente a purgativo.
Todas las frecuencias han sido analizadas mediante el test de Chi-cuadrado, la
comparación de medias mediante el estadístico t de Student para muestras independientes
mediante el paquete estadístico SPSS 17.0.
3. Resultados
Encontramos que el 20% (N=6) de la muestra obtiene puntuaciones superiores a 85 en
el MCMI-III, lo que indica la presencia de un TP. En cuanto a los diagnósticos de estas
pacientes, 4 de ellos (66,6%) eran bulímicos y el tipo de trastorno de personalidad que
presentan es Límite (n=1), Antisocial (n=1), Dependiente-depresivo (n= 1), Dependienteparanoide (n=1), la paciente con ANP presentaba un TP de tipo histriónico y la paciente con
ANR tenía un TP dependiente (Gráfico 1)
Gráfico 1. Frecuencia de pacientes con TP en función del diagnóstico
15
10
SI
NO
5
0
ANR
ANP
BN
El 66,33% de los pacientes obtuvieron puntuaciones comprendidas entre 75 y 84, lo que
indica la presencia de un perfil de personalidad con unos rasgos predominantes sin llegar a
constituir un trastorno de personalidad, siendo los rasgos predominantes en el grupo de bulimia
(n=18): depresivos en 7 pacientes, antisociales en 2 pacientes, límite en 2 pacientes,
dependientes en un paciente y negativista en otro. En el grupo de anorexia restrictiva (n=11), los
rasgos más predominantes son: depresivos en 2 pacientes y rasgos compulsivos en una paciente,
narcisistas en otra, dependientes en otra y evitativos en otra.
Las puntuaciones medias obtenidas en las escalas de los patrones clínicos, teniendo en
cuenta tanto la muestra total como los dos grupos, son inferiores a 75, por lo que no podemos
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establecer un patrón de personalidad específico para estas pacientes; sin embargo si
encontramos diferencias significativas entre ambos grupos (restrictivo frente a purgativo) en el
estilo de personalidad, siendo compulsivo en el grupo restrictivo y antisocial en el grupo
purgativo (Tabla 1).
Tabla
1.
Comparación
Restrictivo/Purgativo
medias
Escalas
MCMI-III.
Escalas
Grupos
Media
d.t.
Esquizoide
Restrictivo
51.09
18.57
Purgativo
57.15
9.29
Restrictivo
52.09
22.54
Purgativo
51.84
14.67
Restrictivo
59.27
19.65
Purgativo
63.52
18.80
Restrictivo
58.09
24.43
Purgativo
58.73
18.45
Restrictivo
41.18
28.55
Purgativo
44.42
21.78
Restrictivo
45.45
21.02
Purgativo
46.42
18.00
Restrictivo
48.36
16.08
-2.680
Purgativo
62.47
12.43
p< .01
Restrictivo
49.00
18.60
Purgativo
52.73
13.72
Restrictivo
60.27
10.37
4.000
Purgativo
36.26
18.18
p< .000
Restrictivo
55.00
15.09
ns
Purgativo
62.10
10.72
Restrictivo
57.36
14.77
Evitativa
Depresiva
Dependiente
Histriónica
Narcisista
Antisocial
Agresiva
Compulsiva
Negativista
Autodestructiva
Grupo
"t"
ns
ns
ns
ns
ns
ns
ns
ns
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Esquizotípica
Límite
Paranoide
Purgativo
50.57
16.58
Restrictivo
49.63
18.15
Purgativo
46.78
19.39
Restrictivo
56.36
11.28
Purgativo
62.31
14.88
Restrictivo
44.63
26.22
Purgativo
55.36
19.37
ns
ns
ns
No encontramos diferencias estadísticamente significativas al comparar ambos grupos
restrictivo/purgativo en las diferentes escalas del MCMI-III, pero si encontramos que en el
grupo purgativo el 36,85% de las pacientes presentan rasgos depresivos (puntuación entre 7584) frente al 27,27 % de las pacientes del grupo restrictivo; el 56,66 % de los pacientes del grupo
total presentan rasgos límite, de ellos el 47,36 % pertenecen al grupo purgativo y el 15,80 %
dentro de este grupo presentaba un Trastorno de Personalidad; también encontramos que el
46,66% de los pacientes del grupo total presentan rasgos paranoides, de los que el 47,36% del
grupo purgativo mostraban rasgos paranoides y el 5,28 % un trastorno paranoide de
personalidad. (Tabla 2)
Tabla 2. Perfil de Personalidad en pacientes restrictivas/purgativas
Grupo
Grupo
Restrictivo
Purgativo
N
%
N
%
11
100
19
100
10
90.90
19
100
1
9.10
0
0
<75
8
72.72
12
63.15
75-84
3
27.27
7
36.85
Esquizoide
<75
Evitativa
<75
76-84
Depresiva
Dependiente
7
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<75
8
72.72
16
84.21
75-84
2
18.18
1
5.26
>85
1
9.10
2
10.52
94.73
Histriónica
<75
11
100
18
75-84
0
0
0
0
>85
0
0
1
5.27
10
90.90
19
100
1
9.10
0
0
100
16
84.21
Narcisista
<75
75-84
Antisocial
<75
11
75-84
0
0
2
10.52
>85
0
0
1
5.26
100
19
100
Agresiva
<75
11
Compulsiva
<75
9
81.82
19
100
75-84
2
18.18
0
0
100
18
94.73
0
0
1
5.27
10
90.90
19
100
1
9.10
0
0
19
100
Negativista
<75
75-84
11
Autodestructiva
<75
75-84
Esquizotipica
<75
11
100
Límite
8
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<75
6
54.54
7
36.84
75-84
5
45.46
9
47.36
>85
0
3
15.80
0
Paranoide
<75
7
63.63
9
47.36
75-84
4
36.37
9
47.36
>85
0
1
5.28
0
Los pacientes del grupo purgativo que presentan rasgos límite y personalidad límite son
bulímicos y suponen un 40% de la muestra total y el 52.63% del grupo purgativo.
4. Discusión
Los resultados de este estudio no coinciden totalmente con los encontrados en la
literatura, esto se puede deber a dos motivos: 1. la utilización de la versión más actual del
MCMI-III, ya que no se han encontrado trabajos que utilicen este instrumento en pacientes con
TCA y por tanto se han comparado los resultados con estudios que han utilizado la versión
anterior del MCMI-II y 2. la muestra estudiada ya que son pacientes agudos y hospitalizados. A
pesar de ello nuestros resultados coinciden en algunos aspectos, como comentamos a
continuación.
En nuestro estudio hemos encontrado que el 20% (n= 6) de la muestra estudiada
obtenían puntuaciones PREV >85 lo que indica la presencia de un TP, de los 6 pacientes que
tenían un TP, cinco de ellos pertenecen al grupo purgativo frente a 1 que pertenece al grupo
restrictivo. Si lo comparamos con otros estudios, encontramos que este porcentaje es bajo, sobre
todo si los comparamos con un estudio reciente realizado por Vrabel y cols.(12) que encuentra
en una muestra de pacientes hospitalizados un 78% de pacientes que cumplían criterios de uno
o más TP, medido con una entrevista clínica estructurada para el eje II del DSM-IV. El bajo
porcentaje de comorbilidad TCA-TP encontrado en este estudio se puede deber a la utilización
de un criterio de clasificación más conservador.
Nuestros resultados no coinciden con los referidos por Martín y cols. (11) ya que
encuentran que en el momento más agudo de la enfermedad el 91% de las pacientes tenían un
TP, frente al 36% en la fase de seguimiento, medido con el MCMI-II. Tampoco coincide con los
resultados encontrados por Marañón y cols.(10) en el sentido de que consideran que el MCMI-II
sobrediagnostica los TP en pacientes que tienen un TP ya que en nuestro estudio encontramos
que sólo el 20 % de la muestra tiene un TP.
Bottin y cols. (5) encontraron en la muestra estudiada que el 30% de las pacientes
presentaba algún TP, siendo las pacientes con ANP las que mostraron mayor prevalencia de TP.
Nosotros encontramos que la única paciente que tiene un diagnóstico de anorexia nerviosa
purgativa tiene un trastorno narcisista de la personalidad.
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Por otro laso, si coinciden con los encontrados por otros autores en cuanto al tipo de
trastorno de personalidad. Coincidimos con lo encontrado por Quiles y cols.(3) que encuentran
que el 6,6 % tienen un TP compulsivo y en nuestro estudio un 6,7% de las pacientes del grupo
restrictivo tienen rasgos de personalidad compulsivos; el 29,65 % presentan un trastorno límite
de personalidad y en nuestro estudio el 15,80 % tenían un trastorno límite de personalidad y un
46,66 % rasgos límite de personalidad.
Lo que hemos encontrado en nuestro estudio es que el 66,33% de los pacientes
obtuvieron puntuaciones comprendidas entre 75 y 84, lo que indica la presencia de un perfil de
personalidad con unos rasgos predominantes sin llegar a constituir un trastorno de
personalidad, siendo los rasgos predominantes en el grupo de bulimia (n=18): depresivos en 7
pacientes, antisociales en 2 pacientes, límite en 2 pacientes, dependientes en un paciente y
negativista en otro. Esto no coincide con lo encontrado por Del Río y cols. (9) para quienes las
puntuaciones más altas (>75) encontradas en pacientes bulímicas fueron la esquizoide,
autodestructiva, negativista, y evitativa.
En cuanto a los rasgos clínicos (puntuaciones PREV entre 75-84) encontramos
diferencias significativas entre los dos grupos: restrictivo/purgativo en el patrón compulsivo en
las restrictivas y en el patrón antisocial en las purgativas.
Los criterios de hospitalización de los pacientes con BN están relacionados con una
desorganización a nivel de la sintomatología específica del trastorno (descontrol con la comida y
conductas purgativas) lo que lleva a una alteración del estado de ánimo, por lo que el ingreso es
vivido como un fracaso, esto podría explicar la presencia de rasgos depresivos en un porcentaje
alto de pacientes bulímicas de nuestro estudio.
Otro aspecto que coincide con otros trabajos es el de que las pacientes purgativas
presentan más trastornos de personalidad y rasgos de personalidad más complejos que las
pacientes restrictivas, lo que complica su evolución y el tratamiento (1).
Este trabajo es un estudio piloto, tanto por el tamaño de la muestra como por la
utilización del MCMI-III, por lo que sería conveniente realizar otros estudios con muestras más
amplias en el que se aplique este instrumento junto con otros instrumentos como entrevistas
diagnósticas u otros cuestionarios como el TCI-R (cuestionario de Trastornos de Personalidad
de Clonninger).
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Referencias
1.
Echeburúa E, Marañón I, Grijalvo J. Trastornos de Personalidad en pacientes aquejados de anorexia y bulimia
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Trabajo seleccionado para su publicación en la revista Psicologia.com, de entre los presentados al XII
Congreso Virtual de Psiquiatría Interpsiquis 2011.
Cite este artículo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):
Salorio del Moral P, Campillo Cascales MªJ, Espinosa Gil R, Pagán Acosta G, Oñate Gómez C,
López I. Trastornos de personalidad y anorexia nerviosa y bulimia. Un estudio con el MCMI-III.
Psicologia.com [Internet]. 2011 [citado 28 Oct 2011]; 15:65. Disponible en:
http://hdl.handle.net/10401/4710
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